lunes, 25 de julio de 2011

El Miyazaki más flojo

EL CASTILLO AMBULANTE


Título original: Hauru no ugoku shiro
Año: 2004
País: Japón
Duración: 114 min.
Fecha de estreno en España: 3 de marzo de 206
Director: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki, según la novela homónima de Diana Wynne Jones
Música: Joe Hisaishi
Montaje: Takeshi Seyama
Fotografía: Atushi Okui
Productor: Toshio Suzuki
Compañía: Studio Ghibli/Tokuma Shoten/Buenavista Home Entertainment
Intérpretes: (Voces V.O..) Chieko Baisho, Takuya Kimura, Akihiro Miwa, Tatsuya Gashuin, Ryunosuke Kamiki, Mitsunori Isaki, Yo Oizumi et al.

Sophie es una joven que trabaja en una sombrerería. Una mañana sale a la calle y conoce a un misterioso hombre, que resulta ser Howl, el mago que había en el famosísimo castillo ambulante. Esa misma noche, recibe la visita de la bruja del páramo, l cual echa a Sophie una maldición: hace que por el día se convierta en una anciana y no podrá decir nada de lo que le ha pasado. La muchacha deberá entonces huir, yendo a parar al castillo ambulante de Howl.

Tres años después del estreno de su gran obra maestra, Miyazaki regresaba a las pantallas convertido en un referente de la animación mundial y su expectación era máxima. Años antes se había firmado un contrato en el que Pixar, la compañía de animación que estaba despuntanto por aquel entonces (no olvidemos que "Buscando a Nemo" es un año posterior a Chihiro), tendría los derechos de explotación de las películas de Miyazaki en EE.UU., de tal forma que sus trabajos alcanzaran la difusión que merecían en el resto de mundo. Esta relación, a parte de algún que otro homenaje (en "Toy Story 3"aparece un peluche de Totoro), propició que se generaran por ordenador algunas de las animaciones de la película. Esto, desde mi punto de vista, me parece un grave error, pues una de las señas de identidad del cine de Miyazaki es su pureza y el amor absoluto por el cine de animación tradicional en 2D. Y es que, aunque ya se intuían algunos efectos (muy pocos) en "El viaje de Chihiro", en "El castillo ambulante" es un recurso recurrente y bastante llamativo. Y estoy de acuerdo en que queda bien y que se ahorrarían mucho trabajo animando el castillo por ordenador, pero no parece una película que guarde la esencia de Miyazaki.

Pero no sólo estéticamente la película parece fuera de lugar, sino que narrativamente es un filme que deja mucho que desear. Quizá sea por ser la única película del director basada en un tema ajeno a él, en este caso una novela de Diana Wynne Jones que no he tenido el gusto de leer, que la película no tiene el ritmo ni la intensidad que otros trabajos de Miyazaki. En su cine se ve claramente un equilibrio entre acción y drama, entre escenas míticas llenas de intensidad y partes más relajadas. Pero en "El castillo ambulante" ese ritmo desaparece, con lo que tenemos un film tremendamente lento, que puede llegar a aburrir en algunos aspectos y que no llega a maravillar salvo en algunos pequeños momentos del inicio, como a escena en la que Howl y Sophie andan por el aire. Aunque esa grandeza se debe más a la partitura de Hisaishi, fenomenal una vez más, que a la maestría del director.

Y sí, la película tiene los mismos temas, estilo y argumento que todas las demás películas anteriores, pero da la impresión de que "El castillo ambulante" es una película realizada por mero trámite, como una especie de encargo de Pixar, pues la desgana que se ve a lo largo de la película es alarmante. Hay filmes de Miyazaki más largos y más intensos que esta, su peor película hasta el momento. La acción es tan lenta que parece que ha llegado el final, tanto por el ritmo como por la historia (van a ver a la mala de turno), pero te das cuenta de que no ha pasado más que una hora. He llegado a desear fervientemente que acabara, algo que nunca me había pasado con un filme de Miyazaki. Afortunadamente, años después cambiaría radicalmente con uno de sus más entrañables y mejores trabajos de su filmografía: una versión muy personal sobre la Sirenita como muestra de amor a su hijo.

