domingo, 21 de agosto de 2011

Homenaje a la tradición

PONYO EN EL ACANTILADO


Título original: Gake no ue no Ponyo
Año: 2008
País: Japón
Duración:100 min.
Fecha de estreno en España: 24 de abril de 2009
Director:
Hayao Miyazaki
Guión:
Hayao Miyazaki
Música:
Joe Hisaishi
Montaje:
Hayao Miyazaki y Takeshi Seyama
Fotografía:
Atsushi Okui
Productor:
Toshio Suzuki
Compañía:
Studio Ghibli
Intérpretes:
(Voces V.O.) Yuria Nara, Hiroki Doi, Jôji Tokoro, Tomoko Yamaguchi, Yuki Amami et al.

Sasuke es un niño de unos 4 años que vive en lo alto de un acantilado de un pequeño pueblo costero. Una mañana se encuentra un pequeño pez rojo dentro de un bote, al que libera se lo lleva a casa, haciéndose amigos al instante. Lo que Sasuke o sabe es que Ponyo, que así se llama el pez, realmente es una sirena con poderes mágicos y tras lamer una herida de Sasuke, adquiere la cualidad de transformarse en humana. Ahora Ponyo quiere convertirse en una niña de verdad y vivir junto a Ponyo, pero eso llevaría el mundo a la destrucción. La única solución es desprenderse de su magia y convertirse en humana, algo que a su padre, Fujimata, no le gusta nada y deberá evitarlo a toda costa.


Nos habíamos quedado en "El castillo ambulante", la última película de Miyazaki tras su mayor éxito cinematográfico. Sin embargo, la película decepciona por su falta de ritmo y la importante incursión de animación por ordenador, alejándose de su amor por la animación tradicional. Un año antes, en 2007, su hijo, Goro Miyazaki, con el que se rumoreaba tenían una pésima relación, estrenó la decepcionante "Cuentos de Terramar". Todas estas cosas hicieron que Hayao Miyazaki se dedicara de lleno en su nueva película, un filme muy personal, que supondría todo lo contrario de lo que fue "El castillo ambulante" y que dedicaría a su hijo, quizá como reconciliación. Así nació la fascinante "Ponyo en el acantilado".

Como he comentado, uno de los aspectos más negativos de "El castillo ambulante" fue el uso de animación 3D para el movimiento de los personajes y el uso de algunos paisajes. Quizá por esto, Miyazaki dio la orden expresa de que el estilo visual de la película fuera exactamente igual a sus bocetos pintados con acuarelas. Así, uno de los sellos distintivos de "Ponyo en el acantilado" es su primitiva animación, en la que algunos aspectos, como el agua salpicando o las olas, parecen simples bocetos, cuando en sus anteriores trabajos le hemos visto animarla con soltura. Asimismo, los colores azules y rosas son los predominantes durante toda la película, con algunas variaciones como el amarillo en muy pequeñas dosis. Esto dota a la película de un estilo visual sumamente extraño, cautivador, similar a los dibujos que hacen los niños o a los cuentos infantiles. Recuerda en algunos aspectos, por poner alguna referencia cinematográfica, a la película "Mis vecinos los Yamada" de su amigo Isao Takahata.

Esta fiebre tradicionalista en la animación no es la única llamada de atención a los espectadores que creían que se había perdido la esencia de Miyazaki. También el director deja muestras de su imperecedero sentido del ritmo narrativo, llenado una vez más al película de momentos de acción y de dramatismo elegantemente unidas. Pero aunque las escenas de acción, absolutamente impactantes (como la de Ponyo corriendo sobre el mar, una de mis escenas favoritas de toda su filmografía), el tono místico de la ambientación dota a las escenas dramáticas de un lirismo mágico absolutamente maravilloso. Y es que todo el argumento que se desarrolla en el mar, es decir, la vida de Fujimoto, un humano casado con una diosa del mar, lo que le ha hecho perder su condición de humano y odiar a los de su género, es maravillosa. Las imágenes que ilustran toda esta parte de la película son fabulosas, gracias en parte a la asombrosa banda sonora de Joe Hisaishi, para mí, el mejor trabajo de todos los que ha hecho con Miyazaki hasta la fecha. Vuelve a cumplirse la norma de que aquellas películas más infantiles del director tienen una banda sonora extraordinaria. En esta ocasión, temas como el de la introducción o "Mother of the sea", el impresioante tema de los títulos de crédito iniciales, así como el de las señales de luz o el de la ya mencionada escena de Ponyo corriendo sobre las olas, hacen de la banda sonora de "Ponyo en el acantilado" un gozada para el oído.

Pero hay algo de esta película que la hace muy especial para mí: el trato explícito a la geología. Miyazaki ya emplea este aspecto en muchas otras películas, dotando a sus monstruos de un claro aspecto paleontológico. De hecho, en el museo Ghibli hay una pequeña representación de un trilobites. Y es que Miyazaki ve en esta ciencia la esencia de la naturaleza pura y dura, la historia de un mundo reinado por los animales y las plantas, sin la aparición del ser humano destructor. Y posiblemente por esta catarsis del director, que le ha hecho llevar al extremo su estilo, es por el que en "Ponyo en el acantilado" hay alusiones explícitas a esta ciencia. Por ejemplo, en la guarida de Fujimoto aparece escrita la palabra Pangea, el supercontinente que reinó el planeta hará unos 300 millones de años, y posteriormente afirma: "Cuando este pozo esté lleno volveremos a la edad Cámbrica". Desgraciadamente, sólo algunos elegidos podemos entender el significado de esa frase, de esta y de la que pronuncia la madre de Ponyo, comparando la tranquilidad del océano con "el mar del Devónico". La catarsis llega al final, que no desvelaré, pero en el que dos niños de 5 años se saben nombres de animales prehistóricos que un estudiante de geología de veintitantos ni siquiera conoce, lo que deja en ridículo a más de uno.

