GIGÍ
Título original: Gigi
Año: 1958
País: EE.UU.
Duración: 115 min.
Director: Vincente Minelli
Guión: Alan Jay Lerner, según la novela homónima de Collete
Música: Frederick Loewe
Montaje: Adrienne Fazan
Fotografía: Joseph Ruttenberg
Productor/es: Arthur Freed
Compañía: MGM
Intérpretes: Leslie Caron, Maurice Chevalier, Louis Jordan, Hermione Gingold, Jacques Bergerac, Eva Gabor et al.
Ganadora de 9 Oscar: película, director, guión adaptado, montaje, fotografía, música, canción, dirección artística, diseño de vestuario
Gastón es el joven más admirado del París de 1900. Es guapo, elegante, rico, heredero de una gran empresa azucarera... pero su vida es demasiado aburrida: una fiesta por aquí, un viaje a Monte Carlo por allá... y todo ello acompañado de una mujer distinta cada vez. Por eso, siempre que puede, acude a visitar a Mami, una vieja amiga de la familia y, sobre todo, a Gigí, una vivaz joven cuya energía y talante rebelde hacen que Gastón se sienta vivo otra vez y encuentre en ella la mejor forma de escape a su monótona vida. El afecto que siente por ella es pura amistad, pues la conoce desde que era una simple niña. Pero Gigí ha crecido y gracias a las lecciones de protocolo de su abuela para comportarse como una verdadera dama, la niña parece una auténtica mujer. Es por eso que Gastón comienza a sentir algo por ella... pero Gigí no está dispuesta a sacrificar su vida de juventud y libertad para convertirse en una señorita que deba cumplir las normas sociales.
Cuando la película empieza y uno ve este vídeo se queda un tanto noqueado. ¿Un viejo dando las gracias a Dios sobre las niñitas? ¿Una película que hace apología de la pederastia? Luego, cuando conocemos al personaje de Honoré descubrimos que simplemente es un mujeriego, pero no deja de tener un regusto un tanto amargo y de crear una especie de enemistad con la película. Esperas que sólo sea una anécdota, pero tal y como suceden los acontecimientos, uno se va desilusionando: vemos a la abuela de Gigí enseñando a su nieta cómo actuar correctamente para complacer a su marido. En ese momento sabemos de qué va la película y deseamos con todas nuestras fuerzas que acabe siendo todo lo contrario.
Y hay motivos para la esperanza, principalmente gracias a dos personajes. El primero es la guapa Gigí, una adolescente que sólo piensa en disfrutar de la vida, jugar y divertirse. Es la antítesis de lo que representa esa sociedad francesa en los albores del siglo XX y por eso confiamos en ella. El segundo es Gastón, un joven burgués cansado de su vida alocada de desenfrenos y portadas de revistas, que necesita la compañía de Gigí para poner los pies en el suelo. Son dos personajes que difieren un poco con la burguesía del París de 1900 y tenemos la esperanza de que ambos puedan cumplir sus deseos... pero cuando uno llega al final no puede hacer otra cosa que desilusionarse, aunque al final triunfe el amor. Quizá por aquello de ser un musical, edulcorado y colorido, el amor tiene que triunfar a toda costa. Probablemente por eso "Lo que el viento se llevó" sigue tan imperecedera e implacable. Pero ojo, no quiero decir que no me guste que el amor gane en Gigí, sino que todos ganan, es decir, que continúan llevando una vida burguesa, acorde con las normas establecidas y tan dudosamente éticas.
Si al menos el resto de la película mereciera la pena el resultado será distinto, pero es que no lo es. Las canciones son bonitas, pero todas son exactamente iguales, salvo esta primera y "The night they invented champagne". Ni siquiera el tema "Gigí" creo que merezca la pena, pues a pesar de ser bastante bonito, es un calco del resto de canciones. No entiendo por qué ganó el Oscar. No comprendo tampoco el Oscar al montaje, y si os digo que la única fotografía de toda la película que merece la pena la vi al final, en la bellísima escena de la fuente que dura 5 segundos, entenderéis por qué es esta una de las películas que más incomprensiblemente ganó 9 Oscar, principalmente cuando este mismo año se estrenó "Sed de mal", de Orson Welles, que no estuvo nominada. Son esas cosas que uno jamás entiende.
En definitiva, un filme poco recomendable. No es aburrido, porque sus personajes son algo simpáticos y vives con la esperanza de que todo acabe bien. Para los que les encanten los musicales ñoños acabará genial, pero para aquellos que esperamos algo menos pomposo y convencional, nos decepcionará. Ya llevo 31 películas vistas en este reto y da la casualidad de que las peores son musicales. Afortunadamente, durante los años 60 esto cambia.
2 comentarios:
Psé... no me llama mucho la atención el argumento... creo que la dejaré pasar y me centraré más en los peliculones... :)
Jajajajaja... ay, si yo pudiera hacer eso... pero para eso estoy haciendo el reto, ¿no?
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