viernes, 22 de agosto de 2008

Luz al final del túnel

EN EL VALLE DE ELAH

Título original: In the valley of Elah
Año: 2007
País: EE.UU.
Duración: 120 min.
Fecha de estreno en España: 18 de enero de 2008
Director: Paul Haggis
Guión: Paul Haggis y Mark Boal
Música: Mark Isham
Reparto: Tommy Lee Jones, Charlize Theron, Susan Sarandon, Jason Patric, James Franco, Josh Brolin, Rick Gonzalez, Jonathan Tucker, Barry Corbin, Frances Fisher et al.
Productora: Warner Independent Films

Hank es un antiguo militar retirado del ejército de los EE.UU. que tiene un hijo luchando en la guerra de Iraq. Sus preocupaciones comienzan cuando en las noticias dicen que todas las tropas norteamericanas han regresado a casa, pero no hay noticias de su hijo Mike. A los pocos días la policía localiza el cuerpo calcinado y descuartizado de un joven al que identifican como Mike Deerfield, el hijo de Hank. Desesperado, intentará descifrar los enigmas de su muerte, ayudado por la detective Emily Sanders, a pesar de las tremendas dificultades que el ejército les pone en su investigación.

Hace 3 años Paul Haggis se descubrió ante el mundo con "Crash", una de las mejores películas de la década y merecidísimo Oscar a mejor película aunque, algunos defensores de cierta película sobre vaqueros homosexuales opinen lo contrario. Pero la vida sigue y un director de esa calidad no puede estancarse en un solo filme y se enfrenta a su mayor reto: su segunda película. Y es su mayor reto porque tu segunda película te permite demostrar si las genialidades de su primer trabajo son fruto de su calidad o simplemente de un golpe de suerte. El resultado de esta difícil prueba para Haggis es el siguiente: estamos ante uno de los mejores directores del momento y del futuro.

El que espere ver en "En el valle de Elah" un segundo "Crash" que se vaya olvidando. Estas dos son películas muy distintas, donde una tenía unas cualidades distintas con respecto a la otra. Mientras que "Crash" tenía un guión prodigioso y uno de los mejores montajes que jamás he visto en una sala de cine, a parte de secuencias memorables (la escena de la niña es de las mejores de la historia), "En el valle de Elah" es mucho más pausada, mucho más lenta que la anterior. Su montaje no es tan frenético y, en alguno casos, se hace bastante larga. Se echa de menos un poco de ritmo, sobe todo cuando avanza la película y todavía no ha despegad del todo la investigación policial. Es una película que, a mi juicio, le falta algo de ritmo, de intensidad. Es un thriller un tanto soso, es más un drama con suspense, la lucha de un padre por buscar la verdad, que un thriller al estilo "Zodiac" o "No es país para viejos".

Por otro lado el guión es un tanto flojillo. La historia es muy interesante, pero no tiene, como he dicho, escenas de acción o aceleradas, que aumenten el ritmo de la narración. Pero este tiene algo que yo aprecio muchísimo: el guión sigue un cauce fijo y no se desvía ni hacia la derecha ni hacia la izquierda. Seguro que cualquier director de poca monta aprovecharía el tema del ejército o de la guerra de Iraq para hacer una lectura negativa del conflicto, o por el contrario llenarla de patriotismo, como hizo el gran Clint Eastwood, el padre de Paul Haggis (cinematográficamente hablando) en "Banderas de nuestros padres", aunque, en este caso, no es un director de poca monta. Quizá, aleccionado por la película de su mentor, Haggis dejó de lado ese patriotismo exaltado para centrarse en narrar el tema de la lucha de un padre y un simple detective contra el ejército de EE.UU. en busca de la verdad, al igual que David luchó contra Goliat en el valle de Elah. Podía haber sido la guerra de Iraq como la de Afganistán o como cualquier otra. Es el ejército un mero actor secundario, un simple escenario de la película que cuenta, de igual forma, las cosas negativas y positivas de esta institución. No es, en definitiva, una película política, como cualquiera pueda pensar, sino un drama magníficamente dirigido.

Y es esto último lo que mejora con respecto a "Crash". "En el valle de Elah" posee una dirección más madura y más clara, donde se nota la gran influencia que el cineasta canadiense ha adoptado de Clint Eastwood. Quizá peque un poco de recreo en la tragedia. Es una película que se regocija en lo trágico y busca la lágrima fácil del espectador. Esto se demuestra en ciertas escenas prescindibles que sólo buscan conmover al público, como la de la mujer del perro. Otras, sin embargo, son más necesarias, pero Haggis no se conforma con el dramatismo de las escenas, sino que las prolonga hasta la saciedad. Me refiero, como no, a la famosa escena del abrazo en el pasillo del hospital, que si se descuida eso parece un cortometraje por su duración. Sin embargo, esas escenas largas o prescindibles no incomodan tanto, pues su hermosísima fotografía hace que no despegues la mirada de la pantalla. Cada plano en la película es de una gran belleza, siendo este uno de los puntos fuertes del filme.

Sobre las interpretaciones, poco que contar. Si con "Crash" nos sorprendió a todos con actores de comedia interpretando un dramón (y ganando el premio del sindicato de actores al mejor reparto), ya nada nos puede sorprender en sus futuras películas. Tommy Lee Jones está soberbio, aparece absolutamente en todas las escenas de la película y aguanta estoicamente los primeros planos que hace Haggis. La verdad es que toda la película está sustentada por él, y eso decirlo de Tomy Lee Jones es mucho. Charlize Theron esta francamente bien, demostrando que no sólo es una cara bonita. El resto de actores están geniales, pero son demasiado secundarios, pues son estos dos primeros los verdaderos protagonistas de la película.

Resumiendo, "En el valle de Elah" es un auténtico peliculón, un filme que no tiene el ritmo y la grandeza de su primer trabajo, pero que demuestra todas las habilidades de un director en alza que puede convertirse en uno de los mejores directores de la historia. Maneja la cámara de forma maravillosa y controla, de igual modo, las interpretaciones del reparto. Un director completísimo, la luz al final del oscuro túnel que parece el buen cine americano. Es el sucesor de Clint Eastwood y eso, señores, es decir mucho. ¡Larga vida al cine!

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