Así que, resumiendo, se puede decir que Miyazaki vuelve a ser el mismo con "Ponyo en el acantilado", una declaración de intenciones para hacer ver a sus fans que no ha cambiado ni un ápice su forma de hacer cine. Forma una película fabulosa, muy interesante en el especto visual y mucho más compleja de lo que parece en el argumento. Un filme elegante a la par que divertido y emocionante, lleno de ritmo en las escenas de acción y una irresistible magia en las escenas más dramáticas. Una película que encantará a los más pequeños y que los adultos verán con la boca abierta. Impagable canción del final, un poco destrozada en la versión española, pero igual de pegadiza. Una auténtica gozada.

sábado, 20 de agosto de 2011

Me quedo con el Cinexin

SUPER 8


Título original: Super 8
Año: 2011
País: EE.UU.
Duración: 110 min.
Fecha de estreno en España: 19 de agosto de 2011
Director: J. J. Abraham
Guión: J. J. Abraham
Música: Michael Giaccino
Montaje: Maryann Brandon y Mary Jo Markey
Fotografía: Larry Fong
Productores: J. J. Abrahams, Bryan Burk y Steven Spielberg
Compañía: Paramount Pictures/Amblin Entertainment
Intérpretes: Joel Courtney, Elle Fanning, Riley Griffiths, Rian Lee, Gabriel Basso, Zach Mills, Kile Chandler et al.

Joe es un chaval que acaba de perder a su madre y al que le encantan las miniaturas. Trabaja de maquillador, maquetista y editor de sonido en la película de su mejor amigo Charles, una producción casera de zombies que rueda en su cámara super 8. Una noche, mientras ruedan una escena en la estación, presencian un brutal accidente entre un coche y un tren del que salen ilesos. Sin embargo, a partir de esa noche, comienzan a ocurrir cosas extrañas en el pueblo donde viven: el ejército acordona la zona, desaparecen electrodomésticos y algún ente misterioso está haciendo que varios ciudadanos desaparezcan...

Definitivamente, vuelven los 80. Tengo un amigo que no paraba de repetírmelo en clase, pero ya me estaba dando cuenta de ello: vuelven grupos anteriormente disueltos, proliferan las producciones cinematográficas sobre míticos cómics de la década... Quizá sea porque muchos que por aquel entonces se criaron con Regreso al futuro, Star Wars o Indiana Jones ahora rondan los 40 o 50. Y entre estos muchachos está J. J. Abrahams, creador de la mítica serie "Perdidos" y director de la fabulosa "Star Treck: el futuro comienza", el cual, quizá movido por la nostalgia, decidió realizar una película a la antigua usanza, como las que veía cuando era un niño: un filme de acción protagonizado por niños y con una temática extraterrestre. Así nació este homenaje al cine ochentero llamado "Super 8".

Y es esto lo realmente bueno de la película, pues da la sensación de volver atrás en el tiempo y estar viendo algo parecido a "Los Goonies" pero en el cine. Hemos visto muchas películas protagonizadas por niños en los últimos años, pero todas eran de fantasía o simples películas de carácter infantil. Esas pelis de aventuras, casi de terror, en el que los protas no llegaban a los 16 años ya no se recuerdan y eso es lo que nos brinda Abrahams en su nuevo trabajo. Pero no es la nostalgia lo único que inunda la película, pues el director conoce perfectamente el lenguaje cinematográfico de la época y logra conmover y atrapar al espectador sin a penas esfuerzo, posiblemente por la cantidad de veces que haya visto esas películas clásicas que antes mencionaba. De hecho, la escena del autobús del final recuerda sospechosamente a aquella otra del tiranosaurio de "Parque Jurásico", en la que juega con los nietos de Hammond en el coche.

Sin embargo, hay algo que merece un reproche de la película, su principal fallo: está cogida con alfileres. Algunas situaciones de la película son completamente inverosímiles o simplemente muy poco probables de ocurrir en la realidad. Por ejemplo SPOILER: es muy casual que en un accidente de tal magnitud como el del tren (dejemos de lado que un simple coche provoque tal descarrilamiento), en el que los vagones de varias toneladas queden arrugados como plastilina, que una furgoneta acabe estrujada por la mitad, el coche de los protas quede absolutamente intacto pues, de lo contrario, no podrían huir y la película se acabaría antes.O tampoco lo del final, en el que una máquina electromagnética, hecha con meteriales terrestres y basado, supuestamente, en las leyes físicas de la Tierra, sea capaz de atraer magnéticamente lo que le de la gana, pues si atrae las armas de los militares ¿por qué hay algunos que siguen con ellas? Si algunos coches sufren el magnetismo de la nave ¿por qué otros no? Si el cubo metálico que tiene el prota se mueve solo, ¿por qué necesita un imán tan potente para atraer a los demás? Pues para que todo quede más bonito y más emocionante para el final, como la edulcorada escena del collar. FIN DEL SPOILER. Así que Abrahams se saca algunas cosas de la manga, cosas fundamentales para el transcurso de la película, haciendo que los sucesos sean inverosímiles o treméndamente casuales.

