La eterna lucha

ÁGORA

Título original: Ágora

Año: 2009

País: España

Fecha de estreno en España: 9 de octubre de 2009

Director: Alejandro Amenábar

Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil

Música: Darío Marianelli

Montaje: Nacho Ruiz Capillas

Fotografía: Xavi Giménez

Productor/es: Álvaro Augustín y Fernando Bovaira

Compañía: Mod Producciones/Himenóptero/Telecinco Cinema/Canal + España/Cinebiss

Intérpretes: Rachel Weisz, Max Mighella, Oscar Isaac, Ashraf Barhom, Michael Lonsdale, Rupert Evans, Sami Samir et al.

Alejandría, año 391 d. C. El cristianismo está en auge en un imperio romano en decadencia. Los adoradores de los dioses egipcios mantienen una guerra dialéctica con los cristianos, creando un ambiente de inestabilidad social. En medio de esa lucha está Hipatia, filósofa y científica, que imparte clases de astronomía a un grupo de esclavos en la famosa biblioteca de la ciudad. Ajena a cualquier creencia religiosa, se obsesiona por el dilema de los cuerpos errantes y su movimiento en el espacio. Sin embargo, todo cambiará cuando los paganos declaren la guerra a los cristianos y ambos bandos llenen de violencia y sangre las calles de Alejandría.

Cuando Amenábar dijo, después del rotundo éxito de "Mar adentro", que su próxima película sería sobre extraterrestres me llené de ilusión, pues supondría el regreso del director a sus orígenes en la ciencia ficción. Pero al final, según sus palabras, investigando sobre el cosmos, descubrió la historia de Hipatia, una historia más interesante que los marcianitos, y se decantó por esto último. A cualquiera que le digan esto le puede parecer extraño, pero a mí no. Teniendo en cuenta el rotundo éxito, tanto de crítica como de público, ¿cómo va a volver a su pasado? ¿Cómo contar una historia sobre alienigenas pudiendo hacer una peli sobre algo mucho más universal y mucho más del gusto de la Academia? Así surgió "Ágora", una clara crítica a las religiones en general, y al cristianismo en particular, que no dejará indiferente a nadie.

Ojo, "Ágora" no es una mala película. Es sumamente entretenida, emocionante en algunas ocasiones, sobretodo en las secuencias de acción como la invasión cristiana de la biblioteca de Alejandría. Pero es que parece que, al menos al principio, el director no sabe qué contar. En su primera parte, mientras flirtea entre diversos temas, como el apogeo del cristianismo, la guerra entre religiones, la ciencia frente a la religión, el amor o la destrucción de la biblioteca, sin saber con cual de ellos quedarse y confundiendo al espectador, llena la pantalla de planos generales de la ciudad, de imágenes del planeta Tierra generadas por ordenador, todas ellas sin venir a cuento, como diciendo: "mirad, esto no lo hace cualquier director español porque me han dado todo el dinero del mundo".

Después de esa primera parte en la que no termina de arrancar, en la segunda parte ya el director abandona en parte esos planos espectaculares (que vuelven al final), para al fin tomar una decisión sobre el tema que tratar. Y este no es otro que la guerra entre religiones. Como en todas las guerras, debe haber alguno que salga peor parado y en este caso, como casi siempre a lo largo de la historia de la humanidad, es el cristianismo. A pesar del loable pero infructuoso trabajo del director por mostrar todas las religiones igual de malas e intentar suavizar un poco el fanatismo cristiano con alguna que otra frase (las dudas del joven Davo al final del film), quizá como guiño al cristianismo actual, es la religión cristiana la que sale peor parada de todas. Esto hará que haya gente a la que le guste la película y otra a la que no le guste, no porque sea aburrida, esté mal dirigida o porque tengas un mal día, sino porque habrá quien esté en contra o a favor de lo que cuentan. Seguro que a los ateos y gente en contra del cristianismo les entusiasmará, y seguro que a muchos cristianos no les gustará, pero tanto en uno como en otro bando, habrá excepciones.

En definitiva, "Ágora" es una buena película y una gran producción, sobre todo por la espectacularidad de algunas de sus escenas. Tiene una dirección artística envidiable y una fotografía muy bonita, que junto con la eficaz música hacen que la película sea visualmente imponente. Amenábar además dirige con mucha seguridad las secuencias de acción y controla muy bien el ritmo de la película, haciendo que no nos aburramos. Los actores están muy bien, desde la bellísima Rachel Weisz hasta Sami Samir en el papel del prefecto Cirilo, sin olvidar, claro está, a Max Minghella, el hijo del difunto director Anthony Minghella, que podría considerarse casi como el segundo protagonista de la película. No dudo que "Ágora" arrasará en los Goya, tanto en los premios técnicos como artísticos. No sé si llegará al punto de conseguir 14 premios, pero los más importantes los conseguirá. No en vano, es el tipo de películas que, por temática, le gusta a la Academia de cine. Una película muy bien hecha y que, además, hace reflexionar.