lunes, 26 de octubre de 2009

Un regalo para la vista

VEINTICUATRO OJOS

Título original: Nijushi no hitomi
Año: 1954
País: Japón
Duración: 154 min
Director: Keisuke Kinoshita
Guión: Keisuke Kinoshita
Novela: Sakae Tsuboi
Música: Chuji Kinoshita
Fotografía: Hiroyuki Kusuda
Commpañía: Shochiku Kinema Kenkyû-jo
Reparto: Hideki Goko, Hideko Takamine, Yukio Watanabe, Makoto Miyagawa, Takero Terashita, Kunio Sato, Hiroko Ishii, Yasuko Koike, Setsuko Kusano, Kaoko Kase, Yumiko Tanabe, Ikuko Kambara, Hiroko Uehara -todos conocidos ellos
Premios: Kinema Junpo 1955: mejor película -imponiéndose a Los Siete Samuráis de Akira Kurosawa; Globo de Oro (1955) a la mejor película

Mi puntuación filmaffinity: 9
Puntuación filmaffinity: 7,7

Como anticipaba más arriba, esta película le arrebató el Kinema Junpo a la mejor película a la mismísima Los siete samuráis de Kurosawa, y eso ya es decir mucho. Lo siguiente que debo hacer es advertir que se trata de una película de hace más de medio siglo, de un país que se sitúa literalmente a miles de kilómetros del nuestro (del mío al menos). Con ello quiero decir que el ritmo, la duración, los códigos y las costumbres son distintas de lo que conocemos, por lo que la película puede hacerse difícil para muchos (es muy larga y puede dar la impresión de "no pasar nada").

En mi caso no fue así. No es una película de acción, cierto, pero sí una película muy cuidada, donde las personas son lo primero. Las personas, niños y adultos, listos y no tanto, afortunados y condenados. Inmersa en una época de horrores (la historia abarca toda la Segunda Guerra Mundial) es un canto a la vida, a la importancia de cada uno de nosotros sobre las convenciones y los intereses, a veces tan lejanos, de "la nación". Pero estos temas se dejan caer casi de forma accidental, precisamente porque no son lo que importa. Es una película tierna, a veces dura, y en la que los personajes se hartan y hartan de llorar hasta anegarse en sus lágrimas (unas veces de felicidad, emoción o pura desesperación). Si son sensibles, ¡qué vamos a hacerle!

Por otra parte, es un buen retrato de la sociedad nipona de mitad de siglo XX, con toda su belleza y sus contrastes. Sin duda, quien esté interesado en la cultura japonesa no se arrepentirá de ver esta película, que trata situaciones muchas veces evitadas por otros. En especial, la historia gira en torno a mujeres principalmente. Teniendo en cuenta que al principio de la película la gente se asombra (y en parte escandaliza) de que la profesora monte en bici y vista "a la occidental", está claro que no era la sociedad más abierta e igualitaria, así que se agradece el enfoque.

En fin, una historia sobre un pueblecito de Japón, un clásico antibelicista y una película llena de detalles enternecedores, donde los niños son algo más que simples niños. Además, transcurriendo algo así como 20 años, es uno de esos relatos que nos adentran en la historia de una generación, desde su infancia hasta la madurez. Y siempre me han gustado esas historias, que me hacen ver la vida con otra perspectiva, inusual pero acaso más justa, donde los accidentes del día a día se borran para siempre en el paso de los años, supongo que un poco como los viejos piensan en sus vidas. Sin duda una sensación llena de melancolía y tristeza por todos los compañeros perdidos, pero que no deja de traerme una sensación de felicidad y de haber dejado las cosas hechas como se debe.

domingo, 25 de octubre de 2009

Un castillo que despega, pero que no vuela

EL CASTILLO EN EL CIELO

Título original: Tenkû no shiro Rapyuta
Año: 1986
País: Japón
Duración: 124 min
Director: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki
Música: Joe Hisaishi
Commpañía: Studio Ghibli

Mi puntuación filmaffinity: 6
Puntuación filmaffinity: 7,7


Sin duda estamos ante una película de Miyazaki, en concreto, creo que esta es su tercera película, después de Lupín III: El castillo de Cagliostro y Nausicäa del Valle del Viento (1/2). Por tanto, no nos debe extrañar encontrar innumerables detalles de calidad a lo largo de todo el filme, empezando por los preciosos títulos de crédito.

No obstante, creo que no se trata de uno de sus trabajos más finos. Comparte algunos de los errores de Nausicäa (como la desastrosa música en momentos de tensión) y, lo peor de todo, es que más que viendo una película, uno tiene la sensación de estar ante una serie de dibujos. No tengo nada contra las series, quede claro, pero se echa de menos la ambición de títulos posteriores como la brillante La Princesa Mononoke. Así, habrá que resignarse al código de las series animadas, como personajes bufonescos o secuencias no muy necesarias que alargan y alargan la película.

Pero no todo es negativo. El guión tiene giros poco predecibles y, hasta cierto punto, valientes. Luego está la infinita creatividad de Miyazaki, sus aparatos imposibles y sus ciudades de ensueño (algo que no dejo de comentar en casi ninguna de sus películas). Por supuesto, buenos y malos tendrán sus pequeñas oportunidades para cambiar de bando (o no) y conoceremos algún personaje de lo más curioso. Uniendo todo el en caldero de ni media palabra, creo que resulta un digno homenaje a Jonathan Swift y su reino celeste*.

*"El castillo en el cielo" se llama Laputa en la película, como aparece escrito en alguna ocasión y repiten distintamente los personajes durante largo tiempo. El pudor de Disney evitó el nombre elegido por Swift en Los viajes de Gulliver por su malsonante doble sentido.

1934: Cinco de los grandes

SUCEDIÓ UNA NOCHE

Título original: It happened one night
Año: 1934
País: EE.UU.
Duración: 100 min.
Fecha de estreno en España: 16 de octubre de 1934
Director: Frank Capra
Guión: Samuel Hopkins Addams, según la obra homónima de Robert Riskin
Montaje: Gene Havlick
Fotografía: Joseph Walker
Productor/es: Frank Capra
Compañía: Columbia Pictures
Intérpretes: Clark Gable, Claudette Colbert, Walter Connolly, Roscoe Karns, Jameson Thomas, Alan Hale, Athur Hoyt, et al.