No es sólo en el guión en el que Abrahams no está demasiado sembrado. Otros apartados, como la música, tampoco son maravillosos. Michael Giaccino, compositor en alza en Hollywood en los últimos años y que colaboró con Abrahams haciendo la música de "Lost", logra una partitura muy eficaz y muy sonora, pero que no es de esas que se te quedan en la retina, como sí ocurría con películas como "E.T." y compañía. ILM, como siempre, está sembrado, sin embargo, mover millones y millones de piezas metálicas lo llevan haciendo durante las 3 películas de Transformers y el bicho en cuestión se asemeja bastante a uno de los monstruos del circo de Geonosis del final de "El ataque d los clones", así que, a pesar de la calidad, no es nada nuevo. Lo único que aporta algo de frescura, a parte de retomar un tipo de cine perdido, es el quinteto infantil protagonista. Los chicos están realmente bien, sus caracteres están bien delimitados, perimitiendo que nos identifiquemos con ellos al instante. Son los que sustentan la película, concretamente el protagonista, Joel Courtney, que realiza un gran papel.

Así que, como conclusión, decir que "Super 8" es una buena película, especialmente para los amantes del cine de ciencia ficción y de acción infantil de la década de los 80. Es como ver una versión renovada de "Los Goonies". Pero parece ser que el director quería sacar adelante la película a toda costa, sin importarle el modo, y se ha sacado de la manga algunas cosas poco verosímiles. Si a eso le sumamos una música decente y nos efectos visuales sobresalientes pero que no impresionan, tenemos una película bastante buena que demuestra que éxitos como "E.T.", "Regreso al futuro" y demás no son fruto únicamente del talento, sino que la genialidad de Spielberg, Zemeckis o Lucas estaba detrás de ellos. Se podrá recuperar el tipo de cine, se podrá recuperar la magia y la narración, pero sólo el genio puede crear películas inolvidables y esta "Super 8" no lo es.

PD: Atentos a los detalles frikis del cuarto del protagonista, como una maqueta del TIE Fighter de Darth Vader o una lámina de la portada del primer número de los cómics de Batman. Y atentos también al impagable cortometraje completo durante los créditos. Lo mejor de toda la película.

lunes, 25 de julio de 2011

El Miyazaki más flojo

EL CASTILLO AMBULANTE


Título original: Hauru no ugoku shiro
Año: 2004
País: Japón
Duración: 114 min.
Fecha de estreno en España: 3 de marzo de 206
Director: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki, según la novela homónima de Diana Wynne Jones
Música: Joe Hisaishi
Montaje: Takeshi Seyama
Fotografía: Atushi Okui
Productor: Toshio Suzuki
Compañía: Studio Ghibli/Tokuma Shoten/Buenavista Home Entertainment
Intérpretes: (Voces V.O..) Chieko Baisho, Takuya Kimura, Akihiro Miwa, Tatsuya Gashuin, Ryunosuke Kamiki, Mitsunori Isaki, Yo Oizumi et al.

Sophie es una joven que trabaja en una sombrerería. Una mañana sale a la calle y conoce a un misterioso hombre, que resulta ser Howl, el mago que había en el famosísimo castillo ambulante. Esa misma noche, recibe la visita de la bruja del páramo, l cual echa a Sophie una maldición: hace que por el día se convierta en una anciana y no podrá decir nada de lo que le ha pasado. La muchacha deberá entonces huir, yendo a parar al castillo ambulante de Howl.

Tres años después del estreno de su gran obra maestra, Miyazaki regresaba a las pantallas convertido en un referente de la animación mundial y su expectación era máxima. Años antes se había firmado un contrato en el que Pixar, la compañía de animación que estaba despuntanto por aquel entonces (no olvidemos que "Buscando a Nemo" es un año posterior a Chihiro), tendría los derechos de explotación de las películas de Miyazaki en EE.UU., de tal forma que sus trabajos alcanzaran la difusión que merecían en el resto de mundo. Esta relación, a parte de algún que otro homenaje (en "Toy Story 3"aparece un peluche de Totoro), propició que se generaran por ordenador algunas de las animaciones de la película. Esto, desde mi punto de vista, me parece un grave error, pues una de las señas de identidad del cine de Miyazaki es su pureza y el amor absoluto por el cine de animación tradicional en 2D. Y es que, aunque ya se intuían algunos efectos (muy pocos) en "El viaje de Chihiro", en "El castillo ambulante" es un recurso recurrente y bastante llamativo. Y estoy de acuerdo en que queda bien y que se ahorrarían mucho trabajo animando el castillo por ordenador, pero no parece una película que guarde la esencia de Miyazaki.

Pero no sólo estéticamente la película parece fuera de lugar, sino que narrativamente es un filme que deja mucho que desear. Quizá sea por ser la única película del director basada en un tema ajeno a él, en este caso una novela de Diana Wynne Jones que no he tenido el gusto de leer, que la película no tiene el ritmo ni la intensidad que otros trabajos de Miyazaki. En su cine se ve claramente un equilibrio entre acción y drama, entre escenas míticas llenas de intensidad y partes más relajadas. Pero en "El castillo ambulante" ese ritmo desaparece, con lo que tenemos un film tremendamente lento, que puede llegar a aburrir en algunos aspectos y que no llega a maravillar salvo en algunos pequeños momentos del inicio, como a escena en la que Howl y Sophie andan por el aire. Aunque esa grandeza se debe más a la partitura de Hisaishi, fenomenal una vez más, que a la maestría del director.

