viernes, 21 de marzo de 2008

De tal palo tal... estaca ¡¡Clavádmela por Dios!!

CUENTOS DE TERRAMAR

Título original: Gedo senki
Año: 2006
País: Japón
Duración: 110 min.
Estreno en España: 21 de diciembre de 2007
Director: Goro Miyazaki
Guión: Goro Miyazaki y Keiko Niwa, según la novela homónima de Ursula K. Le Guin
Música: Tamiya Terajima
Reparto: (Voces V.O.) Junichi Okada, Aoi Teshima, Bunta Sugawara, Yûko Tanaka, Teruyuki Kagawa, Jun Fubuki, Takashi Naitô, Mitsuko Baisho, Yui Natsukawa, Kaoru Kobayashi et al.
Productora: Studio Ghibli


Argumento: El príncipe Aren apuñala a su padre y se fuga, temiendo la pena que pueda caerle. En su exilio conoce a Gavilán, un extraño archimago que vagabundea por el mundo probando suerte. Cuando llegan a un gran poblado mercantil Aren salva a Theru, una chica a la que unos comerciantes de esclavos querían raptar, pero la chica huye despavorida después de salvarle. El mago y el príncipe siguen su camino y van a parar a casa de Tenar, una campesina antigua amante de Gavilán. Pero cual es la sorpresa de Aren cuando descubre que Theru vive y trabaja allí. Los dos se quedan allí una temporada, hasta que los anteriores comerciantes de esclavos, secuaces del gran mago Cob, descubren el paradero de Gavilán y secuestran a Tenar para hacer que su amado acuda a su castillo. Es en ese momento en el que Aren deberá enfrentarse a sus miedos, descubrir quién es de verdad y derrotar al temible mago Cob.

Para empezar Goro Miyazaki es el hijo de su padre, Hayao Miyazaki. Sólo por eso el espectador se adentra en esta película con la esperanza de ver un filme mágico y encantador, como los que dirige el veterano cineasta nipón. Pero también hay que decir que el tal Goro Miyazaki es arquitecto, y un arquitecto metido a director es como un profesor de historia que dirige una película: un desperdicio de filme. Ups, creo que eso ya ocurre en España, cachis... Claro, así nos va. Pero ese es otro tema. La cuestión de que sea arquitecto, y que esta sea su primera película, es que no sabe mucho de narrativa cinematográfica, y mucho menos de adaptaciones de libros al cine. Esto se puede ver en Cuentos de Terramar, bonita película pero desconcertante y a ratos aburrida.

Por un lado lo que hace que esta película sea un tostón es su argumento. Al principio comienza muy bien, con sus dragones luchando, su melancólica música, sus aires épicos... Al principio el filme es entretenido, quizá por las expectativas del espectador. Pero pasa el tiempo y pasa el tiempo y ahí no vemos dragones ni vemos na, ni siquiera monstruos ni bichitos como veíamos en las pelis de papá Miyazaki. Pronto el espectador se da cuenta de que, si no fuera por el dibujo, no está en una peli de Hayao, sino de alguien que dibuja igual. No se siente su magia, ni su belleza, ni su ritmo en ningún momento. Así que el que piense ver Cuentos de Terramar con la mentalidad de ver un nuevo Totoro o un nuevo Castillo Ambulante más les vale que apague el televisor, el ordenador o cual sea la cosa en la que lo estéis viendo. La película está llena de simbolismos y de claves difícilmente comprensibles que, combinadas con una narración nada ágil, hace que el espectador mire la hora continuamente esperando a que termine o a que salgan los malditos dragones de una puñetera vez.

A todo esto hay que sumarle la pésima adaptación del libro. Yo no lo he leído, pero viendo críticas de gente que sí lo ha hecho corroboran lo que yo me temía. Esta gente dice que el libro está tan resumido que el guión contiene lagunas, algunas tan grandes como el lago mioceno de Madrid... ejem, bueno, quizá este ejemplo no lo entendáis, así que diré que son tan grandes como el lago Naser (Egipto, te echo de menos...). Así que, desvaríos a parte, os encontareis con personajes poco profundos de los que no se sabe nada de sus vidas pasadas y con un mundo ficticio del que no nos hacen ninguna introducción. Una de las mejores formas de hacer verosimil una narración fantástica es darle una historia al mundo en el que viven los personajes, pero esto no ocurre en Cuentos de Terramar.

Pero no todo es tan demencial en la película, pues tiene cosas positivas. Una de ellas es la animación, idéntica a la de su papá. Si no fuera porque la película no tiene la esencia de Miyazaki no notaríamos la diferencia. También la música es interesante, pero no alcanza la belleza y la genialidad de los trabajos del maestro Joe Hisaishi. Quizá esto último sea lo mejor de todo el filme. Bueno y la moraleja también. El recurrente tema del carpe diem, del vivir la vida. Y ese de no temer la muerte, pues todos moriremos algún día, pero debemos vivir la vida y luchar por ella. El problema está, y esto es una cosa personal, que el mensaje se dice de forma demasiado explícita, como la típica película con moralina, donde el malo es muy malo y el bueno es muy bueno.

Resumiendo: Cuentos de Terramar decepciona. No es la típica película de Miyazaki, pues este tal Goro tiene de su padre sólo el apellido y su estilo de dibujo. Un pésimo guión y un lenguaje de símbolos demasiado complejo para el público. Si vas a verla pensando en las películas de papá Miyazaki mejor no la veas. Pero si lo que quieres es ver cosas incomprensibles, llenas de símbolos, esta es tu película, sin ninguna duda. Esperemos que en el próximo trabajo de Goro (si es que lo hay) este se esmere un poco más. Aunque, visto lo visto, prefiero que se dedique a la arquitectura.

- LO MEJOR: La excelente animación del filme. ¿Será algo genético?
- LO PEOR: Mala adaptación, desperdicio de un guión con un gran argumento, demasiado simbolismo.

Esta crítica está sacada de El mundo de Freakman

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