Ganadora de 5 Oscar: película, director, guión, actor, atriz

Ellie es la hija de un multimillonario, el cual no acepta su compromiso matrimonial con un afamado piloto de aviación. Desesperada por la decisión de su padre, que no la deja salir de su cuarto para nada, se fuga de casa y decide coger un autobús rumbo a Nueva York para ver a su amado. Pero las noticias vuelan y su fuga ocupa las primeras páginas de todos los diarios del país. Uno de esos periódicos llega a manos de Peter Warne, un osado periodista que acaba de quedar en paro y que, casualmente, va en el mismo autobús que Ellie. Percatado de la situación, Peter decide hacer un trato con la chica: él le ayudará a llegar a su destino sin que nadie la encuentre, pero a cambio quiere en exclusiva la crónica de su viaje y su boda. Ellie, sin otra opción, decide aceptar, pero todo serán problemas para ambos, pues tendrán que convivir juntos un largo periodo de tiempo, contrastando la humildad de Peter con la arrogancia de una niña rica como Ellie.


Sólo hay tres películas en toda la historia de los Oscar que han ganado los cinco premios considerados los más importantes (¡je, como si la música, el montaje o la fotografía no lo fueran!): Alguien voló sobre el nido del cuco, El silencio de los corderos y Sucedió una noche, la primera en conseguirlo. Parece curioso que los consiguiera teniendo en cuenta las dificultades del rodaje. A parte de un guión del que Capra no estaba demasiado convencido, el principal problema venía de los actores. Por aquel entonces había actores contratados por una compañía, con lo que sólo podían trabajar para ella. Gable estaba contratado por la MGM, pero la Columbia se lo arrebató, para mosqueo del señor Goldwing y su productora. Por otro lado, Claudette Colbert aceptó de mala gana el papel, pensando en las vacaciones que se iba a pegar. Eso sí, después de aceptar el doble del sueldo que le ofrecían. Así que parece increíble la química que había entre los dos actores y sus grandes interpretaciones.

Sucedió una noche es una de esas películas que ya no se hacen. Una comedia tremendamente sutil y elegante, con gloriosas interpretaciones y momentos realmente antológicos, como la canción del trapecio volador, que podéis ver arriba; el final o la famosa secuencia de la pierna. En esta interesante escena, Capra pidió a Colbert que enseñara su propia pierna, pero la actriz, escandalizada, se negó rotundamente. Así que el director tuvo que buscar a otra chica para que enseñara su pantorrilla. Colbert, cuando se entero de que la iban a buscar una "doble de pierna", se dirigió a Capra indignada, diciendo que no consentía que otra actriz sustituyera su preciosa pierna. Así que, al final aceptó a rodarla. Cosas de Hollywood.

A parte de las interpretaciones, posee un guión muy trabajado, tremendamente sencillo pero tremendamente eficaz, con unos personajes muy bien escritos y algunas partes muy logradas, como lo del muro de Jericó. Es impresionante que en poco más de hora y media el argumento de tantos giros y giros, sobretodo en su recta final, de tal forma que uno no puede distraerse ni un segundo, no porque no deba, sino porque Capra no le deja. Y es que el director, sin muchos alardes técnicos, hace que la historia te seduzca y no puedas apartar la mirada.

Puede que no haya dicho mucho de esta película, pero es que, a simple vista, no tiene nada, pero lo tiene todo. Es una película sencilla y con poco presupuesto, pero sus interpretaciones y las disparatadas pero verosímiles situaciones de los protagonistas hacen de Sucedió una noche un clásico imperecedero. De obligada visión.

miércoles, 21 de octubre de 2009

1932/1933: ¡Dios salve a la reina!

CABALGATA

Título original: Cavalcade
Año: 1933
País: Gran Bretaña
Duración. 100 min.
Director: Frank Lloyd
Guión: Reginald Berkeley, según la obra homónima de Noel Coward
Montaje: Margaret Clancey
Fotografía: Ernest Palmer
Productor/es: Frank Lloyd
Compañía: Fox Film Corporation
Intérpretes: Diana Wynyard, Clive Brook, Una O'Connor, Herbert Mundin, Beryl Mercer, Irene Browne, Temple Pigott, et al.

Ganadora de 3 Oscar: película, director, decoración

La película narra la vida de los Marryot, una familia noble británica y la de los Bridges, sus criados, desde la guerra de los Boers en 1899 hasta el inicio del año 1933.


Como veis en el argumento tampoco hay demasiado que contar. No es más que el reflejo de la vida de dos familias de distinta clase social en la Inglaterra de principios del Siglo XX. Lo mismo que ocurrió con Cimarron, pero con los británicos. La diferencia está en que la película norteamericana es treméndamente entretenida y con una historia que va evolucionando a lo largo del metraje. Aquí todo es totalmente insulso. Lo único que cambia es el número de personajes, que va disminuyendo a medida que avanza la película (muere hasta el apuntador, incluso la Reina) y todo rezuma un aroma de exaltación de lo británico casi insoportable, que se hace patente en el monólogo final de Jane Marryot, que bien podría tratarse de un discurso de Navidad la reina, con champán incluido.

Y es que la película, sin dejar de ser mala, no llama la atención. Te deja con la misma sensación antes de verla que después. No conmueve en absoluto, ni ninguna de las cuantiosas muertes ni los mensajes antibelicistas, uno en forma de canción y otro en ese discurso final, en el que no pude sino esbozar una sonrisa irónica cuando, en 1933, la protagonista pide por que su amado país no sufra más guerras. Ni siquiera relata las diferencias entre miembros de la burguesía y criados, un tema que podría ser interesante, ni la evolución social de Inglaterra durante la primera treintena del Siglo XX. Cabalgata no es más que el drama de una familia y de cómo afrontan los inicios de uno de los siglos más belicosos de la historia moderna. Pero para que ello te interese tienes que sentir empatía por los personajes, pero en mi caso no fue así. Tanto hablar de lo grande que es Inglaterra, de la reina y del honor y no se qué más acaban a uno por distanciarle.

Otra de las cosas que más me llamó la atención de Cabalgata fue su decoración. No comprendo cómo pudo llevarse el Oscar, sobre todo cuando hay un plano de la ciudad de Londres que se nota que está hecha de cartón piedra.

Y no hay mucho más que contar. Las interpretaciones están bien, el guión no está mal, la dirección está bien también. La peli no aburre porque no te da tiempo a aburrirte, pero te deja con una sensación de indiferencia que no es muy agradable, y menos para un film que se supone ha ganado el Oscar a la mejor película. No es una mala película, pero me parece demasaido floja para conseguir ese galardón. Se puede decir que las he visto mejores. De momento, la pongo en el paquete junto con La melodía de Broadway.

martes, 20 de octubre de 2009

1931/1932: El coche de madame Gruzenskaya

GRAN HOTEL

Título original: Grand Hotel
Año: 1932
País: EE.UU.
Duración: 120 min.
Director: Edmund Goulding
Guión: William A. Drake, según la obra homónima de Vicky Braum
Montaje: Blanch Sewell
Fotografía: William H. Danields
Productor/es: Irvin Thalberg
Compañía: MGM
Intérpretes: Greta Garbo, John Barrymore, Joan Crawford, Wallace Beery, Lionel Barrymore, Jean Hersholt, Robert MacWade et al.

