jueves, 31 de diciembre de 2009

1964: Una película adorable

MY FAIR LADY

Título original: My fair lady
Año: 1964
País: EE.UU.
Duración: 163 min.
Fecha de estreno en España: 23 de diciembre de 1964
Director: George Cukor
Guión: Alan Jay Lerner, según el libro "Pigmalion" de Bernard Shaw
Música: Frederick Loewe
Montaje: William Ziegler
Fotografía: Harry Stradling
Productor/es: Jack L. Warner
Compañía: Warner Bros. Pictures
Intérpretes: Audrey Hepburn, Rex Harrison, Stanley Holloway, Wilfrid Hyde-White, Gladys Cooper, Jeremy Brett, Theodore Bikel et al.

Ganadora de 8 Oscar: película, director, actor, fotografía, música, diseño de vestuario, dirección artística.

Henry Higgins es un prestigioso profesor de fonética que vive en el Londres de principios de Siglo XX. Una noche conoce a Eliza Doolittle, una mendiga que se gana la vida vendiendo flores. Horrorizado por la jerga tan desagradable que utiliza, Higgins se apuesta con un amigo que es capaz de convertir a Elizah en toda una señorita de la alta sociedad con tan sólo enseñarla a hablar correctamente el inglés en un plazo de seis meses.


En 1956 se estrenó en Broadway un musical basado en una novela de Bernard Show. La obra, interpretada por Rex Harrison y Julie Andrews, se convirtió en el musical más representado del mundo durante décadas y para muchos críticos es considerado el musical perfecto. Este éxito no fue ajeno a la astuta mentalidad de los productores de Hollywood, que vieron en ella un filón. Por eso en 1964 decidieron estrenar la adaptación cinematográfica de "My fair lady". Pero hubo un pequeño problema y es que ese mismo año la Disney estrenó otro musical, también desarrollado en Londres, que fue un rotundo éxito: "Mary Poppins". El destino de ambos musicales está ligado desde el comienzo, no sólo por sus actrices, sino por su enorme parecido.

"My fair lady" tiene un estilo visual, tanto en decorados como en fotografía, a "Mary Poppins", estética que ha sido imitada por muchos musicales posteriores, como "Oliver" o "La bruja novata". Incluso la forma de vestir de Eliza al principio de la película se parece demasiado al atuendo de la niñera mágica. También se puede decir que ambas duran aproximadamente lo mismo. Sin embargo, el parecido se queda ahí, pues el número de canciones inolvidables de "My fair lady" es muy inferior al de la producción de Disney, y no tiene su ingenio y originalidad. Tan sólo hay tres temas, a lo largo de las cerca de tres horas, que merecen la pena: los dos divertidísimos temas cantados por Freddy Doolittle, el padre de Eliza, y el precioso "Wouldn't it be lovely?" cantado por Hepburn y que podéis ver arriba. Este es el mejor tema de toda la película y posiblemente, uno de los más hermosos temas compuestos para un musical. El resto de canciones, salvo unas cuantas excepciones, consisten en Rex Harrison hablando con música de fondo, es decir, canciones horribles. Así que el mayor atractivo de un musical, que son sus canciones, aquí casi brillan por su ausencia, haciendo que en ocasiones la película se haga un tanto larga. De no ser por el encanto de Hepburn la película sería casi insoportable.

Ahora bien, "My fair lady" es una muy buena película, y no tiene nada que ver con bodrios como "La melodía de Broadway" o "Un americano en París". Tiene una fotografía mucho más lograda, no tan bella ni tan oscura como "West side story", pero muy buena. Ya digo que la puesta en escena recuerda mucho a los clásicos musicales de Disney, con lo que la película tiene cierta elegancia. Y también, claro está, está mejor interpretada. A pesar de que Harrison ganó el Oscar (creo que fue por la inercia del Tony que le dieron en Broadway), no es el que mejor lo hace, siendo Stanley Holloway, que también trabajó en la representación teatral, el más simpático de todos. Su personaje de padre de Eliza es enormemente entrañable y las dos canciones más divertidas están cantadas por él. Pero la protagonista es Audrey Hepburn, una de las actrices más bellas que ha pisado la faz de la Tierra, que hace un papel espléndido. Su voz, a pesar de ser demasiado chillona, se disimula al oírla cantar, pues lo hace realmente de maravilla, como podéis ver en el vídeo de arriba. La Hepburn fue elegida como protagonista, dejando fuera de lugar a la actriz original que interpretó a Eliza en Broadway, una desconocida Julie Andrews. Dio la casualidad, como supongo que habréis descubierto, que esta última fue elegida como protagonista de "Mary Poppins", papel con el que debutó y que le lanzó a la fama (más relaciones entre ambas películas). Curiosamente, ambas actrices fueron nominadas al Oscar por su trabajo, con lo que el morbo de ver quién arrebataba el premio a quien estaba servido. Sería interesante ver cómo Andrews pierde el Oscar ante la actriz que le "arrebató" su papel. Y también estaría curioso ver cómo Andrews se lleva el gato al agua, dando con un canto en los dientes a los productores de "My fair lady". Finalmente, los Académicos de Hollywood, que no quieren demasiados problemas, dieron el premio a Andrews por su papel de Mary Poppins, pero inflaron a premios a "My fair lady", para que así ninguna de las dos se alzase por encima de otra y todos se fueran contentos.

Anécdotas aparte, y en forma de resumen, decir que "My fair lady" es un gran musical, con una estética en la que se basaron muchos musicales posteriores, algunos temas antológicos (otros no tanto) y con una duración demasiado larga pero que no se hace aburrida en ningún momento. Una película muy recomendable y altamente disfrutable. Como advertencia, deciros que a diferencia de otros musicales, las canciones han sido dobladas al castellano, y escuchar a Rex Harrison diciendo frases estúpidas sin rima con música de fondo es bastante desagradable. Si la véis en V.O. mejor, así no tendréis que estar cambiando el audio y los subtítulos cada dos por tres.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

1963: La mejor comedia de todos los tiempos

TOM JONES

Título original: Tom Jones
Año: 1963
País: Gran Bretaña
Duración: 123 min.
Director: Tony Richardson
Guión: John Osborne, según la novela homónima de Henry Fielding
Música: John Addison
Montaje: Anthony Gibbs
Fotografía: Walter Lasally
Productor/es: Tony Richardson
Compañía: United Artists
Intérpretes: Albert Finney, Susannah York, Hugh Griffith, David Warner, Edith Evans et al.

Ganadora de 4 Oscar: película, director, guión adaptado, música

Tom Jones es un joven bastardo, adoptado por un terrateniente en la Inglaterra del Siglo XVIII. A pesar de ser un holgazán, su gran atractivo físico hace que tenga mucho éxito con las mujeres, particularmente con Maggie, una sucia criada. Sin embargo, Tom ama locamente a Sophie, la bella hija de una de las familias vecinas. Pero cuando el padre de ella, que pretende desposar a Sophie con el primo de Tom, descubre su romance, su tío decide exiliarle para no causar problemas. En ese momento, Tom Jones comienza su periplo por tierras inglesas en dirección a Londres, encontrándose con personajes la mar de peculiares y sufriendo situaciones totalmente disparatadas.


Si a ti te dicen que en 1963 se estrenó una película que estuvo nominada a 10 Oscar y ganó 4, entre ellos el de mejor película; que logró el Globo de Oro a mejor comedia; que se hizo con tres premios BAFTA, dos de ellos dedicados a la mejor película; que su banda sonora no sólo ganó el Oscar, sino el Grammy y que su actor protagonista consiguió la Copa Volpi en el Festival de Venecia de ese año, seguramente pensarás que es una película sumamente importante y muy conocida. Pues resulta ser todo lo contrario. "Tom Jones", esa pequeña película con nombre de cantante, no goza de mucha fama y tanto crítica como público tienen sensaciones dispares, totalmente contrapuestas. Para unos es un auténtico bodrio cuyo humor no hace gracia. Para otros, entre los que me incluyo, es, sin duda alguna y con todos mis respetos a "Los caballeros de la mesa cuadrada", la mejor comedia que jamás se ha realizado en la historia del cine.

