lunes, 22 de diciembre de 2008

Cuestión de tiempo

LOS CRONOCRÍMENES

Título original: Los crímenes
Año: 2008
País: España
Duración: 140 min.
Fecha de estreno en España: 27 de junio de 2008
Director: Nacho Vigalondo
Guión: Nacho Vigalondo
Música: Eugenio Mira
Productora:
KV Entertainment / ZIP Films / Fine Productions S.L.
Intérpretes: Karra Elejalde, Bárbara Goenaga, Nacho Vigalondo, Candela Fernández y Juan Inciarte.

Héctor es un hombre corriente, casado, que se acaba de mudar a una casa de campo. Una mañana, mirando por sus prismáticos, contempla a una hermosa joven en el bosque y aprovechando la ausencia de su mujer, decide ir a investigar. Al llegar al lugar descubre a la joven, pero es agredido por un misterioso hombre con la cara vendada. Héctor huye desesperadamente buscando refugio y finalmente topa con un joven que le ayuda a esconderse, pidiéndole que se introduzca en una especie de máquina extraña. Héctor accede y al rato vuelve a salir, pero algo extraño a ocurrido. Segundos antes de entrar en el aparato era de noche y ahora era de día. El joven técnico le conocía, pero ahora parece sorprendido por su presencia. Héctor no comprende nada, hasta que el joven le cuenta que aquel aparato donde había entrado es una máquina del tiempo y que si espera hasta esa misma noche en ese mismo instante, todo volverá a la normalidad, pero para ello Héctor debe quedarse en el laboratorio, sin tocar nada. Sin embargo, desesperado, decide ir a su casa descubriendo asombrado la verdad sobre la joven y el hombre de la venda.

El cine español está plagado de malas películas, comedias estúpidas en las que la maciza de turno se despelota y dramas políticos sobre la guerra civil y el franquismo. Afortunadamente en los últimos años ha salido un grupo de jóvenes cineastas que han visto que hay cine más allá de los pirineos y al otro lado del charco y han centrado su cine, tanto temática como narrativamente, en los grandes maestros de Hollywood y de Europa. Películas como "Rec" o "El orfanato" son muestra de esta moda del cine de terror que está renovando nuestro cine. Pero años atrás Amenábar comenzó igual con "Tesis", "Abre los ojos" y "Los otros". "Los cronocrímenes" es otra de estas películas que supone además el debut de uno de los directores más prometedores del momento: Nacho Vigalondo.

Famoso por dirigir cortometrajes como "7:35 de la mañana" nominado al Oscar o diversas, colaboraciones para La Hora Chanante o Muchachada Nui, la ópera prima de este director cántabro es una lección de cómo hacer buen cine con poco dinero. Demostrando gran maestría con la cámara, el realizador nos conduce por una historia impresionante por lo intrincada y lo bien escrita que está. El guión es su mejor baza, pues no posee ninguna fisura y la forma de actuar de los personajes (o del personaje) a lo largo de la película están justificados y bien enlazados, resultando todo perfectamente verosímil. Las numerosas escenas de acción e intriga están fenomenalmente rodadas, con algunas escenas que cualquier otro director español no haría, como la escena del hombre vendado intentando tirar la puerta abajo.

Es extraordinaria también la planificación de las escenas, pues el filme contiene, lógicamente, numerosos saltos en el tiempo y cuyas escenas son contada desde el punto de vista de Héctor. Así hay cosas que se nos ocultan y que están contadas en el siguiente salto en el tiempo, encajando a la perfección. Las mismas historias se repiten una y otra vez, pero contando una cosa distinta en cada ocasión, desde el mismo punto de vista, pero desvelándonos cosas nuevas. Por eso "Los cronocrímenes" impresiona, porque con cuatro actores y escaso presupuesto se saca adelante una película con un descomunal guión, una dirección muy buena y una planificación del rodaje que ya quisieran muchos maestros del séptimo arte. Sin embargo, lo peor de esta película es el papel de Nacho Vigalondo, monstruo detrás de las cámaras pero mal actor. No podía tenerlo todo ¿verdad?

2 comentarios:

emera86 dijo...

Hablando de Amenábar, ¿a que no sabes qué? El otro día estaba con dos primas mías comiendo por el centro, en un restaurante que se llama "A dos velas" y después de nosotras entró Alejandro con otro tío y se sentó a nuestro lado... ¡Qué risera!

Chuparrocas dijo...

¡No jodas! Yo una vez fui a cenar a un restaurante y estaban los de Muchachada Nui. Era la risión.