sábado, 27 de noviembre de 2010

Un ladrón de guante blanco

LUPIN III: EL CASTILLO DE CAGLIOSTRO


Título original: Rupan sensei: Kariosutoro no shiro
Año: 1979
País: Japón
Duración: 105 min.
Director: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki y Haruya Yamazaki, según los cómics escritos por Monkey Punch
Música: Yuji Ono
Montaje: Masatoshi Tsurubuchi
Fotografía: Hirokata Takahashi
Productor: Tetsuo Katayama
Compañía: Tokyo Movie Shinsha
Intérpretes: (Voces V.O.): Yasuo Yamada, Eiko Masuyama, Kiyoshi Kobayashi, Makio Inoue, Goro Naya, Sumi Shimamoto, Taro Ishida et al.


Los ladrones más buscados del mundo, Arsene Lupin y su colega Daisuke Jigen, acaban de asaltar un casino, pero al poco tiempo descubren asombrados que el dinero es falso y su calidad es tan grande que han podido engañar hasta un casino entero. Deseando hacer fortuna con las máquinas falsificadoras, Lupin y Daisuke siguen la pista de los billetes, conduciéndoles hasta Cagliostro, un minúsculo estado en alguna zona de Italia, el cual está gobernado por el malvado conde de Cagliostro. Pero Lupin no ha llegado a ese lugar sólo para hacerse con el botín, pues parece ser que el ladrón ya conocía el lugar desde algunos años atrás.

En 1967 apareció un cómic llamado Lupin III, que alcanzó un gran éxito, de forma que la compañía Toei decidió años después hacer una adaptación para la televisión japonesa. Para ello se contó con muchos especialistas, entre los que se encontraba un joven Hayao Miyazaki, un arquitecto que pasó a ser dibujante de la compañía pocos años atrás. La serie también fue un éxito y propició una secuela (que recuerdo yo devorada) y como todas las series de éxito, se realizaron largometrajes sobre ellas, siendo dirigidas por algunos de los realizadores que habían trabajado en la serie. Tras varias películas sobre el personaje, en 1979 le tocó el turno a Miyazaki, con "El castillo de Cagliostro", siendo este su primer largometraje. Así se iniciaba una carrera deslumbrante que marcaría la historia del cine durante los próximos 40 años.

"El castillo de Cagliostro" fue la primera película como director de Hayao Miyazaki. Anteriormente ya había colaborado en series, como "Marco", donde ejerció de director artístico, y en "Sherlock Holmes", en la que trabajó como director, así que experiencia no le faltaba. Pero siempre, el salto de la pequeña pantalla a la grande es difícil, pues no es lo mismo mantener el ritmo y la tensión durante media hora que durante hora y media. Sin embargo, Miyazaki demostró con su primer largometraje que eso lo tenía controlado.

Esta película era más un encargo que otra cosa, por lo que Miyazaki no pudo desplegar todo su potencial imaginativo. Tuvo que ceñirse a la historia y los personajes ya creados, con lo que en lugar de una fantasía deslumbrante tenemos una genial película de intriga y aventuras, en la que navega con soltura entre las escenas de acción y drama. Ya en el inicio se nota que sabía lo que hacía. Con un montaje brillante y una animación sensacional, el director japonés nos brinda la que, según muchos afirman, es la mejor persecución en automóvil de la historia del cine de animación. Pero también en las escenas relajadas Miyazaki demuestra su maestría, tanto con la elegante animación como con los fabulosos diálogos de los personajes. Es magnífica la escena en la que Lupin se presenta en los aposentos de la princesa y le dice ser su héroe, llena de elegancia y con un toque de humor que no desentona con el dramatismo de las escenas.