"Tom Jones" es toda una declaración de intenciones. Un soplo de aire fresco después de tanta superproducción hollywoodiense. Tras las mastodónitocas "Ben-Hur" y "Lawrence de Arabia" y después de un drama desgarrador como "West side story", los de la Academia de Hollywood pusieron sus ojos en Tony Richardson, un cineasta que realizó una película sencilla, discreta, pero tremendamente alocada. Esta película es un ejemplo de libertad creativa, de éxtasis cinematográfico, de cine totalmente desbocado, al igual que un par de caballos que crean sendos accidentes de trascendental importancia para el filme.

Ya el comienzo de la película es rompedor. Un enorme rótulo y una música a piano nos hace viajar 40 años atrás, al más puro cine mudo, a través de un prólogo que homenajea a este género ya olvidado con la misma maestría con que lo haría cualquier director de la época. La agilidad de esa secuencia, junto con la divertida música y un vibrante montaje, hacen de este prólogo uno de las mayores logros cinematográficos de la película. De ahí en adelante, después de los títulos de crédito, la película deja de ser muda y aparece la voz del narrador que conduce toda la historia de una forma muy ágil y original. Y son estas cualidades, la agilidad y la originalidad, las que reinan durante toda la primera parte de la película. Durante este periodo, uno se da cuenta de que las imágenes que ve le recuerdan a algo. Su textura y los movimientos de cámara, como si un vídeo casero se tratase, recuerdan sorprendentemente a las películas de los Monty Python, con esos encuadres extravagantes. No dudaría en afirmar (aunque no he leído nada al respecto) que este grupo de cómicos se basó en esta película para realizar sus más ilustres filmes.

Esta primera parte de risas y desenfreno, cuya comicidad alcanza cotas inimaginables (me encanta cuando los personajes miran a la cámara y empiezan a hablar al espectador), alcanza el paroxismo en la descomunal, hilarante y magistral secuencia de la posada, la cual, por medio de un desenfrenado montaje, con un ritmo tal que parece que se fuera a acabar el mundo, rivaliza muy seriamente (y creo que ganaría por goleada) con el famoso camarote de los hermanos Marx. Toda esta secuencia, que comienza con una cena, la que tenéis arriba, con toda probabilidad la secuencia más erótica jamás realizada, tiene todo el derecho a pasar a los anales de la historia del cine cómico.

Pero a partir de aquí el ritmo decae, algo lógico teniendo en cuenta que el ritmo y la velocidad de esa última secuencia es insuperable. Toda la segunda parte, a partir de la llegada de Jones a Londres, es mucho más pausada y calmada, sin llegar a ser aburrida, pero que no llega ni por asomo al derroche de energía de la primera parte. Afortunadamente, al final de la película, en los últimos 10 minutos, esa locura y desenfreno regresan con otra secuencia antológica: el duelo a espada. Aquí, Richardson parece fuera de sí, como si dirigiese inconscientemente y con un derroche de imaginación, una secuencia frenética. Muchos dicen que el mejor duelo de espadas que se ha rodado nunca es el de "Las aventuras de Robin Hood" de Errol Flynn. De ser así, la de "Tom Jones" sería su hermana gemela.

Detrás de este derroche de talento cinematográfico a cargo de un desconocido Tony Richardosn, natural de Shipley, Yorkshire, Inglaterra, hay otros aspectos cinematográficos que acompañan a la gran labor del director. Desde su fabulosa música hasta su gran dirección artística, pasando por su fotografía o montaje, todo ayuda a que esta película sea mucho más de lo que aparenta. Pero destaca por encima de todo el apartado actoral, con un Albert Finney inconmensurable liderando a un plantel de actores y actrices en estado de gracia. Sin ir más lejos, cinco de sus 10 nominaciones fueron dedicadas a su reparto, siendo una para el propio Finney y cuatro para las actrices.

La verdad, después de ver esta película creo que se me ha contagiado la locura. "Lawrence de Arabia", para muchos una obra maestra, me pareció aburridísima, mientras que Tom Jones, una comedia absurda para algunos, me resultó divertidísima. Os juro por mi honor que no me lo he pasado tan bien con una película en mi vida, pero parece ser que Albert Finney se aburrió como una ostra interpretando este papel. No sé si es por mi estado de ánimo o porque realmente es un filme divertidísimo, pero "Tom Jones" me ha parecido mucho mejor que la del militar británico. La única solución es que vosotros la veáis y me digáis que os parece, aunque la versión en DVD es pésima, con escenas eliminadas que han sido dobladas de forma descuidada y por unos actores de doblaje pésimos y de voces horribles. Acabo con una magistral frase del narrador que puede serviros de guía para el día de mañana y el resto de vuestras vidas: "se dice que la esperanza es mala cena, pero buen desayuno".

martes, 29 de diciembre de 2009

1962: Nada está escrito

LAWRENCE DE ARABIA

Título original: Lawrence of Arabia
Año: 1962
País: Gran Bretaña
Duración: 218 min.
Fecha de estreno en España: 1 de octubre de 1963
Director: David Lean
Guión: Robert Bolt y Michael Wilson, según la autobiografía de T. E. Lowrence "Los siete pilares de la sabiduría"
Música: Maurice Jarre
Montaje: Anne V. Coates
Fotografía: Fred A. Young
Productor/es: Sam Spiegel
Compañía: Columbia Pictures/Horizon Pictures
Intérpretes: Peter O'Toole, Anthony Quinn, Alec Guinness, Jack Hawkins, Omar Sharif, Claude Rains, Arthur Kennedy et al.

Ganadora de 7 Oscar: película, director, fotografía, montaje, música, dirección artística, sonido.

La película relata la autobiografía de T. E. Lawrence, militar del ejército británico durante la 1ª Guerra Mundial, hombre extravagante y con extraños modales, que fue enviado a Arabia para tratar con el príncipe Feishal y poder derrotar a los turcos. Tal fascinación produce a Lawrence el desierto, que acaba transformándose en un árabe, considerándole estos un auténtico dios.

A parte de las típicas discusiones entre el doblaje o el cine como espectáculo, en el mundo del séptimo arte hay otro debate encarnizado entre el cine como forma artística o como entretenimiento. Unos dicen que el cine es un arte y por ello tiene que mostrar imágenes bonitas, sin importar que aburra al espectador. Otros decimos que para que la gente se fije en la calidad artística de tal película, primero tiene que sentirse atraído por lo que cuenta. Si se aburre apagan la televisión y se van. Es decir, lo primordial es entretener al espectador. A partir de ahí hay que ir a por más, uno no debe conformarse con una peli simplemente entretenida, pero ante todo nunca tiene que aburrir. Todo esto lo digo porque a pesar de que "Lawrence de Arabia" sea considerada como una de las mejores películas de todos los tiempos (algo que no dudo un instante), ha producido en mi tal aburrimiento y tal sopor que lo que creía que iba a ser una experiencia única se ha convertido en una película infumable.

No sé si será porque la vi por la tarde, aunque "Ben-Hur" también la vi en esa hora y no me pareció aburrida. Quizá fuera algún otro factor, seguramente subjetivo, pero el caso es que me aburrí. Y es que la película es lenta, muy lenta, sin apenas acción. Ni siquiera la hay en las secuencias en las que debería haberla. En las dos grandes batallas de la película, las conquistas de Aqaba y Damasco, no hay acción ni intensidad. Tan sólo el director nos muestra un espectacular movimiento de cámara en el primer caso y, en el segundo caso, simplemente nos cuentan que los árabes llegaron antes. Lo único de acción a lo largo de las casi cuatro horas se concentra en la parte final, en las secuencias en las que vuelan trenes (me resulta familiar en David Lean) y en la matanza del grupo de turcos cuando van hacia Damasco, en la que vemos a un Lawrence absolutamente desatado en una lección de interpretación por parte de O'Toole.

