martes, 15 de septiembre de 2009

Habla, amigo, y entra

DÉJAME ENTRAR

Título original: Lat den ratte komma in
Año: 2008
País: Suecia
Duración: 100 min.
Fecha de estreno en España: 17 de abril de 2009
Director: Tomas Alferdson
Guión: John Ajvide Lindqvist, según su propia novela homónima
Música: Johan Soderqvist
Montaje: Tomas Aldferson y Dino Jonsater
Fotografía: Hoyte van Hoytema
Productor: Carl Molinder y John Nordling
Compañía: EFTI
Intérpretes:
Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist, Peter Carlberg et al.

Oskar es un chico de 12 años que sufre acoso en el colegio, sus padres están divorciados y no tiene amigos. Por eso encontrará consuelo en la figura de Eli, su recién llegada vecina, de la cual sentirá algo más que una profunda amistad. Pero Eli es un tanto rara y para colmo su llegada coincide con una serie de sangrientos crímenes que están asolando el lugar. A medida que Oskar y Eli se sienten más atraídos, la chica tendrá más dificultades para ocultar un oscuro secreto que podría poner en peligro su amistad.

Cuando la gente fue a ver "Watchmen" esperaba ver una película de superhéroes, con mucha acción al estilo Spiderman o X-Men, pero se encontró con un film largo, lento y con un mensaje profundo, algo muy distinto a lo que ellos esperaban. Lo mismo ocurrirá cuando vayan a ver "Déjame entrar", pues esta no es una película de vampiros, ni mucho menos de terror, sino un drama que habla de la amistad y del amor por encima de cualquier barrera. Lo sé, ese tema, dentro de una película de vampiros, puede resultar raro.

"Déjame entrar" mezcla a la perfección el ritmo lento y pausado con las escenas más escalofriantes. Mientras el espectador sucumbe ante las bellas imágenes y nos vamos sumergiendo en la historia, de pronto, el director nos suelta una imagen terrorífica, cruda y sádica, eso sí, rodada con elegancia, sin ser del todo gore. Es un aviso para indicarnos que no nos relajemos y que ayuda a mantener el interés del espectador. Y es que las escenas de terror son realmente impactantes. Todavía recuerdo perfectamente la famosa escena del hospital, impactante y preciosa, o el fascinante y angustioso (aunque previsible) final en la piscina.

Se puede decir, para concluir, que la película es realmente curiosa. El eterno tema de Romeo y Julieta, del amor imposible, pero introduciendo vampiros en la trama. Perfecta unión de cine pausado, en un ambiente tenebrista, con las escenas de terror más escalofriante. Ya aviso, el que espere ver un "San Valentin Sangriento" que vaya al cine. Esto es mucho más sutil.

1 comentario:

cronopio dijo...

Bueno, bueno... ¡hacía tiempo que esperaba esta crítica! Me alegro de que te haya gustado ¡y enhorabuena!