Ganadora de 1 Oscar: mejor película

En el Gran Hotel de Berlín se codea lo más selecto de la alta sociedad europea: una famosa bailarina rusa, un misterioso y seductor barón, un gran empresario y su actractiva secretaria y un modesto obrero que decide pasar sus últimos días en aquel hotel de lujo, al diagnosticarle una enfermedad mortal. En ese lugar se producirán risas, llantos, conspiraciones, robos y muertes en la sociedad alemana de entreguerras.

Hay películas que destacan por su apartado técnico, con sus grandes decorados y sus multitudes. Otras destacan por aspectos más artísticos, como su dirección o una gran historia. Pero hay otras que se sustentan sólo por sus interpretaciones. Al igual que en el fútbol, donde casi la totalidad es de los futbolistas, en algunas películas el trabajo es sólo de los actores, que con su calidad y su renombre pueden llevar a la estratosfera una película que carece de todo lo demás. En este caso, y siguiendo con el símil futbolístico, Gran Hotel podría considerarse como el Real Madrid del cine, pues posee, según muchos, el mejor reparto de actores que jamás se hayan podido reunir juntos en una película: Greta Garbo, Joan Crawford, Wallace Beery y los hermanos Barrymore.

Pero como casi siempre ocurre cuando se unen muchas estrellas suele haber rencillas entre ellos y alguna que otra extravagancia. Cuentan que Greta Garbo no consentía salir junto a los hermanos Barrymore, unos auténticos fuera de serie en la época, pues la restarían protagonismo. Así que se optó por una solución drástica: salir sólo con uno de ellos. Así, al no existir el dúo, no tenía nada que temer. Bueno, eso, y mimarla delante de la cámara. La película tiene muchos primeros planos de su cara, diciendo las típicas frases que quedan para la posteridad, como si se tratase de la auténtica estrella. Otra curiosidad, un poco más absurda, es la que concernió a Wallace Beery. Acostumbrado a la comedia, se negó a interpretar un personaje con tanta carga dramática como el de esta película. Pero cambió de opinión cuando le dijeron que podía realizar una de sus interpretaciones favoritas: poner acento alemán. Por extraño que parezca, eso le fue suficiente para aceptar. Y lo cierto es que lo hace estupendamente bien. El resto de actores, que yo sepa, no tiene excentricidades, pero trabajan igual de bien que el resto. Es más, a falta de prodigios técnicos, son los actores los que sustentan la película con sus fabulosas interpretaciones. De hecho está basada en una obra de teatro.

Y si hay algo importante en una obra teatral a parte de los actores es el texto. El guión de Gran Hotel también es muy bueno, no sólo por sus diálogos, sino por la construcción de los personajes, sus matices, su evolución a lo largo de la película, y sobre todo el mensaje final, un claro mensaje optimista para los ciudadanos americanos de aquella época. En plena Gran Depresión es bien recibido el triunfo de la humildad y la clase obrera frente a la burguesía y eso es lo que en definitiva representa esta película.

Con todo tenemos una gran película: Gran Hotel, un film donde se unen algunos de los más grandes actores de la historia, con un guión muy bien logrado y una historia muy acorde con la época en la que se estrenó. Puede que no conmueva demasiado o que no salgas con esa sensación extraña que te dejan las obras maestras, pero es una digna merecedora del premio y una de las más grandes películas de la historia de Hollywood. Es más, esta película es mencionada en otra gran película de los Oscar: El Apartamento... después de una larga pausa publicitaria...

lunes, 19 de octubre de 2009

1930/1931: Mucho más que un western

CIMARRÓN

Título original: Cimarron
Año: 1931
País: EE.UU.
Duración: 120 min
Director: Wesley Roggles
Guión: Howard Estabrook, según la novela homónima de Edna Ferber
Música: Max Steiner
Montaje: William Hamilton
Fotografía: Edward Cronjager
Productor/es: Wesley Ruggles y William LeBaron
Compañía: RKO
Intérpretes: Richard Dix, Irene Dunne, Estelle Taylor, William Collier jr., Nance O'Neil, Edna May Oliver, Roscoe Ates et al.

Ganadora de 3 Oscar: película, guión adaptado, decoración

Norteamérica, 1889. Yancey Cravat, un hobre de espíritu aventurero, vive con su esposa Sabra y sus hijos en la casa de sus millonarios suegros. Harto de estar encerrado allí mientras que el mundo entero se lanza a explorar los nuevos territorios del oeste, Yancey decide dejar la vida fácil y llevar a su familia con él a vivir a un pequeño pueblo del oeste. A pesar de ser ya conocido en la zona, Yancey encontrará dificultades, pero sus logros harán que, a lo largo de 40 años, la ciudad prospere, transformándose en el estado que todos conocemos hoy como Oklahoma.

Es curioso que en los más de 80 años de la historia de los Oscar tan sólo 3 western hayan ganado el premio a la mejor película. Pero si repasamos los tres títulos nos damos cuenta que son un tanto particulares: Bailando con lobos, la famosa película de Kevin Costner, no es el típico western que ponen todos los veranos, sino una película que se desarrolla en el oeste americano, pero sin duelos, sin sheriff, sin bar y lo más importante, sin John Wayne. Sin perdón sí que es un western a la antigua usanza, pero es más una crítica al género y con un estilo renovado. Y por último, la que nos ocupa, Cimarrón, no puede considerarse un western en su totalidad. Es cierto que gran parte de la película tiene todos los ingredientes del género, pero es que la película narra 40 años de la historia de un estado de Norteamérica ¿qué culpa hay de que a finales del siglo XIX existiera todavía el Far West? Así que, mientras gran parte del film es un western, la otra retrata una sociedad más evolucionada en el siglo XX. Así que se puede decir que Cimarrón, más que un western, es una película histórica.

Se podría decir que Cimarrón es el prototipo de película "oscarizable". Eso que entendemos hoy en día como la típica superproducción espectacular, estilo Lo que el viento se llevó, que arrasa en las nominaciones y tienen ese toque épico. De hecho, si a una película me recordó esta Cimarrón, fue a la mítica cinta de Victor Fleming, eso sí, con menos dinero. La película tiene la ampulosidad y la grandeza de ese tipo de dramas épicos, con grandes multitudes y una decoración espectacular (por la que ganó el Oscar), pero se nota que le faltan medios y quizá un poco de tiempo. Si este film hubiera sido realizado varios años después seguramente habría ganado mucho, sobretodo con la introducción del color.