Y es que, a pesar de la lentitud y el ritmo tedioso de la película, "Lawrence de Arabia" tiene cosas buenas, y muy muy buenas. Mientras sufría viendo que pasaban los minutos y no ocurría nada, me fijé en otros aspectos como la fotografía, montaje, música... y he de decir que realmente son magistrales. La preciosa fotografía, junto con la grandísima partitura de Maurice Jarre, nos trasladan literalmente al desierto. Lástima que no se pueda disfrutar en todo su esplendor en pantalla pequeña. El montaje, a pesar de ser lentísimo, es soberbio en lo que se refiere a las elipsis y enlaces de las escenas, y la ambientación, así como la dirección artística, son magníficas. También las interpretaciones son fabulosas, destacando la de un jovencísimo Peter O'Toole, que ofrece aquí su mejor interpretación.

Pero como he dicho, la película ni me ha emocionado, ni me ha sobrecogido ni nada. Es más, me ha aburrido. Yo pienso que la causa principal de que una película te resulte aburrida es culpa del espectador, y puede ser que en este caso sea así. Pero el resto de películas las vi en el mismo horario y por falta de ganas tampoco es, pues era esta una de las películas que más ganas tenía de ver. Las películas inglesas son conocidas por su lentitud, ahí están cintas como "Cabalgata" o "La vuelta al mundo en 80 días", por eso, cuando quieren hacer producciones mastodónticas de más de tres horas, el ritmo se hace insoportable. Supongo que será eso. La cuestión es que, la que parece una de las mejores películas de la historia, el filme nº 42 en el top 250 de IMDb, me ha aburrido muchísimo. Vale, voy en contra de lo que dice la mayoría de personas y quizá me equivoque (acepto reprimendas). Pero, como dice el propio T. E. Lawrence, nada está escrito.

lunes, 28 de diciembre de 2009

1961: El mejor musical jamás rodado

WEST SIDE STORY

Título original: West side story
Año: 1962
País: EE.UU.
Duración: 145 min.
Fecha de estreno en España: 28 de febrero de 1963
Director: Robert Wise y Jerome Robbins
Guión: Ernest Lehman, según el musical homónimo de Arthur Laurents
Música: Leonard Bernstein
Montaje: Thomas Stanford
Fotografía: Daniel L. Fapp
Productor/es: Robert Wise
Compañía: MGM-UA
Intérpetes: Natalie Wood, Rita Moreno, George Chakiris, Richard Beymer, Russ Tamblyn, Simon Oakland, Ned Glass, William Bramley, Tucker Smith, Tony Mordente et al.

Ganadora de 10 Oscar: película, director, actor secundario, actriz secundaria, dirección artística, fotografía, música, montaje, vestuario, sonido

En la Nueva York de mediados del siglo XX hay dos bandas callejeras que se disputan el dominio de la ciudad: los Jets, formada por nativos americanos y los Sharks, compuesta por puertorriqueños, gremio que no para de aumentar su número. Ambas bandas se odian a muerte y quieren declararse la guerra, pero para ello los Jets deberán hablarlo con su antiguo líder, Tony, un joven que ha dejado la banda para dedicarse a una vida decente. Riff, el jefe de los Jets y mejor amigo de Tony, le pide que vayan a un baile que hay esa noche, donde declararán la guerra a los Sharks y este acepta a regañadientes. Pero una vez allí, Tony conoce a María, la hermana del líder de los Sharks, y los dos se enamoran perdidamente. Sin embargo, su romance es peligroso, pues ninguno de sus amigos y familiares acepta que se enamoren de alguien del otro bando y menos cuando ambos se han declarado la guerra.


En este reto que me está encantando y que empecé hace ya tres meses, he podido ver tres musicales, todos ellos decepcionantes. "La melodía de Broadway" era un despropósito que incomprensiblemente ganó el Oscar a la mejor película, aunque su falta de calidad se le podría achacar a que eran los albores del cine. "Un americano en París" era una chorrada, un filme difícilmente soportable y que, siendo de los años 50, tiene más delito que sea tan cutre. Y por último, "Gigí", el menos malo de todos, no deja de ser una cursilada con un mensaje dudoso y todas las canciones iguales. Pero entonces ocurre un milagro y el cuarto musical que he visto ha dado un salto de calidad tan alto que me ha impresionado. No sé si "West side story" será el mejor musical que se ha rodado jamás (posiblemente lo sea), pero lo cierto es que es tan novedoso que hasta ahora no conozco ningún musical que se le parezca.

Desde el inicio de la película, ya se veía que iba a ser algo totalmente nuevo. Mientras que películas como "Días sin huella", "El apartamento" u otras se nos mostraba la ciudad de Nueva York desde un perfil completamente reconocible, mostrando su característica silueta, en "West side story" se muestra la ciudad en picado, desde el aire, como nunca antes se había mostrado. Y es que "West side story" es un musical como nunca antes nadie había visto antes.

Supongo que ya conoceréis que Arthur Lorents pretendía hacer una actualización de "Romero y Julieta" de Shakespeare ambientándola en Nueva York en los años 50 y que, basándose en unos artículos sobre bandas callejeras, encontró el enfoque adecuado. Un planteamiento muy original que no se quedó ahí, sino que la originalidad también se trasladó a la forma de realizarlo, sobre todo en los bailes. Porque la novedad de "West side story" está en que es un musical más basado en los bailes que en las canciones, y en unos bailes modernos, más cercanos a la danza, que al claqué de Gene Kelly. A mí, qué queréis que os diga, no me va demasiado eso de la danza, pero no es como la danza clásica, sino que tiene un toque de modernidad. Además, no todo son bailes, sino que posee canciones preciosas, muy bien cantadas y, a diferencia de filmes como "Gigí", todas ellas distintas. Esto hace de "West side story" un musical muy variado en el que se pueden ver números más basados en el baile (como en la secuencia del gimnasio), otros cantados en solitario (la primera canción de Tony), duos realmente emotivos (como la maravilla que tenéis arriba en el vídeo) o incluso un fabuloso quinteto en el que unas canciones y otras se entrelazan en una apoteosis musical.

Pero no sólo de música vive "West side story". La grandeza de la película está también en su diseño visual, llamativo pero elegante, gracias a una fabulosa fotografía de Daniel L. Fapp. Las imágenes son una mezcla de colorido y claroscuros muy bien tratada, que hacen que aumente la belleza de la película, alejándose de la ampulosidad chillona de "Un americano en París" o "Gigí". Pero también los actores juegan un papel crucial para la película. Todos eran intérpretes jóvenes y guapos, prácticamente desconocidos, pero de gran calidad. Tan sólo la hermosísima Natalie Wood era la única estrella de toda la película. Su presencia, a parte de calidad, aporta belleza, pues en una historia de amor lo importante, al menos para mí, es que te enamores de alguno de los dos protagonistas, para así meterte en la piel de uno de ellos y vivir el romance en tus carnes. Cuando uno ve a Natalie Wood se queda enamorado de ella completamente y se siente un Tony más, con todo lo que ello supone. Lo curioso de todo esto es que tanto Natalie Wood como Richard Beymer se llevaban fatal, algo que parece mentira, pues el amor que destilan ambos en cada plano es tremendo. Además, los dos fueron doblados a la hora de cantar. Beymer directamente no sabía cantar, pero Wood sí, y muy bien, lo que pasa es que su voz no terminaba de cuajar del todo y tuvieron que doblarla. También fueron doblados otros actores en algunas ocasiones, sobretodo los oscarizados Russ Tumblyn y Rita Moreno, aunque tan solo en una canción.

