sábado, 27 de septiembre de 2008

El amor (por Nicole) mueve montañas

MOULIN ROUGE

Título original: Moulin Rouge
Año: 2001
País: Australia
Fecha de estreno en España: 11 de octubre de 2001
Duración: 122 min.
Director: Baz Luhrmann
Guión: Baz Luhrmann y Graig Pearce
Música: Craig Armstrong
Reparto: Ewan McGregor, Nicole Kidman, John Leguizamo, Jim Broadbent, Richard Roxburgh, Jacek Koman, Kylie Minogue, David Wenham, et al.
Productora: 20th Century Fox

Christian es un joven escritor inglés que viaja a París para impregnarse del ambiente bohemio de finales del siglo XIX. Allí conocerá a Toulouse Lautrec y su grupo de amigos que ensayan una obra de teatro, los cuales encontrarán en Christian el genial escritor que siempre habían deseado. Christian se une a ellos para escribir el libreto de su nueva obra y todo va viento en popa... pero necesitan financiación y una gran estrella, con lo que deciden visitar el Moulin Rouge, el más famoso burdel de París, y que Christian recite los versos de la obra a Satine, la más hermosa de todas las mujeres que allí trabajan. Pero esa noche Satine esperaba a otro hombre, El Duque, un mecenas que la haría cumplir su sueño de sacarla de aquel antro y convertirla en una gran actriz. Así, el regente del burdel prepara un encuentro privado entre Satine y El Duque, pero una serie de malentendidos hacen que la chica confunda a Christian con su adinerado pretendiente. Mientras que Satine intenta seducir al supuesto duque, Christian recita algunos versos para mostrarle su obra. Es tal la belleza de estos que la chica queda prendidamente enamorado del joven escritor y surge entre ellos un profundo amor. Sin embargo, El Duque, al no ver cumplido su deseo de estar a solas con la chica, quiere a Satine sólo para él, con lo que hará todo lo posible para lograr que la bella mujer esté para siempre a su lado.

A mí nunca me han gustado mucho las películas de amor. Principalmente porque la chica logra enamorar al chico, pero no al espectador, con lo que uno se encuentra con una historia ya muy vista y con poco interés. Pero con Moulin Rouge no ha pasado, con Moulin Rouge me he enamorado y esa es la gran virtud de esta grandísima película la cual, si no fuera por el mal trabajo de su director, sería una auténtica obra maestra.

En un principio, lo que uno se encuentra con Moulin Rouge es un espectáculo esperpéntico de luz y color. Un conjunto de escenas sin ton ni son, en algunas ocasiones totalmente prescindibles, con un ritmo videoclipero y con unos efectos de sonido dignos de los Looney Toones. Si a eso le sumamos los coloridos vestuarios y unas canciones típicas de finales del Siglo XX y con estúpidas coreografías tenemos un filme mediocre, que insulta al espectador con cada escena y que a más de uno (a mí me ocurrió) le harán quitar la película desesperado por la idea de que el resto de las dos horas todo será igual. Como ejemplo os pongo la escena en la que Christian le canta su canción a Satine, en la que podemos ver cómo la luna (sí, la luna) canta ópera. Para arrancarse los ojos. Pero la historia y el suculento comienzo del filme, donde se nos desvela el desenlace, nos hace interesarnos por la historia, con lo que nos armamos de valor y seguimos viendo la película.

Es en este momento en el que descubrimos que, salvo en alguna que otra escena, el director ha apartado esa forma indescriptible y absurda de dirigir y todo toma un tono más serio (dentro de la comedia, claro) y nos relata una historia de amor ya vista, del típico chico que se enamora de la chica, la chica al principio no lo reconoce pero sigue enamorada y el malo malísimo que intenta romper la relación. Además, algunas canciones son absurdas (demencial la escena en la que cantan "Like a virgin" de Madonna). Entonces, ¿dónde está la gracia de este musical? En el cuerpo de Nicole Kidman, la única mujer capaz de convertir en el más macho al homosexual más afeminado de todos. Tal es su magnetismo que enamora incluso al propio espectador, de tal forma que la historia de amor no sólo es cosa de Satin y Christian, sino tuya también. Y es en ese punto en el que la historia te atrapa por completo y más cuando conoces lo que ocurrirá al final. Kidman hace que, una historia a priori insulsa y ya manida, se convierta en una experiencia nueva para el espectador, pues nos enamoramos de ella y queremos saber que ocurre con los amantes. Esto, junto con algunas canciones realmente bellas (atentos a "Your song", una de las más bellas canciones que he escuchado en un musical) hace que Moulin Rouge se convierta en una película profundamente emotiva, un filme que te llegará al corazón y que te hará soltar más de una lágrima (a mí me ocurrió).

En definitiva, Moulin Rouge es una película con una buena narración, una ambientación, dirección artística y vestuario dignos de los musicales de antaño, unas canciones hermosísimas y, sobretodo, una actriz como Nicole Kidman, que eleva todo esto a cotas altísimas de calidad y hace que la película merezca realmente la pena. Sin embargo, el malísimo montaje y la pésima dirección de Baz Luhrmann, con escenas absurdas, planos que duran un microsegundo, supermegazooms de la ciudad que no vienen a cuento y demás patochadas, evitan que este filme sea una obra maestra. Además, Ewan McGregor grita. Pero todo da igual mientras esté Nicole...

PD: Os dejo un vídeo de Youtube con una de las canciones, para que veáis cómo versionan temas clásicos de la música popular y lo bien que queda en esta ocasión.

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