Continuando con el tema, en Cimarrón se notan aún los restos de las expresivas interpretaciones de los actores del cine mudo, pero sus restos son tan nimios que se puede decir que esta es una película de transición en este aspecto. La anterior ganadora, la gran Sin novedad en el frente, aun guardaba, en la gran mayoría de sus intérpretes, esa excesiva actuación. En la posterior ganadora, de la que hablaré próximamente, esto ya no se nota. En Cimarrón solo aparece en el personaje protagonista, por medio de su actuación y también del maquillaje, algo exagerado.

Y precisamente, es el papel protagonista el mayor fallo de esta gran película. Yancey es el hombre perfecto: alto, fuerte, apuesto, rico, seductor, que se lleva bien con todo el mundo, con los buenos, con los malos, con los indios, y que tiene una familia ejemplar. Yo diría que incluso caga oro, como Tywin Lannister. Por si fuera poco, es profundamete creyente, tremendamente justo y completamente honrado. ¡Incluso tiene un hijo geólogo! ¿qué más se puede pedir? Es más que un héroe, es un superhéroe. El superhéroe de Oklahoma. Todo lo que hace lo hace bien, incluso si está mal. Tiene algunas actuaciones un tanto dudosas, pero no pasa nada. Abandona a su mujer diez años, pero cuando vuelve se le perdona. Defiende a una prostituta a la que todo el pueblo odia, pero da igual, ¡es Yancey Cravat! Es un personaje tan irreal que uno no acaba de creérselo y esto, siendo el protagonista, hace que el espectador se tome la película en vano y no se crea casi nada de lo que cuentan. Si fuese un poco más humano (me refiero a un poco más imperfecto, porque Yancey rezuma humanidad por todos los orificios de su cuerpo) sería todo mucho más creíble.

No obstante, este no es defecto suficiente para que Cimarrón sea una mala película, que no lo es. Es una grandísima película, muy entretenida, que sorprende al cambiar de género a lo largo del metraje, con una dirección artística de quitarse el sombrero, buenas interpretaciones y una historia que va desde la justicia, hasta la igualdad de razas, pasando por el poder de la mujer en el mundo y demás temas. Una película que no sólo no aburre, sino que entretiene y conmueve. De obligada visión, eso sí, si podéis haceros con ella (sólo está editada en DVD en los Estados Unidos de América, pero subtitulada en nuestra lengua).

sábado, 17 de octubre de 2009

1929/1930: No a la guerra

SIN NOVEDAD EN EL FRENTE

Título original: All quiet on the Western Front
Año: 1930
País: EE.UU.
Duración: 125 min.
Director: Lewis Milestone
Guión: George Abbot, según la novela "Im Western nichts Neues", de Erich Maria Remarque
Fotografía: Arthur Edeson
Montaje: Edgar Adams
Productor/es: Carl Laemle jr.
Compañía: Universal Pictures
Intérpretes: Louis Wolheim, Lew Ayres, John Wray, Arnold, Lucy, Ben Alexander, Scott Kolk, Owen Davis Jr., Walter Browne et al.

Ganadora de 2 Oscar: película, director.

Acaba de estallar la 1ª Guerra Mundial y en Alemania la gente lo celebra exaltada. Todos se reúnen para despedir a las tropas y les dan ánimos para defender al Kaiser y al país. En una clase de un pequeño pueblo, el profesor Kantorek habla a sus alumnos de los beneficios de la guerra y les anima a alistarse en el ejército, pues será una oportunidad de conseguir gloria, fama y mujeres. Paul y el resto de sus amigos, enfervorizados, aceptan alistarse y a los pocos días están en la escuela de adiestramiento. Pero lo que todo eran risas y ambición, una vez en el campo de batalla se desvanecen: muertos por doquier, sufrimiento, horror... y ni pizca de lo que aquel profesor les dijo. Paul descubrirá entonces lo que realmente es la guerra, en fuerte contraste con las creencias que se tienen en sus casas.


Después de la enorme decepción que supuso La melodía de Broadway me enfrenté a la siguiente película con todas las ganas del mundo, pues era una de las muchas que ya me había visto, pero que a penas recordaba. Sabía que era un peliculón, pero no que fuera tan rematadamente buena. Sin ir más lejos, esta fue, con dos estatuillas, la primera película que ganó más de un Oscar, en concreto los de mejor película y mejor director, ambos totalmente merecidos, pues Sin novedad en el frente, un hermoso e impresionante canto al antibelicismo, es lo mas parecido a una obra maestra que hay. Lógicamente, no lo es, debido a una serie de limitaciones técnicas típicas de la época.

Sin novedad en el frente es una película que saca el máximo partido a todos los aspectos cinematográficos. Si nos fijamos, por ejemplo, en los efectos especiales, decoración y demás, la película es superlativa (¡toma adjetivo hiperculto!). No estamos ante una película que escatime en gastos, con explosiones que parecen petardos y demás. No. En Sin novedad en el frente se nota que se han gastado las pelas, tanto en las impresionantes secuencias de acción como en las grandes multitudes de extras que aparecen en ellas. Lógicamente, las limitaciones técnicas no permiten mostrar el realismo de otras cintas bélicas como Salvar al soldado Ryan o El Día D, pero para los años 30 esto debe ser lo más parecido a una superproducción de acción que se podían encontrar.

Pero esta película no sólo destaca en el apartado técnico, sino que también en el artístico tiene grandes logros. En primer lugar su guión. La verdad es que se nota cuándo una película está basada en una obra literaria: sus diálogos, sus situaciones, la complejidad de los personajes... Y en Sin novedad en el frente también se nota. Posee unas frases y monólogos memorables, como el del profesor al inicio, o el del mismo Paul al volver a la escuela donde se educó, uno de los mejores momentos del film. Tiene también situaciones muy curiosas, como el de las francesas, y diálogos realmente buenos, como el de las tropas preguntándose por qué existen las guerras. Los personajes están muy bien escritos y su evolución es muy creíble. Sobretodo, el que más me gustó fue el de Kat Katzinsky, una especie de ladronzuelo que se dedica a robar alimentos para que los miembros de su tropa puedan alimentarse. Y parte de ese carisma del personaje lo tiene, por supuesto, el actor, con su peculiar rostro. Y el resto de actores le siguen a la zaga, sin que haya alguno que destaque sobre los demás en su trabajo, todos perfectos. Eso sí, aún se ven ciertas reminiscencias de la forma de actuar del cine mudo, algo que tardará algunos años en desaparecer, no muchos.