A pesar de ser la primera película, y de no ser más que un empleado de la Toei Animation, se notan en la película atisbos de los recursos estilísticos que Miyazaki abordaría de forma continua en el resto de sus largometrajes. Las escenas en las que muestra los verdes prados de Cagliostro, la historia del jardín abandonado, e incluso el descubrimiento del tesoro al final del filme, son muestras de la importancia que da Miyazaki del hombre y la naturaleza. También algunos personajes, como Fujiko, ladrona y amante de Lupin, representan ese personaje de fuerte carácter que tienen todas sus películas. Pero la película también tiene sus defectos, como algún tramo en la que se hace todo demasiado lento y aburrido. También se nota que la película, con ese guión y esos personajes, podía haber dado más de sí, sobre todo en las escenas más emocionantes, en las cuales, con un poco más de experiencia, Miyazaki habría alcanzado la excelencia y convertido la película en algo grandioso. Es como si el director japones no hubiera terminado de explotar del todo, como si le faltara algo. Pero esto es comprensible en una película que más que un proyecto propio parecía una película de encargo.

Aun así, Miyazaki logra con "El castillo de Cagliostro" una divertida película en la que hay cabida acción, aventura, drama, y mucho humor, todo en menos de dos horas de metraje, plenamente disfrutables. Posteriormente Miyazaki creó su propia compañía, Studio Ghibli, junto con su amigo Isao Takahata, donde terminaría de explotar todo su potencial. Se puede decir que esta película fue el inicio de una larga y laureada carrera en el cine.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ciclo Hayao Miyazaki


El próximo miércoles, 24 de noviembre, sale a la venta el último DVD de la colección Studio Ghibli que la compañía Aurum empezó hace casi un año, con motivo del lanzamiento de "Ponyo en el acantilado". Es una colección en la que han editado los más estimables títulos de la famosa compañía de animación japonesa, ente los que se encuentran las joyas de la corona: la edición de todas las películas que Hayao Miyazaki ha realizado con esta compañía. Hay un dato muy curioso, y es que, a pesar de ser 9 las colaboraciones del director nipón con la compañía de animación, tan sólo 8 están editadas en DVD. El por qué está bien claro: "El viaje de Chihiro", el film que le valió todos los reconocimiento habidos y por haber, estaba editada por otras compañías, Vértigo y Jonu media entre otras, y nunca ha dejado de editarse en DVD. De hecho, si veis el vídeo de arriba, que es el trailer promocional de la colección Studi GHibli que aparece en todos los DVDs (con el precioso tema "Mother of the sea" de "Ponyo en el acantilado"), comprobaréis que esta cinta no aparece.

Sin embargo, Miyazaki no comenzó con Studio Ghibli, pues anteriormente realizó otra película "Lupin III: el castillo de Cagliostro", que está dirigida por él pero que no pertenece a la compañía (todavía no había sido creada). Así que en total suman 10 las películas del director japonés, a falta de estrenarse "Porco Rosso: the last sortie", la segunda parte de las aventuras del cerdo aviador, desarrollada durante la guerra civil española.

¿Y por qué suelto todo este royo? Pues porque, como fiel seguidor de este gran director, y como buen motivo para vérmelas todas otra vez (las compré y las dejé abandonadas), he decidido realizar una serie sobre este gran cineasta, verdadero exponente del cine de calidad y uno de los pocos realizadores, junto con Clint Eastwood, Christopher Nolan, David Fincher y Martin Scorsese, cuyo nombre es actualmente sinónimo de cine de calidad. Sus películas, dotadas de una elegancia y tradicionalidad casi inauditas, compiten seriamente con la nueva oleada de películas de animación por ordenador que parece arrasar en los cines. Pero no sólo es su tradicionalidad lo que le hace un grande, sino que hay una serie de factores que le hacen ser, además, un director de culto, un autor, con unos temas recurrentes que nunca faltan en sus películas:

