domingo, 29 de agosto de 2010

¿Puedes invocarlo tú?

LA LLAMADA DE CTHULHU

Título original: The call of Cthulhu
Año: 2005
País: EE.UU.
Duración: 45 min.
Director: Andrew Leman
Guión: Sean Branney, según la novela homónima de H. P. Lovecraft.
Música: Chad Fifer, Ben Holbrook, Troy Sterling Nies y Nicholas Pavkovic
Montaje: David Robertson
Fotografía: David Robertson
Productores: Andrew Leman y Sean Branney
Compañía: The H. P. Lovecraft Historical Society
Intérpretes: Ramón Allen Jr., Leslie Baldwin, Daryl Ball, John Bolen, Aidan Branney et al.

Tras la muerte de un famoso profesor de la Universidad de Miskatonik, su sobrino deberá poner en orden su testamento. Investigando, el joven se topa con unos extraños documentos en los que habla de unos misterioso sucesos ocurridos a principios de siglo, relacionados con una secta demoníaca que adoraba a un diabólico dios llamado Cthulhu.

El mito de Cthulhu es de continua referencia en el mundo del frikismo universal. Ha dado pie a historias, juegos de rol o peluches (yo tengo uno ahora mismito a mi vera), conviertiéndose en todo un icono. Pero parecía que en el cine tenía una cuenta pendiente. La primera aproximación en el séptimo arte fue en la película "Monstruoso", en la que un extraño ser gigantesco ataca la ciudad de Nueva York. Aunque era más bien como una especie de araña verde gigante, se puede considerar como una traslación del mito de Cthulu a la gran pantalla. Más explícita es la aparición del dios extraterrestre en la secuela de "La herencia Valdemar", filme de terror inspirado en los relatos de Lovvecraft que fue el último trabajo interpretativo del gran actor de terror Paul Naschy. En esta película, titulada "la sombra prohibida", al parecer veremos al mismo Cthulhu de verdad, en primer plano, a lo grande, como se muestra en el trailer. Pero esto no dejan de ser apariciones, más o menos explícitas, del personaje creado por Lovecraft.

Es en 2005 cuando un grupo de frikis enfermos de Lovecraft, que se hacen llamar The H.P. Lovecraft Historical Society, deciden llevar al cine "La llamada de Cthulhu" de una vez por todas, introduciendo al famoso ser en su propio contexto. Para ello tomaron una, a mi parecer, muy acertada decisión: dirigir la película como si se tratase de un filme de los años 20, esto es, sin sonido y en blanco y negro. Así, los chicos del HPLHS se plantan una curiosísima película, que a pesar de ser de hace cinco años, pasa como un filme de los años 20, con sus rótulos, sus actores hipermaquillados e histriónicos, con sus decorados de cartón piedra... y sus muñecos de plastelina, porque sí, al final aparece Cthulhu, aunque nunca se le llegue a apreciar en su totalidad, debido a que aparece entre sombras. Eso sí, parece al King Kong o el Godzilla de antaño, de esos de slow motion que hacían con plastilina. Es decir, que el director cuida cada detalle al máximo, para recrear ese tipo de cine con todo el detalle del mundo.

La película, en sí, no es que sea demasiado entretenida aunque, afortunadamente, dura poco. El mayor atractivo se encuentra en presenciar, al fin, una adaptación más que decente de la novela en la que Lovecraft creo al dios demoníaco más famoso del mundo del frikismo, y el supuesto padre del pulpo Paul, como cuentan las malas lenguas. Un filme muy original y muy curioso, que todos los amantes del frikismo, la fantasía y el cine de terror deberían ver algún día.

PD: Aquí tenéis "La canción de Cthulhu", el ejemplo de lo que una mente enferma puede hacer en una tarde de aburrimiento. No sé que es más letal, ver al propio Cthulhu o escuchas este engendro al que llaman canción.

sábado, 7 de agosto de 2010

OBRA MAESTRA

ORIGEN

Título original: Inception
Año: 2010
País: EE.UU.
Duración: 150 min.
Fecha de estreno en España: 6 de agosto de 2010
Director: Christopher Nolan
Guión: Christopher Nolan
Música: Hans Zimmer
Montaje: Lee Smith
Fotografía: Wally Pfister
Productor: Christopher Nolan
Compañía: Warner Bros./Legendary Pictures
Intérpretes: Leonardo Dicaprio, Ellen Page, Cillian Murphy, Jason Gordon-Lewitt, Marion Cotillard, Ken Watanabe, Tom Berenguer, Michael Caine, Tom Hardy et al.