Mas, si algo hay que destacar en esta película es la labor del director. Lewis Milestone, sin ser un nombre muy conocido, logra no sólo entretener, sino emocionar con sus imágenes y con los sucesos de sus personajes. Además logra unos movimientos de cámara realmente espectaculares, destacando el de la secuencia de la ametralladora, en la que se nos muestra a un hombre haciendo un barrido con el arma hacia la derecha y con un montaje paralelo, un traveling lateral moviéndose en la misma dirección que la ametralladora, y que nos muestra a los guerreros cayéndose y muriendo, como si la cámara fuese el mismo arma y nosotros los ejecutores.

En definitiva, se puede decir que Sin novedad en el frente es un auténtico peliculón. Tiene todo lo que se le pide a una película: entretenimiento a raudales, calidad artística y mensaje moral del que te quedas pensando algún rato después de verla. Sería la película perfecta de no ser por un aspecto, más moral que cinematográfico: las muertes. La sociedad puritana de aquella época no soportaría ver sangre ni violencia en el cine. No digo que las explosiones revienten tripas o hagan volar brazos y piernas, pero sí que los muertos parezca que fenecen por heridas de guerras. No sé, un poquito de salsa de tomate en la camiseta sería más que suficiente. Pero en esta película, parece que los militares perecen de muerte súbita, que van corriendo y se caen. De pronto estalla una bomba a 5 metros de él, que más que bomba parece un petardo, y el hombre en cuestión se cae. Y resulta que está muerto. No tiene heridas aparentes ni nada, pero muerto está. ¿Qué te ha pasado fiera, te has muerto del susto? En fin, que si no fuera por eso, la película sería totalmente perfecta.

PD: Arriba tenéis el trailer y podéis ver la famosa escena de las manos en la alambrada. Eso es lo más gore que hay en toda la película.

jueves, 15 de octubre de 2009

Las mejores películas de los Oscar

Aquí tenéis la lista, en orden cronológico, de todas las cintas que han ganado el tan codiciado premio a la mejor película...

¡¡¡EL RETO ESTÁ AL 100%!!!
Y aún faltan unas horas para saber quién ocupará el puesto 82 de nuestra lista... ¡SUERTE!

1.- 1927/1928 - Alas (William A. Wellman)
2.- 1928/1929 - La melodía de Broadway (Harry Beaumont)
3.- 1929/1930 - Sin novedad en el frente (Lewis Milestone)
4.- 1930/1931 - Cimarron (Wesley Roggles)
5.- 1931/1932 - Gran Hotel (Edmund Goulding)
6.- 1932/1933 - Cabalgata (Frank Lloyd)
7.- 1934 - Sucedió una noche (Frank Capra)
8.- 1935 - La tragedia de la Bounty (Frank Lloyd)
9.- 1936 - El gran Ziegfeld (Ronald Z. Leonard)
10.- 1937 - La vida de Emile Zola (William Dieterle)
11.- 1938 - Vive como quieras (Frank Capra)
12.- 1939 - Lo que el viento se llevó (Victor Fléming)
13.- 1940 - Rebeca (Alfred Hitchcock)
14.- 1941 - Qué verde era mi valle (John Ford)
15.- 1942 - La señora Miniver (William Wyler)
16.- 1943 - Casablanca (Michael Curtiz)
17.- 1944 - Siguiendo mi camino (Leo McCarey)
18.- 1945 - Días sin huella (Billy Wilder)
19.- 1946 - Los mejores años de nuestra vida (William Wyler)
20.- 1947 - La barrera invisible (Elia Zakan)
21.- 1948 - Hamlet (Lawrence Olivier)
22.- 1949 - El político (Robert Rossen)
23.- 1950 - Eva al desnudo (Joseph L. Mankiewicz)
24.- 1951 - Un americano en París (Vincente Minelli)
25.- 1952 - El mayor espectáculo del mundo (Cecil B. DeMille)
26.- 1953 - De aquí a la eternidad (Fred Zinneman)
27.- 1954 - La ley del silencio (Elia Kazan)
28.- 1955 - Marty (Delbert Mann)
29.- 1956 - La vuelta al mundo en 80 días (Michael Anderson)
30.- 1957 - El puente sobre el río Kwai (David Lean)
31.- 1958 - Gigí (Vincente Minelli)
32.- 1959 - Ben Hur (William Wyler)
33.- 1960 - El apartamento (Billy Wilder)
34.- 1961 - West Side Story (Robert Wise y Jerome Robbins)
35.- 1962 - Lawrence de Arabia (David Lean)
36.- 1963 - Tom Jones (Tony Richardson)
37.- 1964 - My Fair Lady (George Cukor)
38.- 1965 - Sonrisas y lágrimas (Robert Wise)
39.- 1966 - Un hombre para la eternidad (Fred Zinnemann)
40.- 1967 - En el calor de la noche (Norman Jewison)
41.- 1968 - Oliver! (Carol Reed)
42.- 1969 - Cowboy de medianoche (John Schlesinger)
43.- 1970 - Patton (Franklin J. Schaffner)
44.- 1971 - French Connection, contra el imperio de la droga (William Friedkin)
45.- 1972 - El Padrino (Francis Ford Coppola)
46.- 1973 - El golpe (George Roy Hill)
47.- 1974 - El Padrino. Parte II (Francis Ford Coppola)
48.- 1975 - Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman)
49.- 1976 - Rocky (John G. Avildsen)
50.- 1977 - Annie Hall (Woody Allen)
51.- 1978 - El cazador (Michael Cimino)
52.- 1979 - Kramer contra Kramer (Robert Benton)
53.- 1980 - Gente corriente (Robert Redford)
54.- 1981 - Carros de fuego (Hugh Hudson)
55.- 1982 - Gandhi (Richard Attemborough)
56.- 1983 - La fuerza del cariño (James L. Brooks)
57.- 1985 - Memorias de África (Sydney Pollack)
58.- 1986 - Platoon (Oliver Stone)
59.- 1987 - El último emperador (Bernardo Bertolucci)
60.- 1988 - Rain Man (Barry Levinson)
61.- 1989 - Paseando a Miss Daisy (Bruce Beresford)
62.- 1990 - Bailando con lobos (Kevin Costner)
63.- 1991 - El silencio de los corderos (Jonathan Demme)
64.- 1992 - Sin perdón (Clint Eastwood)
65.- 1993 - La lista de Schindler (Steven Spielberg)
66.- 1994 - Forrest Gump (Robert Zemeckis)
67.- 1995 - Braveheart (Mel Gibson)
68.- 1996 - El paciente inglés (Anthony Mingella)
69.- 1997 - Titanic (James Cameron)
71.- 1998 - Shakespeare in love (John Madden)
72.- 1999 - American Beauty (Sam Mendes)
73.- 2000 - Gladiator (Ridley Scott)
74.- 2001 - Una mente maravillosa (Ron Howard)
75.- 2002 - Chicago (Rob Marshall)
76.- 2003 - El Señor de los Anillos: el Retorno del Rey (Peter Jackson)
77.- 2004 - Million Dollar Baby (Clint Eastwood)
78.- 2005 - Crash (Paul Haggis)
79.- 2006 - Infiltrados (Martin Scorsese)
80.- 2007 - No es país para viejos (Ethan y Joel Coen)
81.- 2008 - Slumdog Millionaire (Danny Boyle)

Aquí y aquí podéis encontrar más información sobre este desafío.

