martes, 23 de febrero de 2010

1996: Amores que matan

EL PACIENTE INGLÉS

Título original: The english patient
Año: 1996
País: Gran Bretaña
Duración: 155 min.
Fecha de estreno en España: 19 de febrero de 1997
Director: Anthony Mingella
Guión: Anthony Mingella, según la novela homónima de Michael Ondaatje
Música: Gabriel Yared
Montaje: Walter Murch
Fotografía: John Seale
Productor: Saul Zaentz
Compañía: Miramax/Saul Zeantz Productions
Intérpretes: Ralph Fiennes, Kristin Scott Thomas, Juliette Binoche, Willem Dafoe, Naveen Andrews, Colin Firth et al.

Ganadora de 9 Oscar: película, director, actriz secundaria, montaje, fotografía, música, dirección artística, vestuario, sonido

Italia, finales de la II Guerra Mundial. A un hospital de campaña llega un misterioso hombre moribundo, con la piel calcinada a causa de un accidente de aviación. Ha perdido parte de la memoria y nadie sabe quién es, por eso Hana, una enfermera atormentada al creer que todas las personas a las que ama acaban muertas, se hará cargo personalmente de él. La mujer encuentra un antiguo campanario abandonado, con lo que decide llevar allí a su paciente. Estos dos personajes solitarios y atormentados encontrarán en ese lugar recuerdos del pasado y sensaciones que creían tener olvidadas.

Después de vivir 5 años en los que ganaron películas míticas, se pasó el relevo al cine romántico. En el 96, 97 y 98, el Oscar a la mejor película fue otorgado a filmes que narran una historia de amor como tema central, dato tremendamente curioso. La primera en iniciar esta tanda de cine pasteloso fue "El paciente inglés", película del recientemente desaparecido Anthoni Mingella, que baja bastante el listón con respecto a sus predecesoras.

No me entendáis mal. "El paciente inglés" no es una mala película. Está dirigida con un brío y una elegancia dignas de un maestro. Su fotografía del desierto puede rivalizar con "Lawrence de Arabia", filme del que no se pueden evitar comparaciones, y con una estética que la convierten en una película realmente hermosa. La bella música también contribuye a ello.

Además, la historia no sólo es de amor, sino que hay historias de espionaje y traiciones de guerra. Estas historias se nos cuentan en forma de flashback, iniciándose con el accidente del protagonista y desde ahí mostrándonos pinceladas del pasado, que vamos conociendo poco a poco.

Sin embargo, al igual que "Lawrence de Arabia", a pesar de su belleza y de su historia, es un filme tan lento que en algunos casos puede llegar a aburrir. Es una de esas películas en las que miras la hora un momento y para tu pesar te das cuenta de que sólo han pasado 15 minutos, mientras que a ti te han resultado una eternidad. Eso sí, no llega a aburrir del todo, gracias los continuos saltos temporales, la interesante trama secundaria, la propia historia de amor, bastante interesante, y la belleza hipnótica de sus imágenes.

En resumen, que a pesar de ser muy muy lenta y bastante larga, típico en el cine inglés, sus grandes interpretaciones, la maestría de Mingella y la hermosura de sus imágenes hacen de "El paciente inglés" una película bastante decente. Puestos a comparar, no alcanza la calidad que le hizo merecer los 9 Oscar a "El último emperador", a pesar de que esta haya ganado el mismo número.

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