domingo, 3 de julio de 2011

Cómo molas Aronofsky

CISNE NEGRO


Título original: Black swan
Año: 2010
País: EE.UU.
Duración: 108 min.
Fecha de estreno en España: 18 de febrero de 2011
Director: Darren Aronofsky
Guión: John McLaughlin, Andrés Heinz y Mark Heiman
Música: Clint Mansell
Montaje: Andrew Weisblum
Fotografía: Matthew Libatique
Productores: Scott Franklin, Mike Medavoy, Arnold Messer y Brian Oliver
Compañía: Fox Seachlight Pictures/Protozoa/Phoenix Pictures
Intérpretes: Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Winona Ryder, Barbara Hershey, Christopher Gartin, Sebastian Stan et al.

Nina es una joven que trabaja en una compañía de balé. Este año van a representar "El lago de los cisnes" y debido al retiro de la mejor bailarina de la compañía, necesitan a otra chica que interprete el papel protagonista. Ese papel es adjudicado para Nina, cuya dulzura y educación la hacen perfecta para el papel de cisne blanco. Pero el papel de cisne negro exige más osadía y sensualidad, algo de lo que Nina carece. Eso hace que la muchacha se obsesione con el papel hasta límites insospechados, sacrificando incluso su propio cuerpo y sin temor a crearse enemistades y destrozar su vida.

Sé de uno al que no le va a gustar esta crítica, pero si todos pensáramos lo mismo el mundo sería más aburrido. No sé si sería por las altas expectativas o por cualquier otra cosa, pero la cuestión es que "Cisne negro" me ha decepcionado. Con esto no quiero decir que sea una película mala, sino que no me ha gustado tanto como se suponía, teniendo en cuenta las maravillas que se hablan de ella. No me ha terminado de gustar del todo y creo que principalmente es porque Aronofsky, director que ni amo ni odio, ha debido pensar que somos gilipollas.

La cuestión es que el director te destripa la película desde el principio, haciendo que uno de los personajes te cuente el argumento (final incluido) de "El lago de los cisnes". No hay que ser muy listo para asimilar el argumento de ese balé con la historia de Nina, la protagonista, más que nada porque el título hace alusión a ello y porque, a los pocos minutos, vemos como la muchacha empieza a ver cosas extrañas como si se tratara de una peli de terror. El ambiente terrorífico está muy bien hecho por Aronofsky, pero sabemos que no es una película de terror adolescente, sino terror psicológico, lo que indica que la muchacha está un poquito mal de la cabeza. Si relacionamos eso con el argumento del balé, sabemos en a penas 15 minutos de metraje, qué está pasando y cómo va a acabar.

¿Entonces qué pasa con el resto de película? Pues no son más que un cúmulo de escenas llamativas, entre las que hay una arrancada de uña, un despellejamiento, una escena de sexo lésbico y varios intentos de masturbación femenina, así como drojas, alcohol y chunda chunda. Todo muy agradable y bonito. Serían imágenes interesantes si mantuvieran la incógnita o sirvieran para profundizar en el personaje, y aunque Nina evoluciona de forma radical a lo largo de la película, gracias principalmente a la inmensa labor de Natalie Portman, estas escenas son reiterativas, pues ya sabemos desde el principio lo que le pasa a la chavala.

En definitiva, un trabajo de Aronofsky hecho para sus fans que adoran sus birguerías: se despoja de la historia al principio para dedicarse el resto de la película a hacer cabriolas con la cámara, muy originales sí, pero sin sentido, y también a mostrar imágenes polémicas, como todo artista conceptual del siglo XXI, como diciendo "¡Eh, mirad lo que hago, soy un genio!". Una película que debía haber durado tan sólo media hora, lo que se tarda en contar la evolución del personaje y su desenlace, sin necesidad de marear la perdiz con tanta parafernalia. Eso sí, la Portman está fantástica y Mila Kunis es una diosa que ha bajado a la Tierra para que la veamos, eso no se puede negar.