La dirección artística también es descomunal, con unas coreografías que, a parte de deslumbrar, tienen un tono narrativo. No es como los infumables 20 minutos finales de "Un americano en París", en la que todo era baile por baile. Aquí algunas secuencias, como los partidos de baloncesto o incluso la pelea del final, están muy bien coreografiados. Pero si hay una coreografía con la que me quedo es con la del final, en la que no hay baile, pero vemos a todos los miembros del reparto marchándose de la escena, de uno en uno, de tres en tres, poco a poco, hasta quedarse vacía, como si de una representación teatral se tratase. Y es que con "West side story" he tenido una sensación que no tuve con anteriores musicales: me imaginaba cada secuencia y cada número musical como si se tratase de un escenario de un teatro, y cuadraban perfectamente, tanto allí como en el cine. Quizá sea porque el encargado de las coreografías era el mismo que el de la obra de teatro, Jerome Robbins, el cual se dedicó exclusivamente a los números musicales, mientras Robert Wise dirigía las secuencias dramáticas, y que fue despedido en mitad de la realización, debido a que su carácter estricto retrasaba el rodaje. Afortunadamente, Wise era un hombre ejemplar e invitó a Robbins a montar las secuencias musicales y a la gala de los Oscar, donde los dos directores recibieron el premio.

En definitiva, una grandísima película, un musical absolutamente rompedor, por su novedad y por su fuerza, que supuso un antes y un después en el mundo del musical. Grandes canciones, bailes imposibles, una fotografía hermosa y una historia bellísima que arrastraron a 19 millones y medio de espectadores a los cines. Un filme que sería perfecto si no fuera por que la secuencia del enamoramiento es un poco inverosímil. Una digna ganadora del Oscar, a pesar de que junto a ella compitiera "Los cañones de Navarone", gran película de aventuras que admiro profundamente. La única película en la historia que ha ganado 10 Oscar.

domingo, 27 de diciembre de 2009

1960: Aquí comenzó todo

EL APARTAMENTO

Título original: The apartment
Año: 1960
Páis: EE.UU.
Duración: 120 min.
Fecha de estreno en España: 19 de diciembre de 1962
Director: Billy Wilder
Guión: I. A. L. Diamond y Billy Wilder
Música: Adolph Deutsch
Montaje: Daniel Mandell
Fotografía: Joseph LaShelle
Productor/es: Billy Wilder
Compañía: MGM
Intérpretes: Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Fred MacMurray, Ray Walston, Edie Adams, Jack Kruschen, Joan Shawlee et al.

Ganadora de 5 Oscar: película, director, guión, montaje, dirección artística

C. C. Baxter trabaja en una gran multinacional de Nueva York. A pesar de no ser un empleado que destaque demasiado por sus cualidades, tiene gran facilidad para ascender puestos en la empresa. Esto es debido a que presta su apartamento de soltero a altos cargos, para que se corran las juergas con sus ligues y amantes. Estos, como compensación, le devuelven los favores en forma de ascensos. En una ocasión debe prestarle su apartamento al señor Sheldrake, el director de la empresa, para llevar a su nueva conquista. Pero Baxter descubre que la amante de Sheldrake es la señorita Fran Kubelick, la joven ascensorista de la que está enamorado. Un día, cuando vuelve a su casa por la mañana, descubre a Fran inconsciente en su habitación...

Tras unos años 50 un tanto irregulares, con auténticos peliculones y bodrios decepcionantes, los Oscar, como reflejo de la historia de Hollywood, entraron en los años 60, una década que se podría considerar como una de las mejores de los 82 años de historia de estos premios. Esto no es extraño, ya que en los 50 se empezó a evidenciar una gran crisis en los estudios de Hollywood que amenazaba el cierre de muchas productoras, así que se podría considerar la década de 1960 como la traca final de unos deslumbrantes fuegos artificiales que se acababan. Esta década prodigiosa de los Oscar comenzó con una película que representaba la antítesis de lo que supuso su antecesora "Ben-Hur". Una era colorida, la otra en blanco y negro. Una era espectacular, la otra modesta. Una era compleja, la otra sencilla. Todas estas diferencias no quieren decir que "El apartamento", una de las mejores películas de Billy Wilder, sea una mala película, en absoluto, pues "El apartamento" es, sin duda alguna, una obra maestra de la historia del cine.

Toda la película parte de un guión tremendamente sólido y sumamente original. Wilder no crea una comedia alocada como "Con faldas y a lo loco", ni un drama desgarrador como "Días sin huella", sino una comedia romántica que se va haciendo más dramática a medida que pasa el tiempo, aunque no llega a ser un drama desolador. Y todo ello con un ritmo y una maestría que hace que sus dos horas se pasen realmente volando.

Pero parte de ese ritmo y esa intensidad la genera el dúo protagonista, unos impagables Jack Lemmon y Shirley MacLaine. El primero, todo un genio de la interpretación, demuestra que no sólo tiene grandes dotes para la comedia, sino también para el drama. Es memorable la secuencia en la que intenta cuadrar los horarios para el uso de su apartamento porque quiere pasar la noche en su casa por culpa de un resfriado. La segunda, está realmente deslumbrante, no sólo por su belleza, sino por su admirable interpretación, llena de miradas que lo dicen todo, como aquella que le echa a su amante cuando este le da los 100 dólares o la extraña sonrisa al final del filme. Ambos actores vuelven a colaborar en "Irma la dulce", con unos cuantos años más y de nuevo a las órdenes de Wilder. Pero en esa ocasión no desprenden la magia que tienen en "El apartamento", gracias también a otros muchos factores, como el fabuloso montaje y la bellísima historia de amor.

Junto a esto, la gran fotografía y la preciosa música de Adolph Deutsch, hacen de "El apartamento" una auténtica maravilla, un filme elegante, divertido y con mucha emotividad. Dos horas que se pasan volando y cuyo visionado nunca cansa. Con esta hacen tres veces que la veo y sigue maravillándome. Es de ese tipo de pelis que ya no se hacen y Wilder, uno de esos directores a los que realmente se echa de menos.

sábado, 26 de diciembre de 2009

1959: Y el verbo se hizo cine

BEN HUR

Título original: Ben-Hur
Año: 1959
País: EE.UU.
Duración: 213 min.
Director: William Wyler
Guión: Karl Tunberg, según la novela homónima de Lew Wallace
Música: Miklos Rozsa
Montaje: Ralph Winters y John Dunning
Fotografía: Robert Surtees
Productor/es: Sam Zimbalist
Compañía: MGM
Intérpretes: Charlton Heston, Jack Hawkins, Stephen Boyd, Haya Harareet, Hugh Griffith, Martha Scott, Cathy O'Donnell, Sam Jaffe et al.

Ganadora de 11 Oscar: película, director, actor, actor secundario, montaje, música, fotografía, dirección artística, diseño de vestuario, efectos especiales, sonido

El tribuno Messala es elegido como segundo del gobernador romano en Jerusalén, un lugar poco agradable para el Imperio Romano, pues sus tropas no son bien recibidas. De hecho, reina en la ciudad un clima hostil que puede culminar con una violenta rebelión, algo que Messala deberá evitar a toda costa. Por eso recurre a su íntimo amigo Judá Ben-Hur, el heredero de una familia noble de la ciudad, para que hable con sus vecinos y les convenza de que se sometan pacíficamente ante el poder de Roma. Sin embargo, Ben-Hur no acepta que su pueblo sea tiranizado, lo que Messala considera como una traición a Roma. Cuando ocurre un accidente en el que se hiere al gobernador, Ben-Hur es acusado injustamente. A pesar de su antigua amistad, Messala condena al judío a remar a las galeras, mientras que a su hermana y a su madre las encarcela. En ese momento, Ben-Hur jura regresar a Jerusalén y consumar su venganza, aunque aquello le cueste la vida.