Y sí, la película tiene los mismos temas, estilo y argumento que todas las demás películas anteriores, pero da la impresión de que "El castillo ambulante" es una película realizada por mero trámite, como una especie de encargo de Pixar, pues la desgana que se ve a lo largo de la película es alarmante. Hay filmes de Miyazaki más largos y más intensos que esta, su peor película hasta el momento. La acción es tan lenta que parece que ha llegado el final, tanto por el ritmo como por la historia (van a ver a la mala de turno), pero te das cuenta de que no ha pasado más que una hora. He llegado a desear fervientemente que acabara, algo que nunca me había pasado con un filme de Miyazaki. Afortunadamente, años después cambiaría radicalmente con uno de sus más entrañables y mejores trabajos de su filmografía: una versión muy personal sobre la Sirenita como muestra de amor a su hijo.

domingo, 3 de julio de 2011

Cómo molas Aronofsky

CISNE NEGRO


Título original: Black swan
Año: 2010
País: EE.UU.
Duración: 108 min.
Fecha de estreno en España: 18 de febrero de 2011
Director: Darren Aronofsky
Guión: John McLaughlin, Andrés Heinz y Mark Heiman
Música: Clint Mansell
Montaje: Andrew Weisblum
Fotografía: Matthew Libatique
Productores: Scott Franklin, Mike Medavoy, Arnold Messer y Brian Oliver
Compañía: Fox Seachlight Pictures/Protozoa/Phoenix Pictures
Intérpretes: Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Winona Ryder, Barbara Hershey, Christopher Gartin, Sebastian Stan et al.

Nina es una joven que trabaja en una compañía de balé. Este año van a representar "El lago de los cisnes" y debido al retiro de la mejor bailarina de la compañía, necesitan a otra chica que interprete el papel protagonista. Ese papel es adjudicado para Nina, cuya dulzura y educación la hacen perfecta para el papel de cisne blanco. Pero el papel de cisne negro exige más osadía y sensualidad, algo de lo que Nina carece. Eso hace que la muchacha se obsesione con el papel hasta límites insospechados, sacrificando incluso su propio cuerpo y sin temor a crearse enemistades y destrozar su vida.

Sé de uno al que no le va a gustar esta crítica, pero si todos pensáramos lo mismo el mundo sería más aburrido. No sé si sería por las altas expectativas o por cualquier otra cosa, pero la cuestión es que "Cisne negro" me ha decepcionado. Con esto no quiero decir que sea una película mala, sino que no me ha gustado tanto como se suponía, teniendo en cuenta las maravillas que se hablan de ella. No me ha terminado de gustar del todo y creo que principalmente es porque Aronofsky, director que ni amo ni odio, ha debido pensar que somos gilipollas.

La cuestión es que el director te destripa la película desde el principio, haciendo que uno de los personajes te cuente el argumento (final incluido) de "El lago de los cisnes". No hay que ser muy listo para asimilar el argumento de ese balé con la historia de Nina, la protagonista, más que nada porque el título hace alusión a ello y porque, a los pocos minutos, vemos como la muchacha empieza a ver cosas extrañas como si se tratara de una peli de terror. El ambiente terrorífico está muy bien hecho por Aronofsky, pero sabemos que no es una película de terror adolescente, sino terror psicológico, lo que indica que la muchacha está un poquito mal de la cabeza. Si relacionamos eso con el argumento del balé, sabemos en a penas 15 minutos de metraje, qué está pasando y cómo va a acabar.

¿Entonces qué pasa con el resto de película? Pues no son más que un cúmulo de escenas llamativas, entre las que hay una arrancada de uña, un despellejamiento, una escena de sexo lésbico y varios intentos de masturbación femenina, así como drojas, alcohol y chunda chunda. Todo muy agradable y bonito. Serían imágenes interesantes si mantuvieran la incógnita o sirvieran para profundizar en el personaje, y aunque Nina evoluciona de forma radical a lo largo de la película, gracias principalmente a la inmensa labor de Natalie Portman, estas escenas son reiterativas, pues ya sabemos desde el principio lo que le pasa a la chavala.

En definitiva, un trabajo de Aronofsky hecho para sus fans que adoran sus birguerías: se despoja de la historia al principio para dedicarse el resto de la película a hacer cabriolas con la cámara, muy originales sí, pero sin sentido, y también a mostrar imágenes polémicas, como todo artista conceptual del siglo XXI, como diciendo "¡Eh, mirad lo que hago, soy un genio!". Una película que debía haber durado tan sólo media hora, lo que se tarda en contar la evolución del personaje y su desenlace, sin necesidad de marear la perdiz con tanta parafernalia. Eso sí, la Portman está fantástica y Mila Kunis es una diosa que ha bajado a la Tierra para que la veamos, eso no se puede negar.

jueves, 30 de junio de 2011

Fantasía en estado puro

EL VIAJE DE CHIHIRO


Título original: Sen to Chihiro no kamikakushi
Año: 2001
País: Japón
Duración: 124 min.
Fecha de estreno en España: 18 de octubre de 2002
Director: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki
Música: Joe Hisaishi
Montaje: Takeshi Seyama
Fotografía: Atsushi Okui
Productor: Toshio Suzuki
Compañía: Studio Ghibli
Intérpretes: (Voces V.O.) Rumi Hîragi, Miyu Irino, Mari Natsuki, Takashi Naitô, Yasuko Sawaguchi, Tatsuya Gashuin, Ryunosuke Kamiki, Yumi Tamai et al.

