jueves, 11 de junio de 2009

Vida y misfortunios de la joven Kiki, aprendiz de bruja.

NICKY, LA APRENDIZ DE BRUJA

Título original: Majo no takkyubin
Año: 1989
País: Japón
Duración: 101 min
Director: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki
Novela: Eiko Kadono
Música: Joe Hisaishi
Compañía: Studio Ghibli

Mi puntuación filmaffinity: 6
Puntuación filmaffinity (10/6/09): 7,1



  • Al margen de la película en sí misma, cabe destacar la habilidad de los traductores (oficiales, no por fortuna los de mis subtítulos) que cambiaron el nombre de Kiki (en la película aparece escrito en nuestro alfabeto) por el de Nicky... sus sucias mentes sabrán por qué.
  • En una escena en que es invitada a tomar café también cambian la bebida por chocolate, más apropiado para el azucarado mundo Disney.
  • Por último, el nombre de cierta panadería, “Guchokipanya”, es un juego de palabras entre “guchokipa”, que parece un equivalente del piedra, papel o tijera, y “pan’ya”, panadería o pastelería, no sé exactamente.

Lo más extraño de esta película es que también fue capaz de cautivarme. Si os molestáis en buscar alguna imagen en google entenderéis por qué no esperaba gran cosa de la película. A decir verdad, solo buscaba una historia sencilla, lo mismo que me podría haber visto la serie completa de Heidi si hubiese cabido en dos horas. De hecho tengo que confesar que me encantan este tipo de historias, mitad costumbristas y mitad Torres de Malory (en realidad, ya me gustaría a mí que fuesen estas proporciones).

Y Miyazaki consiguió, una vez más, sorprenderme desde el inicio. No necesariamente son todo sorpresas positivas, pero sorpresas al fin y al cabo. La mayor es evidente desde el minuto uno: ¿no es un rollo secreto esto de las brujas? Pues no, parece que no. Esto me pareció muy atrevido y sorprendente. Atrevido porque supone renunciar a uno de los grandes atractivos de las películas de jóvenes magos, y es todo el misterio que envuelve al mundo secreto, el riesgo constante a ser descubierto. Pues aquí nada. Coge la escoba y vuela que mañana será otro día.

Entonces tenemos la historia de (no temáis por los datos que pueda revelar, nadie tan histérico como yo en ese aspecto) una niña de 13 por primera vez sola en el mundo (nada tan dramático). Aquí todo son posibilidades de nuevo. Más aún cuando Miyazaki recrea otra vez su romántico sueño europeo. ¡Qué ciudad tan increíble! Los aires italianos son, una vez más, evidentes hasta para un ignorante como yo. Solo contemplar la ciudad ya justifica gran parte del tiempo invertido. Lástima que no podamos estar ante una historia más ambiciosa que enfrentase a la protagonista a mayores y más variadas dificultades. En cierto punto la historia habría sido muy apropiada para un desarrollo dickensiano o, más apropiado incluso, cervantino o algo al uso. Lamentablemente, no hay mucho espacio para la picaresca (aunque algo sí que hay). Como no se puede ir por este camino, es inevitable desarrollar otro hilo argumental para sostener el bote. Muy afortunadamente es uno de los finales de Miyazaki que menos me han rechinado. Algo abrupto, quizás; un argumento con elementos prescindibles, seguro... en mi mundo.

Mi conclusión es que esta podría haber sido una gran historia, aunque eso hubiese exigido otro formato. Sin embargo, a pesar de su aparente falta de ambición, a pesar de ser quizás la película Ghibli más declaradamente infantil de las que he visto por el momento, reconozco que, como siempre, aún sigo soñando...

2 comentarios:

Chuparrocas dijo...

Cambiaron "Kiki" por "Niki" por la misma razón por la que cambiaron "Laputa" por "Lapuntu" en "El castillo en el cielo".

Casualmente esta es la única película de Miyazaki que aún no he visto. Me tiraba para atrás eso de que sea demasiado infantil. Pero intentaré verla y tendréis mi opinión.

Siento mi ausencia tan acentuada, pero es que he estado fuera toda la semana de campamento... cartografiando, buscando fallas, midiendo buzamientos... no lo entenderíais.

cronopio dijo...

Pues lo de Laputa ya es más grave, porque ese es el nombre que hay en castellano... estos de Disney... y lo del café me moló mazo, fue un detalle muy auténtico... si lo cambias por chocolate, pues otra ñoñada XD

Esta peli ya sabes... infantil es, ñoña... por momentos. Si te gustaba Heidi, supongo que podrías salir airoso de ésta.

Y no te preocupes por tu ausencia, te queremos igualmente. Lo importante es que encuentres tus piedras.