1928/1929: Show must go on!

LA MELODÍA DE BROADWAY

Título original: The Broadway melody
Año: 1929
País: EE.UU.
Duración: 96 min.
Director: Harry Beaumont
Guión: Edmund Goulding, Norman Houston y James Gleason
Música: Nacio Herb Brown
Montaje:Sam Zimbalist y William LeVanway
Fotografía: Jon Arnold
Productor/es: Harry Rapf, Irving Thalberg y Laurence Weingarten
Compañía: MGM
Intérpretes: Charles King, Anita Page, Bessie Love, Jed Prouty, Kenneth Thomson, Edward Dillon, Mary Doran, Eddie Kane, J. Emmett Beck, Marshall Ruth et al.

Ganadora de 1 Oscar: mejor película

Hank y Queenei Mahoney son dos hermanas artistas, que después de recorrer un gran número de pequeñas ciudades de la costa oeste de EE.UU., deciden dar el gran salto viajando a Nueva York para triunfar en Broadway. Las dos hermanas llegan ilusionadas con un mundo que les parece de color de rosa, pero con el tiempo sufrirán engaños y tretas y descubrirán el verdadero mundo del espectáculo, un descubrimiento que puede hacer que las dos hermanas, al principio eternamente juntas, comiencen a distanciarse.



Cuando a uno le cuentan que tal o cual película ganó el Oscar a mejor filme en tal año, siempre intenta buscar, al verla, qué es lo que pudo hacer que dicha cinta fuera la elegida. Puede que tenga un gran reparto, que sea una superproducción apabullante o que realmente sea una gran película. Lo extraño es que, con La melodía de Broadway, no encuentro ninguna razón, pues no tiene nada de lo anterior.

Quizá todo venga ya de la ceremonia, una edición un tanto sosa en la que sólo hubo siete candidaturas (la edición con menos candidaturas de la historia) y con sólo siete películas galardonadas, cada una con una estatuilla, claro está. Así que más soso imposible. Y mirad que parece raro siendo en esta ocasión un musical, que se supone debe tener ritmo, fuerza o canciones pegadizas. Pues ni eso. Salvando la primera canción que da título a la película y que podéis escuchar arriba, el resto de canciones no tiene absolutamente nada de atractivo. Ni siquiera la historia tiene interés, ni los actores llaman la atención, ni es un prodigio de la técnica, ni hay impresionantes coreografías... leo por ahí que tuvo un enorme éxito de taquilla. Hombre, estrenándose en el 29, en plena Gran Depresión y con el crack de la bolsa, supongo que algo de alegría y música era bien recibido por el público, que durante hora y media podía soñar con el lujo de Broadway. Pero creedme, esta película no tiene nada. Es infumable. Ni siquiera el pegadizo tema principal y la belleza de Anita Page pueden salvarla.

Sin embargo, la película no es aburrida. Principalmente porque no da tiempo a aburrirse de lo corta que es. Y a pesar de todo, uno puede entretenerse con la puesta en escena de los años 20. Mientras la veía y contemplaba los movimientos de los actores, de los bailes, de los movimientos de las manos de las bailarinas, no podía parar de pensar en las parodias que se hacen del cine de los años 30 y de los musicales clásicos. Así, toda la película la vi como una comedia, una parodia que no era tal, un film que en aquellos años sería el furor, pero que 80 años después (se dice pronto) puede parecer lo más irrisorio del mundo.

Se puede intuir que esta película no me entusiasmó mucho. La verdad, no encontré por donde cogerla. Ha sido mi primera decepción y me temo que no será la última. Afrotunadamente, y ya os adelanto acontecimientos cual Marty Macflay viajando al futuro en su Delorian, toda la calidad que le falta a esta película la sobra a la del año siguiente, una de las mejores y más impresionantes películas que han ganado este insigne galardón. ¿Que cuál es? Mmmm... me da a mí que váis a tener que esperar.

miércoles, 14 de octubre de 2009

1927/1928: Dos por el precio de una

ALAS

Título original: Wings
Año: 1927
País: EE.UU.
Duración: 133 min.
Director: William A. Wellman
Guión: Hope Loring, Harry D. Lighton, John Monk Sanders
Montaje: E. Lloyd Sheldon
Fotografía: Harry Peters
Productor/es: Lucien Hubbard
Compañía: Paramount Pictures
Intérpretes: Clara Bow, Charles Rogers, Richard Arlen, Gary Cooper, Jobyna Ralston, El Brendel, Arlette Marchal et al.

Ganadora de 1 Oscar: mejor película

Jack es un joven pueblerino que vive con sus padres en la Norteamérica de 1917. Su vecina Mary está enamorada de él, pero Jack ama en realidad a Sylvia, una chica venida de la ciudad. Sin embargo, a Sylvia le gusta David, el chico rico del pueblo, apuesto y seductor. Cuando estalla la 1ª Guerra Mundial ambos chicos acuden a alistarse en el cuerpo de aviadores del ejército estadounidense. Al principio su relación será un tanto negativa, pues sus condiciones sociales y económicas crean distancias entre ellos. Pero las penurias de la guerra y su crudeza harán que surja entre ellos una profunda amistad.

El 19 de mayo de 1929 se llevó a cabo en Los Ángeles, California, un acontecimiento histórico. Sus artífices no lo sabían, pero estaban empezando a forjar uno de los eventos más importantes de la historia del cine. Esa fecha, en el Hollywood Roosevelt Hotel, según la Wikipedia, hotel de estilo español (es curioso que, aunque remotamente, los españoles formemos parte de ello), se celebró la 1ª edición de los Oscar, los premios más famosos del mundo del cine.

Esta primera ceremonia estaba llena de curiosidades. La primera de todas es que apenas duró 5 minutos, frente a las tres horas y media que duró la edición de 2009. Otra curiosidad es que, a pesar de haber otorgado un premio técnico a "El cantor de Jazz", por ser la primera película con sonido, el resto de premios fueron a películas mudas, siendo esta la única ceremonia de los Oscar en la que ocurrió. A partir de la siguiente ceremonia todas las películas han sido con sonido.

