CASABLANCA
Título original: Casablanca
Año: 1942
País: EE.UU.
Duración: 100 min.
Fecha de estreno en España: 19 de diciembre de 1946
Director: Michael Curtiz
Guión: Julius J. Epstein, Philip G. Epstein y Howard Coch, según la novela "Evebody comes to Rick's", de Murray Burnett y Joan Allison
Música: Max Steiner
Montaje: Owen Marks
Fotografía: Arthur Edeson
Productor/es: Hal B. Wallis
Compañía: Warner Bros.
Intérpretes: Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Paul Henreid, Claude Rains, Conrad Veidt, Sydney Greenstreet, Peter Lorre et al.
Ganadora de 3 Oscar: película, director, guión
En 1941 Europa entera estaba azotada por la guerra. Miles de personas emigraban a Lisboa, donde todos los días partía un avión con destino a EE.UU., la libertad. Unos tenían suerte y podían llegar, pero otros debían cruzar el Mediterráneo y parte de África hasta llegar a Casablanca para allí conseguir unos visados para salir a Portugal. Esto hacía de Casablanca una ciudad donde se reunían personas de todos los estamentos y la más baja calaña para, en muchas ocasiones, no poder salir de allí. Todos ellos se reunían siempre en el bar de Rick, un americano cínico, rudo y decidido, que regenta el local más famoso de la ciudad. Un día, Ugarte, uno de sus más fieles clientes, le pide que guarde unos visados robados que permiten a sus poseedores plena libertad para viajar a donde quieran. Esos visados, particularmente, están reservados para Victor Laszlo, un rebelde que lucha contra en fascismo y que es buscado por los nazis en todo el mundo. Rick accede a guardar los visados, pero todo se complicará esa misma noche cuando llega al bar Ilsa, una hermosa mujer que vivió un intenso romance con Rick años atrás. En ese momento volverán a él recuerdos del pasado que creía olvidados y se plantea la posibilidad de usar los visados para huir con ella. Pero hay un pequeño problema: Ilsa es la mujer de Laszlo, con lo que Rick deberá debatirse entre el amor e irse con Ilsa o el honor político y ayudar a Laszlo y su esposa a salir de Casablanca.
En 1941 Europa entera estaba azotada por la guerra. Miles de personas emigraban a Lisboa, donde todos los días partía un avión con destino a EE.UU., la libertad. Unos tenían suerte y podían llegar, pero otros debían cruzar el Mediterráneo y parte de África hasta llegar a Casablanca para allí conseguir unos visados para salir a Portugal. Esto hacía de Casablanca una ciudad donde se reunían personas de todos los estamentos y la más baja calaña para, en muchas ocasiones, no poder salir de allí. Todos ellos se reunían siempre en el bar de Rick, un americano cínico, rudo y decidido, que regenta el local más famoso de la ciudad. Un día, Ugarte, uno de sus más fieles clientes, le pide que guarde unos visados robados que permiten a sus poseedores plena libertad para viajar a donde quieran. Esos visados, particularmente, están reservados para Victor Laszlo, un rebelde que lucha contra en fascismo y que es buscado por los nazis en todo el mundo. Rick accede a guardar los visados, pero todo se complicará esa misma noche cuando llega al bar Ilsa, una hermosa mujer que vivió un intenso romance con Rick años atrás. En ese momento volverán a él recuerdos del pasado que creía olvidados y se plantea la posibilidad de usar los visados para huir con ella. Pero hay un pequeño problema: Ilsa es la mujer de Laszlo, con lo que Rick deberá debatirse entre el amor e irse con Ilsa o el honor político y ayudar a Laszlo y su esposa a salir de Casablanca.
1943 fue un año de enorme presencia bélica en los nominados, reflejo de la situación mundial de la época. Ese año hubo una gran triunfadora: "La canción de Bernerdette", que se llevó 4 de 11 Oscars posibles. Sí, como leéis, esa fue la que ganó más premios ese año. Pero en esta edición hubo una película que estuvo por encima de todas, yo diría que hasta por encima de cualquier película que se estrenó anteriormente, que se estrenó en aquel año, y que se estrenará en las siguientes décadas y en los siglos, hasta que el supervolcán de Yellowstone nos lo permita, claro está. Y esa película es, como no podía ser de otro modo, "Casablanca", la mejor definición de obra maestra que se pueda realizar.