Actualmente el cine se enfrenta a una crisis, no sólo creativa, sino también económica, producida principalmente por la piratería. Por eso, muchas vacas sagradas de Hollywood se empecinan en vendernos el 3D, un producto sólo disfrutable en el cine, como único remedio eficaz para luchar contra esta lacra social (ja-ja-ja). Pero esto no es nuevo, sino que ya en los años 50 surgió un aparato que amenazó con eliminar el cine: la televisión. Como en aquella época no había suficiente tecnología como para hacer cine en tres dimensiones, decidieron inventar el cinemascope, una pantallaca inmensa con la que se aumentaba considerablemente el campo de visión y, con él, la espectacularidad. Sin embargo, no servía de nada si lo que se mostraba no cumplía las expectativas, por eso alguien decidió rodar una adaptación de una novela que ya se adaptó en 1925 con excelentes resultados, pero en esta ocasión la hicieron un espectáculo digno de ver en pantalla grande y que, en más ocasiones que cualquier chorrada en 3D, dejó con la boca abierta a millones de espectadores: "Ben-Hur", una de las mejores y mayores películas que jamás se han realizado en la historia del cine.

"Ben-Hur" es sinónimo de espectacularidad. La magnífica dirección artística, colosal pero elegante a la vez; la potente banda sonora del gran Miklos Rozsa o la cantidad de extras, caballos e incluso barcos que se emplearon es impresionante. Pero como suele ocurrir, la potencia sin control no sirve de nada, y en esto tiene mucho que decir William Wyler, director que es capaz de realizar bodrios completamente olvidables como "La señora Miniver" o auténticas obras maestras como "Los mejores años de nuestra vida". El cineasta maneja con soltura todas las piezas a su disposición para hacer que "Ben-Hur" sea un filme inolvidable. Así, la música, a parte de hermosamente compuesta, está muy bien empleada; el montaje no puede ser mejor, haciendo que sus tres horas y media de duración no se hagan largas en absoluto y llegando a su apogeo en la magnífica, gloriosa e intensísima secuencia de la carrera de cuádrigas, imitada descaradamente (y de forma bastante correcta) por George Lucas en "Star Wars: episodio I: La amenaza fantasma". Asimismo, la fotografía es espectacular y poética al mismo tiempo, con grandísimos planos totalmente iluminados que daban el máximo rendimiento a una pantalla gigante, y al mismo tiempo, con cuidadísimos claroscuros que otorgan a la cinta una poesía y una belleza inusual. Creedme si os digo que me ha impresionado muchísimo la fotografía de "Ben-Hur", pues no esperaba un tono tan intimista en un filme tan espectacular.

Y quizá sea esta la grandeza de "Ben-Hur": la mezcla de intimismo y espectacularidad sin que ninguna de ellas desentone, enlazándolas con una fluidez inusitada. Tan pronto estás en una batalla naval como que luego pasas sin darte cuenta a un diálogo privado entre dos personajes. Estás en una gran y espectacular carrera de cuadrigas y finalizas con una secuencia treméndamente emotiva entre Ben-Hur y Messala. Y es que "Ben-Hur" no sólo es un filme hecho para mostrar lo grande que es Hollywood, sino que está realizado para contar una historia desgarradora de un hombre que lucha contra la injusticia e implora venganza. Por eso, Wyler también se centra en los sentimientos de unos personajes llenos de matices, representados por unos grandísimos intérpretes en estado de gracia. Los secundarios están soberbios, desde Poncio Pilato hasta Tirzah, la hermana de Judá Ben-Hur, interpretada por Cathy O'Donnell o, lo que es lo mismo, la novia de Homer en "Los mejores años de nuestra vida". Pero sin duda, los que se llevan la palma (y no la de oro, eso es otra cosa), son Charlton Heston y Stephen Boyd, Ben-Hur y Messala respectivamente. El primero, por muy mal que nos caiga, no se debe negar que fuera un gran actor y mientras en ese chiste sin gracia llamado "El mayor espectáculo del mundo" (así se debería titular esta película, por cierto) no estaba a la altura, aquí realiza un trabajo descomunal, expresando con gran verosimilitud la ira, la alegría, la pena, el odio, el asombro y la esperanza. Es impagable la cara que pone cuando Jesús le da de beber, o cuando se da cuenta de quién es cuando le devuelve el gesto durante su camino para ser crucificado. El segundo en discordia interpreta a Messala, el mejor amigo y enemigo de Ben-Hur, en cuya secuencia posterior a la carrera de cuadrigas nos regala una interpretación memorable.

Sin embargo, se le puede poner un pero a la película. Después de la carrera de cuadrigas podría haber terminado la película, pero su última media hora se centra en la Pasión de Cristo, y es que esta película posee una profunda carga religiosa que afecta a gran parte de los personajes de la historia, pero tratado con una elegancia que no desentona en ningún momento. No quiero decir que me parezca mal este tema, todo lo contrario (¡mal rayo me parta!), sino que, a pesar de representar un suceso que marca profundamente a Ben-Hur y a toda su familia (y al resto del mundo, claro está), es como si fuese un fragmento aislado del filme, como si fuese un cortometraje que aparece al final. Son tan sutiles y breves, pero a la vez tan intensas, las referencias religiosas a lo largo del filme, que todo ese pegote final parece otra película. Si no fuera por esta parte la película habría durado media hora menos, pero tampoco es un problema grave que deba crucificar, y nunca mejor dicho, esta impresionante película.

En conclusión, una auténtica obra maestra del cine, un ejemplo de superproducción, en el que conjugan perfectamente la más apabullante espectacularidad con el más emotivo dramatismo, y todo ello sin desentonar en absoluto. Una película de esas de las que ya no se hacen y que deberían ver muchos directorcillos de tres al cuarto que se hacen llamar directores de superproducciones. Un espectáculo que, en pantalla grande, debió ser colosal. ¡Ay, quién tuviera un Delorean para viajar a 1959 y experimentar la sensación de ver "Ben-Hur" en el cine! Ahora tenemos que conformarnos con las tres dimensiones. Cachis en diez...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

El trailer más largo jamás contado

AVATAR

Título original: Avatar
Año: 2009
País: EE.UU.
Duración: 160 min.
Fecha de estreno en España: 18 de diciembre de 2009
Director: James Cameron
Guión: James Cameron
Música: James Horner
Montaje: James Cameron, John Refoua y Stephen Rivkin
Fotografía: Mauro Fiore
Productor/es: James Cameron y John Landau,
Compañía: 20th Century Fox
Intéperetes: Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Stephen Lang, Michelle Rodriguez, Giovanni Ribisi et al.

Jake Sullivan es un ex marine de los EE.UU. que ha tenido que dejar el ejército debido a un accidente que le ha postrado en una silla de ruedas. Por esa razón, es seleccionado para viajar a Pandora, un remoto planeta, y colaborar en el proyecto "Avatar": la creación genética de unos seres artificiales con el cuerpo de los Na'vi, los nativos del lugar, pero controlados mentalmente por humanos. El objetivo es infiltrarse entre los nativos para aprender su cultura y conocimientos. Sin embargo, hay otro motivo por el que se ha elegido a Jake para este proyecto. El coronel Quaritch, la máxima autoridad militar del ejército en Pandora, pide a Jake que la información que consiga para el proyecto Avatar también se la haga saber a él, para así poder averiguar el punto débil de los Na'vi. La cuestión es que en ese planeta hay un mineral valiosísimo que los humanos deben explotar para que la denostada raza humana pueda perdurar. Sin embargo, el mayor yacimiento de este mineral se encuentra en el hogar de estos seres, que se resisten a abandonar. El objetivo de Jake será alcanzar un acuerdo pacífico para que los Na'vi abandonen su hogar y dejen a los humanos explotar el mineral. Jake acepta este encargo secundario, pero a medida que va usando su avatar y conociendo más la cultura de los nativos, sus sensaciones comienzan a cambiar y todo empeora cuando conoce a Neitiri, una joven nativa.

