viernes, 20 de febrero de 2009

Ni chicha ni limoná

SLUMDOG MILLIONAIRE

Título orginal: Slumdog Millionaire
Año: 2008
País: Gran Bretaña/India
Duración: 120 min.
Fecha de estreno en España: 13 de febrero de 2009
Director: Danny Boyle
Guión: Simon Beaufoy, según la novela "¿Quiere ser millonario?" de Vikas Swarup
Música: A. R. Rahman
Montaje: Chris Dickens
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Productor: Christian Colson
Compañía: Pathé/Film 4/Celador Films
Intérpretes:
Dev Patel, Freida Pinto, Madhur Mittal, Anil Kapoor, Irrfan Khan, Mia Drake et al.

Jamal es un joven que vive en la barriada de Mumbai, en la India. Tiene un trabajo en una compañía telefónica repartiendo cafés a los empleados, pero un día tiene la oportunidad de participar en el programa "¿Quién quiere ser millonario?", el más visto de la televisión india. Poco a poco va resolviendo las preguntas, a cual más complicada, y sorprende a todo el país, pues un chico de los barrios marginales está llegando más lejos que cualquier catedrático o científico ha logrado llegar. Al final del programa, cuando está a punto de responder la última pregunta del concurso, el chico es detenido. La policía piensa que ha estado haciendo trampas, pero Jamal es inocente y pretende demostrarlo narrando la tempestuosa historia de su vida y cómo cada episodio de su vida le dio la clave para responder las preguntas del concurso.

Hoy en día la gente no está acostumbrada a ver cine. Se cansan y se aburren con facilidad, no toleran las películas largas y lentas. Por eso, aquellas cintas que son cortas y sencillas de ver triunfan en el público. Eso es lo que ocurre con "Slumdog Millionaire", película simplísima, sin la calidad suficiente como para poder ganar el Oscar, pero cuya sencillez, estética y dinamismo hace que la gente se quede prendada de ella. Y ya se sabe, si se tiene al público y a la crítica de tu lado el éxito está casi asegurado.

Hace tiempo dije que sería muy difícil superar a "El curioso caso de Benjamin Button", la mejor de las cinco nominadas al Oscar a mejor película, y que cualquiera que lo superase tendría que ser, como mínimo, una obra maestra. "Slumdog Millionaire" no lo es, ni mucho menos. Es una gran película, pero ni siquiera un peliculón. Y su pecado está, como he venido comentando, en la simpleza de su guión. Debo reconocer que el argumento es atractivo y tremendamente original, pero la fórmula se pierde desde el principio. Es loable, no obstante, el trabajo de Danny Boyle, que consigue sacar adelante una historia sin sustancia, contando la película a través de flashbacks, elipsis y saltos en el tiempo, contando la película desde atrás y luego yendo hacia delante para terminar otra vez en el final. La historia pasa de la sala de interrogatorios al plató, del plató a la vida de Jamal y de aquí otra vez al interrogatorio, para cambiar luego el orden o intercalar varios escenarios en el orden que a Boyle le sale del coraçao. Por lo tanto, el trabajo del director hace que el guión, repleto de ñoñerías y frases rimbombantes, se convierta en una película interesante de ver. Y la cuestión es que el filme no aburre, pues el montaje le imparte un ritmo desenfrenado y sus excepcionales banda sonora y fotografía aportan un estilo moderno (por no decir videoclipero) a la cinta que encandila al gran público.

Pero es "Slumdog Millionaire" una película sin fuerza. A pesar del trabajo del director, de los actores, del editor, del operador de cámara, incluso del compositor de la música, la película carece de alma, de ese halo que poseen las grandes películas merecedoras del Oscar. Es un filme que no tiene profundidad ni personajes complejos, pues "Slumdog Millionaire" no es más que una historia de amor como cualquier otra, pero contada desde un punto de vista distinto y original. Una película machacada y masticada, para que el público la consuma felizmente, sin necesidad de tener que pensar qué significaba ese plano, o qué quería decir ese actor con ese gesto. Mientras que películas como "Million Dollar Baby", "Crash" o "No es país para viejos" tenían una profundidad y una complejidad en el mensaje, que te dejaban pensando después de la película, en "Slumdog Millionaire" te hablan del mismo tema de siempre.

A donde quiero llegar es que la favorita para los Oscar no merece el premio. Tiene una gran labor direccional y un montaje que es la razón de toda la película, así como ciertos aspectos técnicos, pero carece de ese toque de gracia de las grandes películas. Es una película que te puede enamorar si te gusta ese tipo de historias de superación personal, pero que no necesariamente son un prodigio de la técnica. Si la comparamos con "El curioso caso de Benjamin Button", "Slumdog Millionaire" tiene la emotividad de los melodramas de Antena 3. La primera es un prodigio de la técnica y su guión es lo que más flaquea, pero la historia que cuenta tiene una profundidad que llega mucho más lejos de lo que puede llegar cualquier película: el paso del tiempo y la muerte, y todo narrado de forma impecable. La segunda es un filme muy ágil y técnicamente muy llamativo, con un guión mucho mejor construido, pero sumamente soso y carente de sustancia.