"Casablanca" es una película ejemplar en todos los aspectos. Puede que no sea tan pomposa y llamativa como muchas de las grandes obras de cine de la historia, pero es absolutamente perfecta. Es más, una de esas virtudes está en la ausencia de esa "espectacularidad" en detrimento de la elegancia y la sutileza. Y de esto tiene la culpa la bellísima fotografía, que nos muestra postales realmente inolvidables, como la secuencia en la que Rick y Sam están solos en el bar o toda la última parte del aeródromo, fotograma tras fotograma.
La dirección de Curtiz también le va a la zaga, brindándonos secuencias, algunas de ellas hermosísimas (la carta de la estación, en la que la lluvia borra las letras como si se llevasen ese amor para siempre) y otras simplemente impresionantes (cuando todo el bar canta la Marsellesa, la mejor interpretación del himno que jamás he visto). Las interpretaciones son brillantísimas, desde el impresionante dueto inicial hasta el figurante más insignificante que sólo sale unos segundos (fijaros en los ojos de la moza del vídeo de arriba). Huphrey está magnífico interpretando a un personaje que aparentemente es de hielo, fuerte, que no se doblega ante nada... para luego caer rendido ante la única fuerza de la naturaleza que no puede controlar: el amor. Ingrid Bergman demuestra que no sólo era una mujer bellísima, sino una de las mejores actrices de la historia. Los secundarios como Claud Reins, Peter Lorre o incluso Conrad Veidt, todos ellos, están grandiosos en sus interpretaciones. Si no fuesen por Bogart y Bergman podrían haber exclipsado a los protagonistas.
Pero si hay algo por lo que destaca "Casablanca" es por su guión, que no sé si será el mejor del mundo, pero es el que más frases memorables tiene por segundo. Todo el mundo podría recitar todo el diálogo de la última parte, o muchas de las frases de Rick. Incluso frases inventadas, como el "Tócala otra vez, Sam", que no la dicen en ningún momento, ni siquiera en el doblaje de la nueva versión, en la que sí nos descubren, después de casi 60 años sin saberlo, que Rick luchó contra el fascismo en España (todo un honor, por supuesto). Y todo con un guión que, según dicen, fue escrito sobre la marcha, para que los intérpretes estuvieran en tensión todos el tiempo sin saber cómo iban a terminar sus personajes.
Y es que, la mires por donde la mires, no hay nada que achacarle a esta película. Bueno, quizá el flashback innecesario donde cuentan todo el romance en París, o la famosa escena de la estación en la que llegan empapados y se suben al tren completamente secos. Pero son fallos que no empañan, de ningún modo, la grandeza de esta película mítica, que, no en vano, está en el puesto número 11 en la lista de IMDB de las 250 mejores películas de todos los tiempos. Una auténtica obra maestra, con todas y cada una de las letras.
4 comentarios:
Me encanta esta película!! Es tan melancólica... Y efectivamente tiene miles de frases míticas... ¿Sabías que una de las más repetidas en la versión inglesa es 'Here's looking at you kid'? Lo dice Rick cuando brindan y tal...
Y bueno, la frase literal no la dicen, pero ella dice 'Play it Sam', que es bastante parecido, así que tampoco es tan leyenda urbana, no?
http://www.youtube.com/watch?v=7vThuwa5RZU&feature=related
El gran tema interpretado por Louis Armstrong (y no como he visto en algunos sitios por Frank Sinatra, que también tiene una versión, pero no es la de la peli) es una canción que todo el mundo sabe tararear...
Pues eso, una gran película.
se os ha olvidado decir que ella es muy guapa
bueno... pensándolo mejor voy a empezar a dejar comentarios ANTES de leer la crítica completa, que igual sí que lo has dicho XD
ja! sí que lo dices! XD
muy bien, muy bien, veo que puedo descansar tranquilo :P
prometo acabar con estos arrebatos de locura, no he podido evitarlo
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