Chihiro es una niña que acaba de mudarse con sus padres a una nueva casa. Se pierden con el coche y acaban en una misteriosa ciudad medio abandonada en mitad del bosque. Mientras sus padres se atiborran a comida, la pequeña Chihiro se dedica a investigar, conociendo a un misterioso joven llamado Haku que le dice que huya. Al regresar a buscar a sus padres, Chihiro descubre que estos se han convertido en cerdos y por lo tanto, no puede volver a casa. Atrapada en un mundo mágico habitado por monstruos, sin sus padres padres y con la única ayuda de Haku, Chihiro deberá hace todo lo posible para devolver a sus padres su figura humana y regresar a casa. Pero con el tiempo descubrirá que la estancia en ese lugar no es casual y que allí se esconde algo relacionado con la infancia de Chihiro pero que no logra recordar.



Hace meses que no volvía a escribir en este blog. Es lo que tienen los exámenes, que a uno le traen por la calle de la amargura. Afortunadamente, un pequeño respiro (sí, todavía me quedan) ha hecho posible que pueda continuar con el ciclo de Hayao Miyazaki, con una película que tenía muchísimas ganas de volver a ver. Las anteriores veces que la vi o era demasiado pequeño para entenderla (aún todavía la entiendo mucho, todo hay que decirlo), o la vi por televisión con innumerables interrupciones, el mayor crimen de la televisión contra el cine y el mayor delito que se puede cometer con esta película. Me refiero a "El viaje de Chihiro", una de las mejores películas de todos los tiempos, y lo digo así, sin despeinarme. Eso sí, aunque no es la película que más me ha gustado de Miyazaki ("Porco Rosso" me sigue encandilando), sí es la más compleja, la más impresionante y si no es la mejor, que para mí lo es, al menos es de todas la más fascinante.

"El viaje de Chihiro" no es una película sencilla de ver. No se podría considerar una película para niños, pues no creo que la entiendieran. Y dudo incluso que muchos adultos entendieran algunas de las metáforas que aparecen en ella. Eso hace que muchos no disfruten la película en todo su esplendor y al finalizar la cinta acaben fascinados por el espectáculo contemplado, pero no les acabe de llenar completamente porque quizá no entendieran lo que ha dicho el director o, por lo menos, no han captado el mensaje en su totalidad. Pero en el fondo, cuando uno se dedica a reflexionar sobre el significado de tal o cual cosa, comprenderá la grandeza de la película, no sólo de su mensaje, sino de cómo Miyazaki ha montado todo el tinglado, en un derroche asombroso de fantasía, para contar un tema que ya ha sido tratado por el director japonés, pero que en esta ocasión profundiza aún más en él.

La pelícla comienza mostrándonos a Chihiro con sus padres viajando a su nueva cada. Es una mudanza y, por tanto, el fional de un periodo de tu vida y el inicio de otra, el tema fundamental de la película. Notamos que a Chihiro no le gusta, y notamos su angustia a lo largo de la película. La casa de baños representa, en cierto modo, la infancia. Para Miyazaki, la infancia es imaginación, magia, fantasía, y toda esa fantasía que aparece en la película hace referencia a esta etapa de la vida. Por eso, cuando los padres de Chihiro se convierten en cerdos (ya exploqué el significado del cerdo en la cultura nipona en la crítica de Porco Rosso), es porque son adultos y no tienen imaginación. La casa de baños está estructurada por pisos y el último piso es el inicio del final del viaje, como si significara la última etapa de la vida infantil. Quizá por eso el personaje de la bruja sea tan malvado: es un adulto en un mundo infantil.

Pero la clave de toda la película está en el tren. La idea del viaje sin retorno está claro que se refiere al paso a la vida adulta. En la hermosa secuencia del viaje en el tren vemos a los adultos, como si fueran sombras, dbajándose en las distintas paradas. Todo tiene una melancolía y amargura inquietantes, indicando que ese viaje no es muy recomendable, pero inevitable. Sin embargo, y para rizar e lrizo, la clave de la película no está sólo en ese viaje, sino en lo que ocurre después. En todas las películas de Miyazaki se habla del paso de la infancia a la vida adulta, y trata la infancia como un mundo de fantasía. Pero en "El viaje de Chihiro", Miyazaki nos contesta nuestra pregunta: ¿cómo podemos volver a la infancia si ya somos adultos? Y la respuesta es los recuerdos, la imaginación. Cuando Chihiro regresa, lo hace gracias a que recuerda algo que había olvidado. Y tampoco olvidamos que Haku se empeña en que Chihiro recuerde su propio nombre, y no lo sustituya por el de Sen. Miyazaki nos dice que, aun siendo adultos, siempre podemos volver a la infancia gracias a nuestros recuerdos y a nuestra imaginación. Que no por ser adultos debemos de dejar de soñar ni de ser niños. Nos da esperanzas para seguir viviendo en el amargo mundo de los adultos gracias a esa herramienta infantil que son los sueños y la imaginación. La canción del final, que se puede escuchar aquí y que es el colofón a una banda sonora que, si se escucha por separado no es de las mejores de Hisaishi, pero que dentro de la película ayuda de forma sorprendente a enfatizar las escenas como nunca lo había hecho en otros filmes.