Pero lo más curioso de esta primera entrega de premios fue que hubo dos mejores películas, es decir, hubo dos categorías: mejor película y mejor calidad artística de producción. La primera se daba a aquellas películas que habían sido un éxito de taquilla o en las que se había empleado más dinero. Era algo así como el premio a la "mejor producción". Mientras que la segunda categoría hacía referencia a la calidad de la película en cuestión. Por eso, si tenemos una visión "actualista" de lo que significa para nosotros el Oscar a la mejor película, la de 1927/1928 tuvo que ser "Amanecer", de Murnau, una obra de arte absoluta que, a pesar de ser muda, no aburre en ningún momento. La película tiene una fotografía perfecta, tenebrista, que otorga a la película de una belleza abrumadora. Si hay un adjetivo para definirla este sería "bellísima". Sin embargo, los datos son los datos, y lo que figura en los archivos como el Oscar a la mejor película estrenada entre 1927 y 1928 es "Alas", una película que tiene más de lo que muestra.

"Alas", a simple vista, puede parecer una película insulsa, sin nada que ofrecer, incluso aburrida, por su excesiva duración (casi dos horas y cuarto). Y en cierto modo, para el espectador poco acostumbrado, puede parecer un tanto tediosa. Pero no es en la estética en lo que destaca esta película, sino en la técnica y la complejidad con la que ha sido rodada. Las escenas de combates aéreos entre aviones americanos y alemanes no son muy intensas que digamos, pero visto desde los ojos de un espectador de los años 20, debieron ser un prodigio de la técnica de por aquel entonces. Ni me imagino lo difícil que debió ser rodar aquello en esa época. Y lo mejor es que la película está llena de estas secuencias de acción, con lo que su complejidad aumenta, pero cansa y, en cierto modo, aburre. También hay que hablar de la técnica del director, pues nos regala algunas secuencias cuyos movimientos de cámara son muy sugerentes, como el super zoom que hay en la secuencia del restaurante de París, realmente impresionante.

Sobre los actores, pues no hay demasiado que comentar. Tienen la típica sobreactuación del cine mudo, tan curiosa, pero a la vez tan eficaz. Hay que mencionar que este filme hay un pequeño caméo del gran "Gary Cooper", que sale apenas un minuto, pero otorga a la película cierta clase...

Y poco más que contar. No hablo de música ni de montaje porque la una no existía por aquel entonces y la otra era demasiado rudimentaria como para hacerse notar. Comparando esta con "Amanecer", "Alas" no alcanza la calidad de la película dirigida por Murnau y si hacemos una retrospectiva de todas las ganadoras a lo largo de la historia, tampoco parece digna ganadora. Sin embargo, su espectacularidad y su complejidad (de aquella época) es más que justificada para explicar que le concedieran el primer Oscar a la mejor película. En definitiva, un filme que hoy en día puede servir, vulgarmente hablando, como papel higiénico, pero que en los años 20, en un arte que estaba floreciendo, se puede considerar palabras mayores. Una bastante digna ganadora.

lunes, 12 de octubre de 2009

LOS OSCAR: 1 HOMBRE, 81 PELÍCULAS.

El otro día, al terminar de ver o, mejor dicho, admirar, "Muerte entre las flores", el debut cinematográfico de los hermanos Coen, apagué el DVD y la pantalla pasó a la triste realidad de la programación televisiva. Pero afortunadamente no me despegué del mundo mágico del Séptimo Arte, pues como es norma en este país a altas horas de la madrugada, estaban poniendo buenas películas. Y esta no era una película cualquiera, sino una obra de arte: "El Apartamento", del gran Billy Wilder, uno de sus mejores trabajos. Como no tenía sueño me quedé a verla y lo que pasó después sólo lo pueden hacer las grandes películas: me volví a enamorar, de Shirley McLaine, de Jack Lemmon, de Billy Wilder, del cine clásico... a pesar de que ya la había visto, eso sí, hacía años, me volví a emocionar de nuevo.


"El Apartamento" ganó en 1960 el Oscar a la mejor película.
Por eso la tengo, por eso la vi en su momento y por eso es tan magnífica. Pero lo curioso es que no me acordaba de casi nada de ella. Y eso hizo que me acordase del resto de cintas que, a lo largo de los 81 años de historia de los Oscar, han ganado el premio a la mejor película. Y pensé en lo poco que me acuerdo de aquellas obras, a pesar de que las tenga todas y haya visto la gran mayoría de ellas. Por eso, una inquietante y atrevida idea se me pasó por la cabeza, un pensamiento que puede suponer todo un desafío para el intelecto humano y más para alguien que está estudiando: ver todas y cada una de las 81 películas (82 si hacemos un poquillo de trampa) que han ganado el Oscar a la mejor película, eso sí, cronológicamente.

Es esta una ardua tarea, pues no sólo tendré que enfrentarme a casi un centenar de películas, sino que pasan desde cine mudo, hasta películas de los años 20, algunas de ellas sin editar en DVD en España y alguna que otra que nunca se llegó a estrenar en nuestro país por circunstancias políticas. Quizá muchos penséis que el reto está en conseguirlas todas. Pues no, da la casualidad de que las tengo todas, sí señor, desde "Alas", la primera ganadora en 1927, hasta "Slumdog Millionaire", la triunfadora de este último año, pasando por "Marty", una auténtica rareza o por "La vida de Emilio Zola", la única ganadora del Oscar a mejor película que nunca se ha estrenado en España. Y todo ello por gentileza de los medios tecnológicos del Siglo XXI.

No, el mayor reto está en vérselas todas. Son 81 películas, algunas de ellas sobrepasan las 3 horas, otras son auténticos tostones (sobre todo las de finales de los 20 y principios de los 30, salvo excepciones), pero que llevará muchísimo tiempo. Mi objetivo es publicar en este blog las impresiones que me han causado todas y cada una de las películas, una por una, hasta llegar a los Oscar del año que viene, en febrero de 2010, y acabar la serie hablando de la ganadora de esa edición. Así se haría en este blog un repaso por todas las películas que han pasado a ser las elegidas. Y aquí es donde está el problema: 81 películas. Aunque vea dos a la semana tardaría un año entero y si quiero llegar a finales de febrero tendría que consumir vorazmente las pelis de cuatro en cuatro. Aun así me propongo hacerlo, ese es el reto, pero no prometo que lo consiga a tiempo. Afortunadamente, Dios creó los puentes y días no lectivos, a parte de la Navidad y sus míticos y gloriosos días de película y manta.

