viernes, 29 de enero de 2010

1984: Una auténtica obra de arte

AMADEUS

Título original: Amadeus
Año: 1984
País: EE.UU.
Duración: 153 min.
Fecha de estreno en España: 1 de marzo de 1985
Director: Milos Forman
Guión: Peter Schaffer, según su propia obra de teatro
Música: Wolfgang Amadeus Mozart y Antonio Saliery
Montaje: Michael Chandler y Nena Danevic
Fotografía: Miroslav Ondricek
Productor: Saul Zaentz
Compañía: Orion Pictures
Intérpretes: Tom Hulce, F. Murray Abraham, Elizabeth Berridge, Simon Callow, Roy Dotrice, Christine Ebersole et al.

Ganadora de 8 Oscar: película, director, guión adaptado, actor, vestuario, maquillaje, dirección artística, sonido

Antonio Saliery es un prestigioso músico italiano que trabajó como compositor de cámara y maestro del emperador Jose I de Austria. Pero de pronto ve cómo su arte es eclipsada por un fabuloso compositor austriaco, mucho más joven que él y cuya música parece sacada del mismo Cielo. Ansioso por conocerle, Salieri descubre que ese "enviado de Dios" no es más que un chiquillo infantiloide, estúpido y soez. No entiende cómo una persona así puede encerrar un genio tan grande, cómo un idiota maleducado y consentido puede eclipsar a un maestro como Salieri. Por ello, el músico italiano considera automáticamente a Mozart como su enemigo más odiado, deseando con todas sus fuerzas destruirle musicalmente.

Desde que el tiempo empezó a ser tiempo, el cine y la música, las dos artes más populares, han intentado encontrar un equilibrio perfecto entre sí. Por ello surgió el musical, en el que se intercalaban canciones en aun pastiche sin sentido para muchos. Quién iba a pensar que la película que definitivamente unificara ambos artes y los magnificara hasta cotas inimaginables sería un filme que no pertenece al musical, sino al biográfico: "Amadeus", una auténtica obra maestra del cine y un magistral ejemplo de la conjunción entre imagen y sonido.

Tuvo que ser un director europeo, Milos Forman, el que salvara la triste lista de ganadoras del Oscar a la mejor película durante los años 80. Ya nos deleitó con la intensa y escalofriante "Alguien voló sobre el nido del cuco", una película mucho más centrada en el mundo interior de los personajes. Pero en "Amadeus" el director checo va más allá, pues no sólo se centra en las motivaciones de Mozart y Salieri, sino que su técnica cineamtográfica es impresionante. El filme comienza por el final, mostrando a un Salieri alocado, que se intenta suicidar y conducido a un manicomio. Un cura va a visitarle para que se confiese, pues afirma haber sido el asesino de Mozart. En ese momento el viaje comienza y volvemos hacia atrás, contando la historia desde la infancia del compositor de Saltzburgo y avanzando, intercalándose entre medias las escenas de Salieri en el manicomio. Así el ritmo de la narración nunca se rompe, saltando de un momento a otro en el momento adecuado, logrando que las dos horas y media de película se pasen volando.

Aunque a decir verdad, lo que hace que la película pase rápido y haga de "Amadeus" un auténtico disfrute es la banda sonora. ¿Quién tiene el privilegio de que la música de su película esté compuesta por Mozart y Salieri? No puede haber unos compositores mejores que esos. Los temas están genialmente seleccionados, no centrándose sólo en los más bellos, sino aquellos que marcaban un periodo importante en la vida del compositor, como "Las bodas de Fígaro" (la secuencia en la que Mozart tiene que explicar a la corte por qué la compone es magistral), "La flauta mágica" o "Don Giovanni". La música es empleada por el director para mostrar el estado de ánimo, la forma de ser y los sentimientos de los protagonistas, y eso que los temas estaban ya compuestos. Es pues un ejemplo de selección musical, y también de sonido, pues escuchar la película con un sistema 5.1 es una de las mayores gozadas que puede sentir un ser humano.

Los actores, por su parte, están inmensos. Tom Hulce lo borda en su papel de Mozart y sobran las palabras para definir la interpretación de F. Murray Abraham. Ambos están geniales y ambos estuvieron nominados al mejor actor, ganándolo este segundo. Se dice que, a raíz de esta película, cuando hay dos actores protagonistas en una misma película, la Academia nomina a uno como actor principal y otro como mejor secundario, para que ambos tengan oportunidades de ganar. El resto de secundarios están también magníficos, desde la preciosa Elisabeth Berridge como Constanze Mozart, que supuso su debut en el cine; hasta la criada de Mozart, un papel minúsculo pero impresionante (la parte en la que manifiesta que no quiere volver a esa casa es grandísima).

Pero si hay algo por lo que "Amadeus" llama muchísimo la atención es por la perfección que inunda la cinta, sobretodo en su ambientación. Los decorados, los vestidos, las pelucas, el maquillaje, todo es sensacional, recreando con todo lujo de detalles la sociedad de la Viena del siglo XVIII. La oscuridad y suciedad de las calles contrasta perfectamente con la luminosidad y brillantez de las escenas de palacio, todo ello con una puesta de escena sumamente elegante. Esa perfección llegó hasta el punto de que los actores tuvieron que aprenderse de memoria dónde había que poner los dedos a la hora de tocar la música, pues esta era en playback y la partitura era interpretada por otra persona. Hay una anécdota que dice que el compositor supervisor de la música del filme, tras presenciar la película en el preestreno, acudió a Milos Forman y le dijo entusiasmado que los actores no se habían equivocado en ninguna de las notas. Decir esto, cuando en una de las escenas Mozart tiene que tocar el piano del revés y tumbado boca arriba, es decir muchísimo.

A pesar de todo lo que he escrito, no he sido capaz de describir totalmente lo que es esta película, pues "Amadeus" es un filme que hay que ver y, sobretodo, escuchar, para saber de lo que se está hablando. Una peli enorme, una obra de arte en movimiento, perfecta en todos sus aspectos y posiblemente, una de las mejores películas de todos los tiempos. Lástima que circule por ahí una nueva versión del director, bastante interesante, pero que no deja de ser una película diferente. Como curiosidad está bien, pero no merece la pena pues, como dice el propio Mozart sobre "Las bodas de Fígaro", no se puede reescribir lo perfecto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta fue una de las pelis que inicio mi pasion por la musica clasica y mi admiracion perpetua por el genio de Salzburgo.

Ignacio dijo...

Me flipa esta peli.