Dan Cobb tiene un trabajo peculiar: entra en los sueños de la gente y les roba sus secretos. Esto le ha permitido ser contratado por magnates de todo el mundo, para hacerse con los secretos mejor guardados de sus rivales y así derrocarles. Pero ese trabajo ha hecho que Cobb no pueda regresar a casa con su familia, lo que le obliga a ser prácticamente un fugitivo trotamundos. En uno de sus trabajos debe introducirse en la mente de Saito, un magnate japonés, pero acaba fracasando. Para evitar que sea aniquilado, Saito le propone un trato, muy distinto a todo lo que había hecho antes: entrar en la mente de Robert Fisher, el heredero de la multinacional competidora de Saito, y no robarle, sino implantarle un recuerdo que haga que derroque su empresa familiar. La recompensa: que Cobb pueda volver a casa sin ningún tipo de complicaciones. A pesar de la enorme dificultad que conlleva la operación, Cobb se siente atraído por la recompensa, la cual lleva esperando años, y decide meterse en el proyecto.

Todos hemos tenido sueños alguna vez. Yo recuerdo uno muy extraño, en el que yo era C3-PO, mi hermano Mark Hamill vestido de Strom Trooper con armadura naranja, y nos secuestraban unos sith del KOTOR 1 en un Corte Inglés dedicado exclusivamente a Star Wars. Pero no dejan de ser eso, sueños, y por mucho que nos parezcan extraños, no dejan de ser eventos que vivimos y sentimos, como si de una realidad alternativa se tratase. Y es que sólo nos damos cuenta de que es un sueño cuando nos despertamos. Este tema, el de los sueños y la realidad, el de los mundos del subconsciente, es el que narra Christopher Nolan, en "Origen", su nueva obra maestra. Soy muy reticente a utilizar este término, pero en esta ocasión no se la puede calificar de otra manera.

Hay muchos tipos de películas. Las hay "de actores", también conocidas como películas corales, en las que los intérpretes llevan todo el peso de la cinta. Las hay sólo de efectos especiales. Si tenemos que clasificar "Origen" según esto, se podría decir que es una película de director y guionista. El guión, sorprendentemente sólido, es una auténtica maravilla. Nolan logra un libreto complejísimo, tremendamente difícil de escribir, pero increiblemente comprensible. No sólo es genial en el desarrollo de una idea como la del mundo de los sueños, sino en el desarrollo de los hechos y en los maravillosos diálogos. Puede que el tema del subconsciente, los sueños y las realidades alternativas ya se hayan tratado en el cine con anterioridad y de una forma mucho más ampulosa que la de Nolan. Se ha criticado mucho que la cinta sea muy lineal, muy encorsetada, tratándose del libérrimo mundo del subconsciente. Y en cierto modo así lo es. No es tan onírica como lo puede ser, por poner un ejemplo, "¡Olvídate de mí!", jugando con las imágenes y los efectos visuales. Pero es que Nolan utiliza otros métodos para hacernos creer que estamos en un sueño. Mientras otros directores juegan con las imágenes o con los sentidos, Nolan juega con el montaje, enlazando escenas sin inicio y que terminan de sopetón, al igual que un sueño lleno de episodios inconexos en el que empiezas en un rascacielos y terminas en una selva, sin saber cómo has legado allí, pero pareciéndote todo completamente normal. Este recurso es usado al inicio del filme, cuando se introduce en la mente de Saito, demostrando que Nolan conoce el medio cinematográfico como la palma de la mano.

Eso sí, mentiría si dijera que Nolan no usa las imágenes para representarnos el mundo de los sueños. Ya es famosa la escena del trailer en la que una ciudad se alza por los cielos, que en pantalla grande es absolutamente bestial. Ésta es el inicio de un pequeño bloque en el que el personaje de Ellen Page empieza a manejar lo que es la arquitectura de los sueños en un alarde de imaginación e inventiva audiovisual impresionante. Pero si hay una secuencia onírica que hará de esta una película mítica esa es, sin duda, la pelea ingrávida en el pasillo, que tan sólo un mes de su estreno en USA, ya tiene su versión LEGO y su versión fan. Muchos la comparan con "Matrix". Ya quisieran los Watchovsky dirigir con el ritmo, la elegancia y la fuerza de Chris Nolan en esta secuencia.

Todo esto, sumado a una maestría narrativa sobrenatural (ese montaje paralelo cuádruple del final, de casi media hora de duración, con el que casi mojo los pantalones) y una intensidad que te mantiene en el sillón con la boca abierta, hace de "Origen" una auténtica maravilla cinematográfica, soplo de aire fresco después de tanta copia, remake, reboot, spin of y adaptación. Un filme denso, muy muy denso, de esos en los que sales cansado del cine, con la cabeza apuntito de estallar por la cantidad de emociones que has vivido. Una película compleja, pero no difícil de entender, con un final abierto (o no) con el que toda la sala soltó una exclamación. Un filme indescriptible, que hay que ver para saber a lo que uno se enfrenta. Nunca una furgoneta cayéndose había tenido tanta tensión. Nunca una peonza nos había mantenido en vilo a tanta gente. Ahora que lo pienso, "Origen" no es perfecta. Tiene un fallo, y bastante grabe: que tarde o temprano se tiene que acabar.