En el deprimente panorama del cine actual, en el que sólo Pixar y Clint Eastwood son garantías de buen cine y los remakes y adaptaciones de cómics inundan las pantallas, la llegada de directores consagrados genera una grandísima expectación y la esperanza de que realicen algo bueno. Esto ha pasado con James Cameron, el mejor director de acción de la historia y creador de auténticas obras maestras como "Terminator 2" o "Aliens", aunque la gente le conozca más por "sus" logros en "Titanic". Tras 12 años en silencio, el cineasta vuelve a la pantalla grande con "Avatar" un proyecto que, según él, revolucionará el mundo del cine. Pero a este director le ha pasado lo que yo llamo "el efecto Tarantino":Cameron, que ve con fascinación que desde "Titanic" es considerado casi un semidiós (nadie ve que todo el dinero que ganó fue por el guapo Dicaprio), sabe que desde ahora todo lo que haga va a estar bien, aunque esté mal. Esto ha ocurrido con "Avatar", película considerada como una obra maestra pero que no ofrece, en absoluto, lo que se espera de ella.

Cuando uno ve la duración de la película se puede echar las manos a la cabeza. Los que conocemos a este director no nos escandalizamos demasiado pues, sabiendo que "Terminator 2", para el que esto escribe, su mejor película, dura dos horas y media que se hacen cortísimas, esperamos que esta sea más de lo mismo. Pero es que hay una diferencia entre esta y "Avatar": una es de acción y la otra es más dramática, mientras en la película del cíborg había espectaculares e interminables secuencias de acción una tras otra, en "Avatar" la acción sólo transcurre la última media hora. El resto de la película la emplea el director para mostrar como comen, como viven y como cagan los Na'vi y lo hermoso que es Pandora. Toda esta parte se hace lenta a más no poder y tediosa en algunos casos, y si no fuera por el 3D o por el magnífico diseño visual, serían insoportables.

Y es que, si por algo merece la pena "Avatar" es por sus efectos visuales. La perfección alcanzada en la recreación de los nativos es asombrosa, y sin duda marcará un antes y un después en el uso de la captura de movimiento en el cine. También el sonido está muy bien empleado y la fotografía está muy lograda, haciendo que "Avatar" sea un espectáculo únicamente disfrutable en su esplendor en pantalla grande. Pero el diseño del planeta es otro cantar. Está muy bien diseñado y es muy original (me encanta lo de los "enchufes" de las coletas de los nativos), pero en seguida se ven las similitudes con otras películas. Y es este el principal problema de "Avatar": su simpleza, en todos los sentidos, en el guión.

"Pocahontas", "Ferngully", "El último samurai"... estas eran algunas de las películas que mis colegas y yo recordamos al salir de la proyección y cuya similitud con la película que acabamos de ver era asombrosa. El diseño visual de "Ferngully", la misma (yo diría exacta) estructuración del guión que "El último samurai" y el argumento, casi calcado, de la famosa película de Disney. Todo igual. No sé qué es peor, si ver un remake bien rodado o una película original que supone un refrito de todo lo visto anteriormente. ¿A eso se le llama un guión original? ¿Por esto a James Cameron se le llama innovador? Muchos dicen en que una mayor complejidad en el guión haría que la gente se distraiga de los efectos visuales (ni que los que vamos al cine fuésemos estúpidos), pero lo que no me pueden negar es que, si en otras ocasiones se consideraba el guión como algo fundamental para que una película sea grande (lo más importante de una película, dicen algunos), en "Avatar, con semejante libreto, se la pregone de obra maestra. ¿No se criticó duramente "El curioso caso de Benjamin Button" por su pasmosa similitud con "Forrest Gump"? ¿Por qué no hacen lo mismo con esta? La respuesta la mencioné antes: el efecto Tarantino.

La única explicación que saco yo de semejante asunto es que Cameron se dedicó por completo durante 12 años al diseño visual, a la recreación de Pandora (¿en serio fue asesorado por científicos o realmente se vio todas las películas de Miyazaki?) y a perfeccionar el 3D y la captura de movimientos; y fueron pocos meses los que dedicó al guión. De tal forma que ha creado un filme en el que lo visual es completamente asombroso pero en el que la historia no da demasiado de sí. Esa gran parte dedicada a mostrar las maravillas de Pandora van destinadas a que el público se enamore del planeta para que, en la descomunal y genialmente rodada batalla del final, motivo por el que merece la pena esperar dos horas, la gente se conmueva por la destrucción de ese planeta tan hermoso. El problema está en que no todo el mundo nos enamoramos igual de Pandora, al igual que no todo el mundo nos enamoramos de todas las personas que van por la calle (sería calamitoso). Al igual que en las películas de amor, en las que la clave está en que el espectador se enamore de la protagonista para meterse de lleno en la película, debemos enamorarnos del exótico planeta para que nos llame la atención. Si esto no ocurre, estamos perdidos y esas dos horas no significarán nada para nosotros más que un hermoso planeta que haya que destruir.

Y es este tema tan de moda, el de destruir planetas, cuidar los árboles y la naturaleza, el leitmotif de "Avatar". Parece ser que hoy en día, para que una película sea considerada una obra maestra, tienes que hablar del ecologismo. Pandora es un símil de nuestro propio planeta, el cual los seres humanos sin escrúpulos quieren destruir. No es por que tenga una idea diferente a lo que la gente piensa sobre el cambio climático o nada por el estilo, simplemente es que no entiendo esta manía de que, como esta película cuenta una cosa que está de moda, automáticamente es Dios. ¿A caso no lleva Miyazaki hablando de lo mismo durante más de 20 años? ¿Es considerada "Naussicaä del valle del viento", la película más ecologista que he visto, una obra maestra? No, porque por aquel entonces, el tema que trataba no importa a nadie.

Así que podemos decir que "Avatar", sin dejar de ser una mala película, se la podría tachar de pretenciosa, por ir proclamando lo que no es, y de oportunista, por usar un tema extracinematográfico y que está de moda para conmover al espectador. Un soberbio espectáculo de efectos visuales, que demuestra lo útil que pueden ser las nuevas tecnologías para el cine, pero con un guión demencial compuesto por un refrito de famosas películas ya vistas. En definitiva, una mezcolanza de anteriores filmes pero con mejores efectos visuales y una grandísima batalla final. Ahora me viene a la cabeza un libro que me leí recientemente, "Estudio en escarlata", la primera novela de Sherlock Holmes, personaje que realizaba toda la investigación pero la gloria y la fama se la llevaba Scotland Yard. Me sorprende que una historia que sucede hace poco más de 200 años, siga estando a la orden del día, pues el éxito de "Avatar" será por los efectos visuales y el de "Titanic" fue porque las niñas acudieron en masa para ir a ver a Dicaprio, pero la gloria se la lleva Cameron. ¿Qué se hicieron de la originalidad e intensidad de "Terminator", "Aliens" o "Mentiras arriesgadas"? Los viejos roqueros nunca mueren, pero parece que los viejos directores sí.

PD: No os gastéis 10 € en ir a verla en 3D. No es tan espectacular como se pregona y se puede ver perfectamente aunque no te pongas las gafas. Saldrás con 10 euros menos en tu bolsillo y la sensación de que te han tomado el pelo.

martes, 22 de diciembre de 2009

1958: Un musical en París (vol. 2)

GIGÍ

Título original: Gigi
Año: 1958
País: EE.UU.
Duración: 115 min.
Director: Vincente Minelli
Guión: Alan Jay Lerner, según la novela homónima de Collete
Música: Frederick Loewe
Montaje: Adrienne Fazan
Fotografía: Joseph Ruttenberg
Productor/es: Arthur Freed
Compañía: MGM
Intérpretes: Leslie Caron, Maurice Chevalier, Louis Jordan, Hermione Gingold, Jacques Bergerac, Eva Gabor et al.