Amor por la naturaleza.
Décadas antes de que se iniciara esta moda sobre el ecologismo, Miyazaki ya hablaba sobre la relación del hombre con la naturaleza. Tema recurrente en la mayoría de sus películas, su fantasía, alejada de los tradicionales dragones, elfos o enanos, se centra en esa relación entre ser humano y naturaleza, como si fuera algo que nunca vaya a producirse. En algunas películas, como "Mi vecino Totoro", su última "Ponyo en el acantilado", su primera con el estudio "Naussica del valle del viento", pasando por su primera obra maestra "La princesa Mononoke", este es el tema principal. En otras, simplemente, la historia se desarrolla en el campo o en el bosque o algunos personajes viven alejados de la ciudad, siendo la naturaleza sinónimo de relajación, paz y tranquilidad.

Fuertes personajes femeninos
Durante su infancia, la madre de Miyazaki enfermó gravemente de tuberculosis, lo que la tuvo apartada de su vida mucho tiempo. Ese periodo marcó mucho al director, hasta el punto de que en todas sus películas aparezca un personaje femenino, ya sea principal o secundario, que tiene un fuerte carácter. Ahora me acuerdo de la madre de "Ponyo en el acantilado", algunos personajes de "Niky la aprendiz de bruja, como la mujer del panadero, o la mala de "El castillo en el cielo".

Pasión por los aviones.
Cuando la familia Miyazaki se trasladó de su pueblo natal a Kasnuma, su padre montó un negocio relacionado con la aviación. Allí se encargaban de construir los timones de cola para los caza Zero durante la II Guerra Mundial. Ese contacto con los aviones marcó profundamente a Miyazaki, y así, en todas sus películas, se hace alusión al mundo de la aviación, ya sea por medio de aviones ("Porco Rosso"), de grandes dirigibles ("El castillo en el cielo"), escobas mágicas ("Niky la aprendiz de bruja") o toda serie de artilugios voladores.

Desde las profundidades.
En el curioso documental "Hayao Miyazaki y el Museo Ghibli", se hace alusión a un tema recurrente del director que demuestra su genialidad a la hora de realizar fantasía. En este género, el héroe siempre acaba sus historias entrando en las profundidades: en un castillo, en una cueva, en una guarida, para simbolizar las opresión y terror del villano de turno. Miyazaki hace todo lo contrario: sus personajes empiezan sus aventuras en las profundidades y es saliendo a la superficie cuando se sienten libres, liberación que supone para Miyazaki la madurez como individuo. Claros ejemplos de esto se muestran en "Ponyo en el acantilado" (la pececilla descubre el mundo exterior), "Mi vecino Totoro" (vive en las profundidades de un alcanforero) y, fundamentalmente, "El viaje de Chihiro".

Los "momentos Miyazaki"
Este es un término que me he inventado yo, pero que seguro todos habéis experimentado en sus películas. Me refiero a esos momentos simples, sin ningún interés aparente, que en cualquier otra película supondría una escena más, pero que en manos de Miyazaki se convierten en momentos absolutamente mágicos, inolvidables, en el que música, montaje, ritmo y animación, se unen sin saber cómo exactamente para formar algo único. Me refiero a momentos como la parada del autobús de "Mi vecino Totoro", las escenas de la niña sobre el agua, la montaña de barcos o las señales de luz en "Ponyo en el acantilado", o la parte en la que andan por el aire al principio de "El castillo ambulante". Momentos indescriptibles, a priori insulsos, que cuando las ves no sabes exactamente cuál es el motivo por el que emocionan, pero lo hacen. Esos momentos mágicos son también una seña de identidad del director, algo que cuando muera, y esperemos que suceda dentro de mucho, desaparecerá para siempre.

Seguramente haya muchos temas más, pero he decidido exponer los más claros, los más genuinos y exclusivos de su maravilloso cine, el cual me dispongo a volver a disfrutar. Lógicamente, no tendré la presión que tuve con el anterior ciclo de los Oscar, pues tenía el tiempo limitado. Espero que esto sea más holgado, pero no por ello menos intenso y constructivo. A ver qué tal sale.