sábado, 30 de enero de 2010

2009: Bigelow, corresponsal de guerra

EN TIERRA HOSTIL

Título original: The hurt locker
Año: 2009
País: EE.UU.
Duración: 122 min.
Fecha de estreno en España: 29 de enero de 2010
Director: Kathryn Bigelow
Guión: Mark Boal
Música: Marco Beltrami y Buck Sanders
Montaje: Chris Innis y Bob Murawsky
Fotografía: Barry Ackroyd
Productores: Kathryn Bigelow, Mark Boal, Nicolas Chartier y Greg Shapiro
Compañía: Summit Entertainment/First Light Production/Kingsgate films
Intérpretes: Jeremi Renner, Anthony Mackie, Brian Geragthy, David Morse, Guy Pearce, Ralph Fiennes et al.

Ganadora de 6 Oscar: película, director, guión, montaje, sonido, montaje de sonido

La película narra los peligros y vivencias de tres militares, especialistas en desactivar bombas, durante la guerra de Irak: el sargento James, un artificiero temerario que no duda en poner en peligro su vida al realizar su trabajo; el sargento Sanborn, que pondrá en duda la metodología de James; y el especialista Eldridge, un militar obsesionado con la muerte.

Desde que se inició la guerra de Irak han sido muchas las películas que nos han mostrado este conflicto. Casi todas tenían el típico mensaje moral al final que destrozaba todo el trabajo anterior. Por eso, cuando se habló de "En tierra hostil", un film sobre Irak totalmente diferente a lo que se había visto hasta la fecha, una película de acción dirigida por una mujer, y un éxito en casi todos los premios de las asociaciones de cine más importantes de Hollywood, así como en Venecia, uno se espera que estemos ante algo superior, algo que merezca la pena. Siento desilusionar, pero creo que no es así.

La película está dirigida por Kathryn Bigelow, exmujer de James Cameron, con quien comparte su gusto por las pelis de acción y su maestría al rodarlas. Y esta "En tierra hostil" no iba a ser una excepción. Es una película en las que predominan las secuencias de acción, intercalando momentos dramáticos entre ellas. Estas secuencias están genialmente rodadas y montadas, manteniendo la tensión en todo momento y dejándote pegado a la butaca conteniendo la respiración. Pero cuando éstas acaban y se pasa al relleno dramático la tensión se pierde, debido a que Bigelow rueda de la misma forma estas secuencias que las de acción.

El problema principal es que toda la película ha sido rodada con cámara de mano para aumentar el realismo de la cinta, dotándola de un tono documental que la asemeja un reportaje de televisión sobre la guerra. Esto está muy bien para las escenas de acción, pues a parte de mostrar verosimilitud a los hechos aporta tensión y dinamismo. Pero este tipo de rodaje tiene unas limitaciones que no posee una cámara estática. Estas cámaras pueden realizar zooms, travelings, barridos, planos generales, picados... métodos que permiten dar un significado a las imágenes y un lenguaje cinematográfico a la película. Dependiendo de cómo la use, el director puede manejar a su antojo los sentimientos del espectador, mostrando una cosa determinada o haciendo que sienta otra distinta. Al usar una cámara de mano, los recursos estilísticos y narrativos son mínimos, con lo que desaparece el lenguaje abstracto de la cámara y el punto de vista del director. Emplear este método en las secuencias de acción me parece fabuloso, pero emplearlo en las partes dramáticas o íntimas, donde importa más producir emociones que mostrar la cruda realidad, esto no funciona.

Así, los momentos de emoción, las partes que se supone deben poner los pelos de punta o llamar la atención, están fundamentadas sólo en las barbaridades de la guerra. Que un tío reviente una bomba, que haya un tiroteo, que utilicen a alguien como bomba lapa... Todo eso es muy cruel, ya lo creo, pero teniendo en cuenta que es una guerra, la mayor de las barbaridades humanas, todas estas cosas son normales, con lo que a penas uno se emociona o asombra por lo que ocurre (al menos a mí no me impactó). La directora no se molesta en emplear los recursos narrativos necesarios para producirnos emoción, como la música, prácticamente inexistente, no sé si porque no puede o porque no quiere. Esto hace que Bigelow se aferre a los sucesos de la pantalla para producir sensaciones. El hecho de no manipular los sucesos, de no intervenir en lo que sucede en pantalla hace que la película gane en realismo, pero no haya nada de cine en sus imágenes.

Esta poca implicación también ha producido uno de los más polémicos temas de discusión de la cinta: la poco clara ideología del filme. Hay diálogos que muestran un claro tono antibelicista, pero algunas secuencias que son totalmente probélicas. No sé si la intención de la cineasta era no mostrarse partidaria de ningún bando (o de los dos a la vez) o simplemente que no podía hacerlo al no poder dejar su impronta por el tono casi documental de la cinta. Tampoco se dejan claras las motivaciones de los personajes. Hay una conversación al final de la película, en la que el protagonista afirma no saber por qué actúa así. Pues eso mismo debe pensar la directora, que no sabe cómo actúa el protagonista y ni se inmuta en mostrarnos por qué. Se puede interpretar como que está mal de la cabeza debido a las veces que se ha jugado la vida, o a la frase que aparece al inicio del filme (la guerra es una droga), pero es más intuición que otra cosa.

Así que "En tierra hostil", esa película aplaudida en el Festival de Venecia, resulta ser otra de esas cintas que reciben elogios por el tema que tratan, más que por su calidad cinematográfica. Una buena película, pero bastante fría. Al estar rodada como si de un reportaje televisivo se tratase, las secuencias de acción son impactantes y genialmente rodadas (el Oscar al mejor montaje está garantizado), pero debido al afán de mostrar las cosas tal y como son sin manipular nada, como si fuera mera testigo de los hechos, la directora prescinde de recursos narrativos y estilísticos, y evita dejar un punto de vista subjetivo en la cinta. Así, las secuencias dramáticas intercaladas entre tanta acción ni emocionan ni impactan ni nada. Hace meses vi un reportaje sobre Irak en la 1 que me pareció más interesante que este filme, quizá porque era real. Lo cierto es que, a pesar de tener grandes esperanzas en este filme, tras verla me ha surgido un pensamiento que pensaba que nunca podría llegar a tener: "Avatar" sería una digna ganadora del Oscar a mejor película.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Joder! Pues si Avatar merece un Oscar, entonces es que el cine actual está muy podrido...