Y ese mensaje también puede significar una reivindicación propia de la película y del género de animación en general. Si los adultos podemos soñar como niños, ¿por qué no podemos respetar el cine de animación, un género considerado como propiamente infantil? Quizá por eso la película alcanzó tal éxito y se hizo con el Oso de Oro a la mejor película en el festival de cine de Berlín, algo que nunca otra película de animación ha logrado hasta la fecha.

Resumiendo, "El viaje de Chihiro" es una obra maestra, no ya de la animación, sino del cine en general. Es el ejemplo de cómo ser fiel a tu estilo, contar los mismos temas pero profundizando más, y hacerlo por el camino más difícil pero más hermoso. Es el ejemplo del genio de un cineasta que llena de sencillez una película tremendamente compleja en un ejemplo de manejo de la narración y del mundo de la fantasía como muy pocos (o casi nadie, diría yo) saben manejar. Una película que nos dice un mensaje claro: la vida es demasiado corta y triste como para amargarnos la vida. ¿Por qué no sacar el niño que llevamos dentro y verlo todo de otra forma?

viernes, 29 de abril de 2011

Todopoderosa

THOR

Título original: Thor
Año:
2011

País: EE.UU.
Duración: 120 min.
Fecha de estreno en España: 29 de abril de 2011
Director: Kenneth Branagh
Guión: Ashley Miller, Zack Stenz y Don Payne, según el personaje creado por Stan Lee, Jack Kirby y Larry Lieber
Música: Patrick Doyle
Montaje: Paul Rubell
Fotografía: Haris Zambarloukos
Compañía: Marvel Entertainment/Paramount Pictures
Productor: Kevin Feige
Intérpretes: Chris Hemsworth, Natalie Portman, Stellan Skaarsgard, Anthony Hopkins, Tom Hiddleston, Idris Elva et al.

Odín, el rey de Asgard y padre de todos los dioses, tiene dos hijos varones: el primogénito y arrogante Thor y Loki, el hermano pequeño que se siente eclipsado. En el día del nombramiento de Thor como rey de Asgard, unos gigantes del hielo, seres de otros mundos que habitan el universo, entran en el palacio de Odín e intentan robar un valioso objeto. A pesar de que Odín y el resto de dioses logran abatirlos antes de que consigan su objetivo, Thor sugiere atacar el mundo de los gigantes de hielo como respuesta, pero su padre decide tomárselo con más calma. Sin hacerle caso, Thor y sus amigos deciden actuar por su cuenta, atacando a los gigantes de hielo. Tras salir ilesos de una muerte segura, Odín recrimina a Thor su actitud arrogante y por desobedecer las órdenes de su padre decide desposeerle de sus poderes y exiliarle a Mithgard, el mundo que se conoce popularmente como la Tierra. Allí el dios del trueno deberá regresar a casa como sea, pero en su empeño conoce a Jane Foster, una científica que le causará una gran impresión.

Hace poco me aficioné a una serie llamada "Los Vengadores, los héroes más poderosos de la Tierra". Es una serie de animación muy buena sobre el grupo de superhéroes de moda. Había algunos que más o menos conocía, más que nada por las películas, como Hulk o Ironman, pero otros como Thor no los conocía a fondo y lo descubrí en esta serie. Acabó gustándome, pero deduje que representar en la gran pantalla, a un público general, la historia de un dios que visita la Tierra y no quedar ridículo podría suponer una tarea muy difícil. Y a medida que veía imágenes de la película, el traje de Thor o incluso el trailer me iba defraudando más, tanto el estilo de la película como el interés de la trama. Se podía decir que, viendo lo que había, esta podía ser la peor de todas las películas Marvel. Pero no contaba con la sabiduría de los chicos de Marvel.

La cuestión es que la película requería de dos objetivos: contar una historia mitológica basada en leyendas nórdicas y al mismo tiempo lograr que esto encajara en una película que fuera un blockbuster. Para lo primero contrataron a Kenneth Branagh, un reputado director y actor shakespeariano que parecía no casar en el tipo de película supertaquillera que debía ser "Thor". Sin embargo, el británico aporta a la película la experiencia necesaria para representar el mundo de Thor sin que chirríe. Y lo logra gracias en parte, a un reparto espectacular que parece estar encantado de conocerle. todos son fantásticos, desde Chris Hemsworth, capaz de representar furia, odio, tristeza y humor en un mismo personaje, a la siempre impresionante en todos los sentidos Natalie Portman. Sin embargo, y aquí he de quitarme el sombrero (o el yelmo más bien) ante Tom Hiddelston. Su Loki es uno de los mejores villanos de la entera historia de los superhéroes Marvel. Y es que, aunque el propio personaje puede ser algo típico (el hermano segundon que vive a la sombra del hijo predilecto de papá), la elegancia y carisma que le pone Hidddelston lo hace absolutamente irresistible. Vamos, que aunque se le vean las intenciones y sea un hijoputa, le seguiría hasta el fin de los tiempos. Si no es lo mejor de la película, es de lo mejor.

Y ya, con la parte difícil conseguida (hacer creíbles los personajes), tocaba lo imposible, representar el mundo de Asgard sin que parezca un chiste malo. Aunque, a decir verdad, para los muchachos de ILM no hay nada imposible. En serio, a estos tipos hay que ponerles un monumento. Las escenas de acción con monstruos y demás podría considerarse del montón, pero el tema de los viajes entre los mundos hace que yo, un muchacho que está en contra del 3D, os amine a que las veáis en este formato. No he visto algo más espectacular en mucho tiempo. Eso sí, los barridos y los movimientos rápidos siguen pareciendo borrosos. esperemos que Peter Jackson lo solucione en "El hobbit" con su nuevo invento.