Ganadora de 9 Oscar: película, director, guión adaptado, montaje, fotografía, música, canción, dirección artística, diseño de vestuario

Gastón es el joven más admirado del París de 1900. Es guapo, elegante, rico, heredero de una gran empresa azucarera... pero su vida es demasiado aburrida: una fiesta por aquí, un viaje a Monte Carlo por allá... y todo ello acompañado de una mujer distinta cada vez. Por eso, siempre que puede, acude a visitar a Mami, una vieja amiga de la familia y, sobre todo, a Gigí, una vivaz joven cuya energía y talante rebelde hacen que Gastón se sienta vivo otra vez y encuentre en ella la mejor forma de escape a su monótona vida. El afecto que siente por ella es pura amistad, pues la conoce desde que era una simple niña. Pero Gigí ha crecido y gracias a las lecciones de protocolo de su abuela para comportarse como una verdadera dama, la niña parece una auténtica mujer. Es por eso que Gastón comienza a sentir algo por ella... pero Gigí no está dispuesta a sacrificar su vida de juventud y libertad para convertirse en una señorita que deba cumplir las normas sociales.


Cuando la película empieza y uno ve este vídeo se queda un tanto noqueado. ¿Un viejo dando las gracias a Dios sobre las niñitas? ¿Una película que hace apología de la pederastia? Luego, cuando conocemos al personaje de Honoré descubrimos que simplemente es un mujeriego, pero no deja de tener un regusto un tanto amargo y de crear una especie de enemistad con la película. Esperas que sólo sea una anécdota, pero tal y como suceden los acontecimientos, uno se va desilusionando: vemos a la abuela de Gigí enseñando a su nieta cómo actuar correctamente para complacer a su marido. En ese momento sabemos de qué va la película y deseamos con todas nuestras fuerzas que acabe siendo todo lo contrario.

Y hay motivos para la esperanza, principalmente gracias a dos personajes. El primero es la guapa Gigí, una adolescente que sólo piensa en disfrutar de la vida, jugar y divertirse. Es la antítesis de lo que representa esa sociedad francesa en los albores del siglo XX y por eso confiamos en ella. El segundo es Gastón, un joven burgués cansado de su vida alocada de desenfrenos y portadas de revistas, que necesita la compañía de Gigí para poner los pies en el suelo. Son dos personajes que difieren un poco con la burguesía del París de 1900 y tenemos la esperanza de que ambos puedan cumplir sus deseos... pero cuando uno llega al final no puede hacer otra cosa que desilusionarse, aunque al final triunfe el amor. Quizá por aquello de ser un musical, edulcorado y colorido, el amor tiene que triunfar a toda costa. Probablemente por eso "Lo que el viento se llevó" sigue tan imperecedera e implacable. Pero ojo, no quiero decir que no me guste que el amor gane en Gigí, sino que todos ganan, es decir, que continúan llevando una vida burguesa, acorde con las normas establecidas y tan dudosamente éticas.

Si al menos el resto de la película mereciera la pena el resultado será distinto, pero es que no lo es. Las canciones son bonitas, pero todas son exactamente iguales, salvo esta primera y "The night they invented champagne". Ni siquiera el tema "Gigí" creo que merezca la pena, pues a pesar de ser bastante bonito, es un calco del resto de canciones. No entiendo por qué ganó el Oscar. No comprendo tampoco el Oscar al montaje, y si os digo que la única fotografía de toda la película que merece la pena la vi al final, en la bellísima escena de la fuente que dura 5 segundos, entenderéis por qué es esta una de las películas que más incomprensiblemente ganó 9 Oscar, principalmente cuando este mismo año se estrenó "Sed de mal", de Orson Welles, que no estuvo nominada. Son esas cosas que uno jamás entiende.

En definitiva, un filme poco recomendable. No es aburrido, porque sus personajes son algo simpáticos y vives con la esperanza de que todo acabe bien. Para los que les encanten los musicales ñoños acabará genial, pero para aquellos que esperamos algo menos pomposo y convencional, nos decepcionará. Ya llevo 31 películas vistas en este reto y da la casualidad de que las peores son musicales. Afortunadamente, durante los años 60 esto cambia.

lunes, 21 de diciembre de 2009

1957: Silbando al trabajar

EL PUENTE SOBRE EL RÍO KWAI

Título original: The bridge on the river Kwai
Año: 1957
País: Gran Bretaña
Duración: 155 min.
Fecha de estreno en España: 13 de octubre de 1958
Director: David Lean
Guión: Michael Wilson y Carl Foreman, según la novela homónima de Pierre Boulle
Música: Malcolm Arnold
Montaje: Peter Taylor
Fotografía: Jack Hildyard
Productor/es: Sam Spiegel
Compañía: Columbia Pictures
Intérpretes:

Ganadora de 7 Oscar: película, director, guión adaptado, actor, música, montaje, fotografía

El coronel Saito rige un campo de prisioneros de una selva de Tailandia durante la Segunda Guerra Mundial. Sus duros métodos y el insoportable clima de la zona han hecho que casi todos los presos que allí vivían muriesen, con lo que el coronel no puede llevar a cabo la orden de construir un puente sobre el cercano río Kwai que conecte varias divisiones del ejército japonés. Afortunadamente, acaba de llegar al campamento todo un batallón de soldados británicos, liderados por el coronel Nicholson, para solucionar el problema. Pero Saito pronto descubrirá que sus maneras rudas y violentas contrastan sobremanera con la calma y nobleza del coronel británico, originándose entre ellos un conflicto que pondrá en dificultades la ejecución del proyecto.

Como comenté en una de las críticas anteriores, el género bélico es el que mayores obras maestras ha generado y con "El puente sobre el río Kwai" no iba a ser menos. No sólo es una obra maestra, sino que es una de esas películas que pertenecen a la cultura popular.

David Lean, director de una de las mejores películas de todos los tiempos, la indescriptible "Lawrence de Arabia", es famoso por la espectacularidad de sus rodajes. Sin embargo, en "El puente sobre el río Kwai", esa espectacularidad parece que queda en un segundo plano, pues el director se centra más en mostrar la forma de actuar de los distintos implicados en el asunto.

Y es esto lo más interesante de todo el filme, pues cada personaje representa una forma de gobierno, siempre relacionada con su cultura y su forma de ser. Por ejemplo, el coronel Saito representa la tiranía y el autoritarismo y Nicholson la democracia, muy acorde con su talante británico. Esa lucha entre el oficial japonés y el británico no es otra cosa que la lucha entre la democracia y la tiranía, y el triunfo de Nicholson es un ejemplo del poder que tiene esta primera forma de gobierno. Pero luego está Shears, el "oficial" americano, y el pequeño comando que quiere derribar el puente (o la democracia). Sería el imperialismo, representado, cómo no, por los americanos. Y por último está el mayor Clipton, el médico, el único que no entiende las normas de la guerra (o quizá las normas que le imponen los poderosos). Representa al pueblo, aquel que muchas veces no comprende la decisión de los mandatarios, sean del partido que sean o pertenezcan a la forma del gobierno a la que pertenezcan. La secuencia final, en la que le vemos contemplando horrorizado la masacre, es el que afirma que todo aquello es una locura, dejando clara la postura de Lean al respecto: el desmadre que pueden producir los poderosos, que se enzarzan en batallas sólo por su propio provecho y acaban en una locura. Quizá sea este mensaje tan universal lo que haya hecho que "El puente sobre el río Kwai" haya envejecido tan bien a lo largo de los años.

Pero como he comentado antes, Lean es un director de superproducciones y esta, aunque más modesta, también tiene algunas partes que demuestran su grandeza. Desde el espectacular inicio en el que las tropas entran en el campamento silbando esa mítica melodía, hasta la secuencia en la que finalmente Nicholson es liberado, culminando, claro está, en su apoteósico desenlace, como si se tratase de una traca de fuegos artificiales, donde lo más sonoro y más intenso se deja para el final. La demolición del puente justo al paso del tren puede ser una de las secuencias más espectaculares de la historia del cine. Para su realización se construyó un auténtico puente y el tren era auténtico. Ni maquetas ni nada ¡Esto es Hollywood! No quiero ni imaginarme lo bien que se lo debieron pasar al rodar esa escena.