Así que ese es el plan. Será un viaje duro, pero agradable. Volveré a encontrarme con viejas amigas, películas que vi hace tiempo pero que no volví a ver y apenas recuerdo. Descubriré a otras nuevas amigas, cintas que nunca he visto y que espero me sorprendan en lugar de hacerme dormir, y volveré a quedar con otras que, aunque me las sepa de memoria, son tan buenas que no dudaría en repetir la experiencia. Cuando escribo esto ya he podido contemplar dos de ellas, "Alas" (1927/28) y "La melodía de Broadway" (1928/1929), que han producido en mí sensaciones dispares. En breve, pues, comenzaré con esta gran carrera de los Oscar, con una meta muy lejana, casi inalcanzable, pero con uno de los recorridos más placenteros y emocionantes que jamás un amante del cine puede realizar. Felices sueños.

PD: Como aperitivo os dejo el enlace de los premios Oscar de la Wikipedia, con curiosidades, palmarés y demás cosas.

sábado, 10 de octubre de 2009

Todo lo que sube baja

UP

Título original: Up
Año: 2009
País: EE.UU.
Duración:
Fecha de estreno en España: 30 de julio de 2009
Director: Pete Docter y Bob Peterson
Guión: Pete Docter y Bob Peterson
Música: Michael Giacchino
Montaje: Kevin Nolting
Productor: Jonas Rivera
Compañía: Disney Pixar
Intérpretes: (Voces V.O.) Edward Asner, Christopher Plummer, Jordan Nagai, Bob Peterson, Delroy Lindo, Jerome Ranft et al.

Carl es un niño al que le encanta la aventura, viajar a lugares exóticos y correr miles de aventuras. Un día conoce a Ellie, una niña parlanchina e hiperactiva que comparte con él el gusto por la aventura. Pronto se hacen amigos y, con el paso del tiempo, se casan. Juntos vivirán una vida feliz, ahorrando lo suficiente para realizar el viaje de sus sueños: visitar las Cataratas del Paraíso, en las selvas venezolanas. Con el transcurso de los años, cuando ambos son ancianos, Ellie muere y Carl se siente frustado al no haber cumplido la promesa del viaje que le hizo a su mujer. Por eso Carl decide que ya va siendo hora. Aprovechando que una constructora quiere llevarle a un asilo para poder derribar su casa y construir grandes edificios en su lugar, el viejo Carl decide cumplir su sueño de viajar a las famosas cataratas, atando infinidad de globos en su casa, convirtiéndola así en una especie de globo aerostático. Pero cuando inicia el viaje, Carl descubre que tiene un tripulante inesperado: Russell, un explorador asiático de unos ocho años al que sólo le falta una chapa para poder promocionar: la de ayuda a los ancianos. Muy a su pesar, Carl tendrá que cargar con el niño si quiere complir su sueño de viajar a Venezuela.

El mundo es muy curioso. Cuando se estrena una película, los más nostálgicos siempre andan a la defensiva, buscando el mínimo fallo, para demsotrar que hoy en día no se hacen grandes películas. Todo lo contrario ocurre con Eastwood o Pixar, quizá por ser los únicos que tienen atisbos de cine clásico. Cuando una de sus películas se estrena, automáticamente es una obra maestra. Esto pasa sobretodo con Disney Pixar, hasta el punto de hacer que un filme tan predecible y absurdo como "Up" sea la crem de la crem.

No me malinterpretéis. A mí "Up" me encantó. Me emocionó y me reí como pocas pelis de animación lo han hecho. Pero que te guste una cosa no quiere decir que sea bueno. Sin ir más lejos estuve a punto de llorar a moco tendido con "Moulin Rouge" y no es precisamente una película buena. "Up" tiene momentos de gran cine, como por ejemplo la introducción, que no son los mejores 10 minutos de la historia del cine, como diría ese sector exaltado, pero sí es un clarísimo ejemplo de la maestría que tienen estos genios de la animación. Absolutamente sin palabras, sólo con imágenes y la impresionante melodía de Michael Giacchino, se nos cuenta la historia de Karl y Ellie, sin escatimar en escenas treméndamente trágicas. Realmente es lo mejor de la película. Pero si 10 minutos son lo mejor...

Y es que después de este inicio, y de la presentación del resto de personajes, todo cambia, sobretodo a partir de la llegada a la selva. Mucho se ha criticado a esta película sobre lo creíble o lo poco creíble de sus acontecimientos, y con razón. Aunque no creo que ese sea el término adecuado. En su lugar habría que hablar de otro término, una palabra bastante fea: verosimilitud, es decir, el arte de hacer creíble lo increíble. Mucha gente critica que no es posible que una casa de X toneladas surque los cielos sólo sustentado por unos globos de helio. Bueno, tampoco es posible que los peces hablen y sobre "Buscando a Nemo" nadie dice nada. Es, lo que se llama "licencia artística", aquel suceso que puede resultar físicamente imposible pero que perdonamos, pues sin ello no existiría la película. Pero otra cosa es la verosimilitud y aquí es donde esta película flaquea.

Al principio se nos muestra a Karl de niño, viendo en el cine una especie de NODO, en el que se cuentan las hazañas de su explorador favorito. Así que tenemos a un chaval de unos 10 años (o un poco menos) idolatrando a un hombre de unos veintitantos como mucho, yo diría que treinta. Es decir, unos 20 años de diferencia. Sin embargo (y según he leído por todos lados) el Karl viejo tiene 78 años, con lo que el explorador, tendría que tener entre 88 y 98, casi 100 años. Pero helos aquí, que los dos, a lo largo de la película, les vemos dando saltos, brincos, golpes, moverse con una agilidad pasmosa, trepar por cuerdas, arrastrar cosas y demás, con el vigor propio de un treintañero. ¿Hay alguien que pueda creerse eso? Creo que no. Y menos aún cuando al principio se nos muestra una escena de Karl bajando las escaleras con una silla eléctrica y andando con un tacataca (escena que sale en el trailer, por cierto). Eso a mí, como a cualquier persona inteligente de este planeta, me da a entender que está bastante limitado de movimientos. Pero entonces, ¿cómo es posible que no pueda bajar las escaleras de su casa y sí correr a toda velocidad entre la selva venezolana? Yo, personalmente no lo entiendo.

Esto hace que "Up", que no deja de ser técnicamente un prodigio y emocionalmente un torrente de sensaciones (¡toma cursilería!), en lo que se refiere al guión y al curso de los acontecimientos está pésimamente resuelto y viendo de Pixar, que al igual que al Real Madrid, se le exige la excelencia, es un fallo bastante grave. Por eso, para mí, "Up" no me parece una de las grandes películas de Pixar. En términos comparativos, sería un poquito inferior que "Ratatouille", pero bastante mejor que "Bichos" y "Cars". Es decir, que sin dejar de ser una gran película, no figura entre las mejores del estudio. Eso sí, no dudéis que ganará el Oscar a mejor película, aun estando nominada (si lo está) "Ponyo en el acantilado", para mí la que más se lo merecería. Otro año más, otra película más, pero me sigo quedando con "Los Increíbles".