Así, mientras Branagh se encarga de dar el ritmo adecuado y de hacer entretenida durante dos horas una historia que parecía no tener miga, los chicos del departamento artístico hacen de las suyas: las recreaciones de Asgard son impresonantes y cómo Branagh "esconde" la ciudad en el universo infinito (con múltiples recovecos y planos que parecen del revés) ayudan a dar ese toque mágico y esplendoroso del mundo de los dioses. La banda sonora, absolutamnete maravillosa, inunda la pantalla, ayudando también a incrementar la épica de la película. Se puede decir sin duda que en el apartado artístico la película es impecable. Y para más inri, a muchos de los gigantes de hielo están maquillados, no creados por ordenador, lo que para un servidor, nostálgico de los efectos artesanales del cine ochentero, es un detalle maravilloso.

Pues al final, la que parecía que iba a ser la peli menos buena de toda esta parafernalia de Los Vengadores resulta ser posiblemente, la mejor de las que ha y hasta el momento, por la dificultad de realizarla y lo bien que lo han hecho. Y no sólo eso, sino que han logrado que la película tenga de todo: humor del buelo, chistes estúpidos, acción de la buena, romance, aventuras, caméos de Stan Lee (no diré cuando aparece), apariciones de un nuevo vengador (los conocedores del grupo de superhéroes sabrán de quién se trata), la mejor escena postcréditos de todas las pelis de superhéroes Marvel, 3D espectacular y montones de formas diferentes de llamar al martillo de Thor, por lo menos en la versión doblada (lo llegan a llamar minué, para mi propio estupor), en una película de esas en las que no sólo te entretienes, sino que te diviertes y disfrutas como si fueran un maldito adolescente. Eso sí, hay un par de cosas que no me han gustado: el prólogo, aunque espectacular, tiene tantas similitudes al prólogo de "La comunidad del anillo" que han decidido evitar comparaciones insertando antes una escena que, aunque interesante y muy espectacular, rompe el ritmo de la narración y queda como un injerto aislado mal puesto para curarse en salud. El otro defecto, al menos para mí, es mucho más grave: que aún quedan dos años para ver "Los Vengadores". Ay, quien pudiera viajar al futuro...

sábado, 23 de abril de 2011

Nausicaä revisited

LA PRINCESA MONONOKE


Título original: Mononoke hime
Año: 1997
País: Japón
Duración: 133 min.
Fecha de estreno en España: 7 de abril de 2000
Director: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki
Música: Joe Hisaishi
Montaje: Hayao Miyazaki y Takeshi Seyama
Fotografía: Atutsi Okui
Productor: Toshio Suzuki
Compañía: Studio Ghibli
Intérpretes: (Voces V.O.) Yôji Matsuda, Yuriko Ishida, Yûko Tanaka, Kaoru Kobayashi, Masahiko Nishimura, Tsunehiko Kamijô, Sumi Shimamoto et al.

Ashitaka es el príncipe de un legendario pueblo medieval de Japón. Un día su pueblo sufre el ataque de dios, con forma de jabalí, que por alguna extraña razón se había convertido en un demonio maligno. A pesar de que acaba derrotándole, Ashitaca es herido grabemente en su brazo derecho y la infección acabará propagándose por su cuerpo hasta morir. Es por ello por lo que el príncipe decide huir, abandonar su ciudad y aprovechar sus últimos días en descubrir por qué ese dios les atacó. Las pistas le llevan a un misterioso poblado minero, cuyo progreso ha consistido en la extracción de un metal muy resistente y la fábrica de fusiles. Su líder, Lady Ebosi, utiliza esas armas para luchar contra los dioses del bosque, pues éste una gran fuente de mineral, pero los dioses lo protegen. Así, Ashitaca se encuentra con un conflicto que puede desencadenar la guerra entre los humanos y los dioses del bosque, cuya figura primordial es Mononoke, una princesa humana adoptada por los lobos, que tiene la llave para lidiar con los dos mundos y evitar que corra la sangre.



No he muerto. Simplemente se acerca junio y este cuatrimestre es bastante intenso, con lo que a penas he tenido tiempo ni para ver ni para escribir. Aunque, a decir verdad, esta demora ha sido, en parte, porque esta crítica quería publicarla en un día señalado, aunque con un poco de retraso, eso sí. Ayer, día 22 de abril, fue el día mundial de la Tierra, ¿y qué mejor para celebrarlo que hablar de una película que trata el tema de la convivencia entre el ser humano y la naturaleza como "La princesa Mononoke?

Hace años, en otro blog ya extinto, publiqué una entrada con la crítica de "Nausicaä del valle del viento" para rememorar este día. Digo esto porque, si hay algo claro cuando uno ha visto "La princesa Mononoke", es que ambas son iguales: mismo argumento, misma estructura, todo igual. Eso sí, los años han hecho que la séptima película de Miyazaki goce de una mejor animación, una mayor complejidad y, por supuesto, una mayor calidad que la de 1984. Se puede decir, por tanto, que "La princesa Mononoke" es una versión mejorada de Nausicaä, como si el director no estuviera a gusto con la primera y pensara que había que retocarla. Y al final creó una película que, si no es una obra maestra (a mí no me terminó de convencer del todo, ya lo explicaré), es lo más parecido a una película perfecta.