Ahora bien, ¿merece ganar "Slumdog Millionaire" el Oscar? En un principio no, pero uno de los requisitos del éxito es que le guste a crítica y público y esto último lo consigue con creces. Como digo es un filme insulso, pero tiene dos virtudes: es corta, no dura más de dos horas, lo que facilita que la gente no diga aquello de "es que es muy larga", que no tiene nada que ver, pero bueno; y la otra es que cuenta una historias alegre. Muchos se quejaron del tremendo pesimismo que se respiraba en "El curioso caso de Benjamin Button" y ese fue un motivo por el que la gente la criticó (otra vez argumentos insostenibles). Y es que el público está harto del pesimismo de películas como "El caballero oscuro", "Revolutioanry Road", "El intercambio" o incluso las últimas películas ganadoras del Oscar. Al salir en las pantallas un filme alegre, sencillo y que exalta el amor y la superación la gente se entusiasma.

Ya tenemos al público ganado. ¿Qué pasa con los expertos? Pues ahí el problema lo tuvo Fincher tras mandar a freír monas a los productores, con corte de mangas incluido. Ese gesto no debió gustar mucho a los académicos y para castigarle han preferido premiar a "Slumdog Millionaire" y no darle ninguno a "El curioso caso de Benjamin Button". No os extrañéis que se lleve el Oscar a mejor montaje, realizado por la productora y motivo de disputa entre Fincher y la Paramount. Sería un toque de atención.

Así que con ambos sectores en el bolsillo, la gran favorita para los premios más importantes del mundo del cine será para una película sin salsa, muy bien hecha y muy bonita, pero a la que le falta ganas. Su simpleza hace que pierda fuerza, pero a su vez la convierte en una película mucho más digerible, con lo que recibe una gran aceptación por parte del público. Sería una injusticia que este filme se hiciera con el Oscar, aunque quien sabe, los caminos del Señor son inescrutables. Lo sabemos este domingo.

2 comentarios:

emera86 dijo...

Comprendo tu postura pero no la comparto. Cierto es que no es una de esas películas en la que hay que pensar, pero aún así el guión no me parece que sea en absoluto simple ni soso. En esta película se concentran muchos géneros: retrato social, drama, acción, romance e incluso comedia y de una manera que no chirría, con lo cual me parece que el resultado es una película que te hace pasar por muchos estados de ánimo a lo largo de ella. Eso es lo que, creo yo, se busca del arte: que infunda sensaciones, que sorprenda. La gente no docta en el tema no sabe de planos, montaje o demás claves de la parte técnica del mundo del cine. La gente lo que busca es que les guste y punto.

Pero aún iré más allá. Soy de las que piensa que es posible distinguir entre una buena película y una película que me ha gustado. Hay clásicos del cine que creo que son obras maestras y sin embargo no las vería más de una vez (otras muchas me encantan por supuesto). En este caso reconozco que mi primera impresión al salir de la película fue que me había gustado, simplemente eso, pero reflexionando sobre la manera en que esta hecha, también pienso que es una gran película.

Cierto es que tiene puntos débiles, que no es una obra maestra, pero sí una muy buena película. Muchos dicen que es la mejor película de la década... hombre, tampoco es para tanto, pero se la recomendaría a cualquiera.

Como conclusión, decirte que, cada una a su manera, la de Benjamin Buttom y esta me parecen las dos mejores películas que he visto últimamente, y si tuviera que elegir, no sabría con cual quedarme...

Chuparrocas dijo...

"Slumdog Millionaire" podría compararse con la comida rápida. Está rica, le gusta a todo el mundo, no te tiras demasiado tiempo degustándola y encima cuesta poco. Pero al igual que este tipo de comida, su calidad y su nivel nutricional dejan mucho que desear, es decir, no es buena comida (o comida basura que se la llama). Por eso, darle 8 Oscar a "Slumdog Millionaire" sería como darle 3 estrellas Michelín al McDonalds, una injusticia y un insulto al buen gusto.

Por otro lado decir que "Benjamin Button" también es un retrato social, hay drama, acción, romance. Pero está tratado con una profundidad y con una complejidad psicológica que no tiene "Slumndog Millionaire". Se puede decir que esta última es una película más fácil de ver que la de Fincher, al igual que es más fácil comer una hamburguesa que un cocido. ¿Pero cual de ellas requiere una mayor elaboración? Y es aquí donde entra en juego la última frase del primer párrafo: ¿realmente la gente busca simplemente que le guste o prefiere algo más? Ahí queda eso.

También hay que diferenciar entre los expertos y la gente y los gustos que tiene cada uno. A la gente sólo le interesa que esté rico, a los expertos no sólo eso, sino algo más. Y aquí es donde debo rendirme, pues "Slumdog Millionaire" no sólo ha gustado al público, sino a la crítica. Desconozco los motivos, pero así es.