Miyazaki necesitó 3 años para realizar esa maravilla titulada "Porco Rosso", pero el tiempo de preparación de esta colosal obra requirió de dos años más (5 en total), lo que indica su grado de complejidad y su magnitud. Y es que puede ser que estemos hablando de una de las películas más complejas del director, y también de las más atrevidas. Si en la anterior crítica comentaba que "Porco Rosso" era la más occidental de su películas, se podría decir que esta es de las más orientales, no sólo por la mitología fantástica, sino por la propia estética, que me hizo recordar muchísimo a las películas de samurais del genio Akira Kurosawa.

Sin embargo, aunque Miyazaki vuelve a su género favorito, no deja de sorprender, pues introduce algunas connotaciones en "la princesa Mononoke" que no sólo la hacen diferente a cualquier otra que haya hecho, sino que demuestran su madurez creativa. Una de ellas es la violencia. A lo largo de su filmografía se han visto escenas de acción, incluso peleas a puñetazos, pero el director nipón emplea en esta películauna violencia extrema, sangrienta. No haber visto ni pizca de sangre en sus películas y ver como Ashitaca le corta los brazos a uno de un flechazo, es sumamente impactante. ¿Por qué Miyazaki viene ahora con algo así? La respuesta la encuentra uno si se fija bien: esa ultraviolencia no ocurre porque sí, sino que está relacionada con el mal, con el odio y con la rabia de los seres humanos. Me explico: las escenas en las que Ashitaka rebana brazos y cabezas limpiamente con su arco se debe a que dispara las flechas con su brazo herido, el brazo afectado por el ataque del demonio maligno causado por los seres humanos. Es decir, hay un significado en esa violencia y esa carnicería. En el resto de batallas, siempre que los humanos están involucrados en la pelea, aparece la sangre de una forma u otra.

Otro de los factores de esta película es su complejidad, sobre todo en la psicología de los personajes. Ya en Nausicaa teníamos a un personaje que se debatía entre la naturaleza y la humanidad, entre un bando y otro, y no sabía con cual quedarse. Pero el dilema moral quedaba ahí. En el fondo, lo que podía hacer que Nausicaa apoyara a los seres humanos era que eran de su misma especie, pero los actos del pueblo que quiere atacar no tienen nada de positivo. Se podrían decir que eran malos muy malos. En "La princesa Mononoke" eso no ocurre. También tenemos un pueblo gobernado por una mujer que quiere destruir el bosque, pero vemos en ella cierta humanidad, y cierta bondad: ha sacado a las mujeres de los burdeles y las ha dado un trabajo, ha repartido las tareas entre hombres y mujeres de forma más o menos equilibrada y ha creado una ciudad próspera. Se podría decir que Lady Ebosi es una mujer que merece nuestro respeto. Sin embargo, quiere destruir el bosque, y al dios supremo que allí habita. Lo mismo pasa con los guardianes del bosque. Van a ser atacados y se comprende su actitud, pero hay quien discuta su forma de actuar o no. Es decir, que tenemos personajes completamente bipolares, más reales y más complejos que la antigua Nausicaa, lo que implica una reflexión más profunda sobre la forma de actuar de los humanos.

No obstante, es este punto el que, al menos para mí, hace que la película no acabe del todo bien para mi gusto, y ojo aquí que voy a soltar espoilerazos a mansalva. Para mi gusto, que una mente tan obsesiva como la de Lady Ebosi siga en su empeño de matar al dios del bosque, aunque media ciudad esté en peligro y sin importarle el precio, cambie de repente de mentalidad y todo sea maravilloso, me parece demasiado forzado. Comprendo que Miyazaki quiere dar un mensaje de esperanza, que cree en la convivencia de hombre y naturaleza y confía en la redención del ser humano, pero tal y como lo cuenta con el personaje de Lady Ebosi, me parece demasiado forzado y muy poco creíble. Ha observado sucesos sobrenaturales que le haría recapacitar incluso al más incrédulo y ella seguía empecinada en su objetivo. Y aun perdiendo medio cuerpo sigue en su empeño ¿Por qué cambia de parecer tan de sopetón? Probablemente no lo haya entendido bien o no haya visto bien el final, pero es mi opinión, y lo que lastra, a mi parecer, la conclusión de una película perfecta.

Así que se podría decir, a grandes rasgos, que "La princesa Mononoke" es una versión mejorada y de infinitamente mayor calidad que la película en la que está basada, "Nausicaä dle valle del viento", y que demuestra la madurez del director que ya inició con "Porco Rosso". Película grandiosa, preciosa, llena de acción y épica, con una música impresionante y un mensaje importantísimo, el edulcorado final hace que, en mi opinión, no termine de ser todo lo grande que podía haber sido. De todas formas, una auténtica joya de la animación, uno de los mejores trabajos de Miyazaki y una de las mejores películas de animación de todos los tiempos. Parecía imposible que fuera a ser superada, pero años después el director japonés nos iba a sorprender con el mayor espectáculo de animación que jamás ha podido vislumbrar la humanidad. Pero sobre ello se hablará en la próxima entrada.


PD: Han hecho una cosa horrorosa en la versión española del DVD: han doblado el precioso tema "Utada hikaru" y era algo insufrible. Comprendo que quieran doblar las canciones para que las entiendan los niños, pero es que esta peli no la van a ver los niños, o al menos no deberían verla.