Por eso, el plano final, en el que vemos toda la destrucción, tanto material como humana, que ha generado todo esto, en un fenomenal plano general que se va abriendo y alejando, nos permite resumir lo que es "El puente sobre el río Kwai": un drama sobre los gobiernos del mundo, que se enzarzan en batallas con fatales desenlaces sin importarle el pueblo para nada. Una historia con importante carga social donde la voladura del puente aporta el toque de espectacularidad de las producciones de Lean. Magníficas interpretaciones, sobre todo del gran Sir Alec Guinness; una fotografía descomunal, un montaje intensísimo, una música inolvidable... En definitiva, una película que tiene absolutamente de todo y que, a pesar de su larga duración, no se hace larga en absoluto. Una obra maestra.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Nominaciones Premios Crítica EE.UU.

Con esto de los parciales y del reto de los Oscar no estoy muy al tanto de las nominaciones cinematográficas que se están desvelando actualmente. Por eso, estas nominaciones de los premios de la crítica de EE.UU., aun anteriores a los Globos de Oro, las escribo hoy aquí y ahora.

Estos premios son muy interesantes, pues ayudan a conocer de primera mano los gustos de la crítica. En este caso no hay demasiadas diferencias con los Globos de Oro, salvo por la nominación de "Invictus" como mejor película. Pero como aquí hay sólo una categoría referente a mejor filme, se puede ver más por donde van a ir los tiros y la verdad, se han elegido unas películas que parecen la mar de interesantes. "Avatar", la propia "Invictus", "Nine", "Una educación", "The hurt locker", "Malditos bastardos", "Precious", "A serious man", "Up in the air" y "Up".

En este caso hay dos películas que se pueden considerar las grandes favoritas. "Nine" y "Malditos bastardos", ambas con 10 nominaciones, prometen ser las que finalmente triunfen. Personalmente, teniendo en cuanta que el musical se estrena en diciembre y puede entrar para los Oscar, además de presentar un reparto plagadito de estrellas (hay que conocer la influencia de los actores en Hollywood), sea esta primera la que se lleve el premio o, por lo menos, encarrilará su camino hacia los Oscar.

En cuanto a las películas extranjeras, "Los abrazos rotos" vuelve a estar nominada, y vuelve a competir contra "El lazo blanco", con lo que la película española no tiene nada que hacer. En animación, las cinco nominada coinciden con las cinco de los Globos de Oro y entre las cinco candidatas al mejor documental se cuela el nuevo trabajo de Michael Moore y el documental póstumo de Michael Jackson. Todos sabemos cual va a ganar, ¿verdad?

Tampoco es muy difícil deducir quiénes ganaran los premios interpretativos, especialmente los masculinos. Está claro que Morgan Freeman triunfará en su reencarnación de Nelson Mandela y que Christian McKay logrará el premio por su imitación de Orson Welles. En cuanto a las actrices no hay nada demasiado seguro, sólo que Penélope Cruz no lo ganará, porque no está nominada. Curiosamente, en estas categorías femeninas llama la atención la doble presencia de Saoirse Ronan, tanto como mejor actriz protagonista como mejor intérprete juvenil.

Otro dato curioso es la presencia, en el apartado a mejor reparto, de una película palomitera que no se sabe muy bien que hace ahí. Se trata de Star Treck, la nueva versión cinematográfica de la famosa serie de ciencia ficción.

En resumen, parece ser que tanto "Nine", como "Malditos bastardos", "Up in the air" o "Avatar" están llevándose la palma en las nominaciones, al menos en las dos más importantes que se han hecho públicas en estos días. Así que posiblemente esas, junto con la de Clint Eastwood y posiblemente Peter Jackson, serán muchas de las que entren en la lista de las 10 candidatas a mejor película en los Oscar. Os dejo con la lista completa de premios. El resultado, de momento, lo sabremos el 15 de enero del año que viene.

CHRITIC'S CHOICE AWARD: Nominados

Mejor película
Avatar
Malditos bastardos
Up
Nine
The hurt locker
Invictus
Up in the air
Precious
Una educación
A serious man

Mejor comedia
500 días juntos
Resacón en Las Vegas
No es tan fácil
La proposición
Bienvenidos a Zombieland

Mejor película de animación
Up
Fantastic Mr. Fox
Los mundos de Coraline
Lluvia de albóndigas
Tiana y el sapo

Mejor película de acción
Star treck
The hurt locker
Malditos bastardos
Avatar
Distrito 9

Mejor película de lengua extranjera
Los abrazos rotos - España
El lazo blanco - Alemania
Coco Chanel - Francia
Chi bi (Red Clif) - China
Sin nombre (Honduras)

Mejor documental
Anvil
Capitalismo: una historia de amor
The cove
Food, inc.
This is it!

Mejor director
Kathryn Bigelow (The hurt locker)
James Cameron (Avatar)
Lee Daniels (Precious)
Clint Eastwood (Invictus)
Jason Rateman (Up in the air)
Quentin Tarantino (Malditos bastardos)

Mejor actor
Jeff Bridges (Crazy Heart)
Morgan Freeman (Invictus)
George Clooney (Up in the air)
Colin Firth (A single man)
Viggo Mortensen (The road)
Jeremy REnner (the hurt locker)

Mejor actriz
Emily Blunt (La reina Victoria)
SAndra Bullock (The blind side)
Carey Mulligan (Una educación)
Saoirse Ronan (The lovely bones)
Gabourey Sibide (Precious)
Meryl Streep (Julie y Julia)

Mejor actor secundario
Matt Damon (Invictus)
Woody Harrelson (El mensajero)
Christiasn McKay (Yo y Orson Welles)
lfred Molina (Una educación)
Stanley Tucci (Una educación)
Christof Waltz

Mejor actriz secundaria
Marion Cotillard (Nine)
Vera Farmig (Up in the air)
Anna Kendrick (Up in the air)
Mo'Nique (Precious)
Julianne Moore (A single man)
Samantha Morton (El mensajero)

Mejor intérprete joven
Jae Head (The blind side)
Bailee Madison (Brothers)
Max Records (Donde viven los monstruos)
Saoirse Ronan (The lovely bones)
Kodi Smit-McPhee (The road)

Mejor reparto
Nine
Malditos bastardos
Precious
Un in the air
Star Treck

Mejor guión original
The hunt locker
Un tipo serio
Up
Malditos bastardos
500 días juntos

Mejor guión adaptado
Fantastic Mr. Fox
District 9
Precious
A single man
Una educación
Up in the air

Mejor fotografía
The hurt locker
Nine
Avatar
The lovely bones
Malditos bastardos

Mejor montaje
Up in the air
Malditos bastardos
Nine
Avatar
The hurt locker

Mejor banda sonora
Up
El soplón
Tiana y el sapo
Sherlock Holmes
Donde habitan los monstruos

Mejor canción
"All is love" (Donde habitan los monstruos)
"Almost there" (Tiana y el sapo)
"Cinema italiano" (Nine)
"I want to come there" (Todos están bien)
"The weary kind" (Crazy Heart)

Mejor diseño de vestuario
Nine
Bright Star
La reina Victoria
Malditos bastardos
Donde habitan los monstruos

Mejor sonido
Avatar
Nine
Distrito 9
The hurt locker
Star Treck

Mejor dirección artística
A single man
Avatar
Nine
Malditos bastardos
The lovely bones

Mejores efectos visuales
Avatar
Star Treck
The lovely bones
Distrito 9
2012

Mejor maquillaje
Avatar
Nine
Distrito 9
Star Treck
The road

Premio honorífico Cecil B. DeMille
Martin Scorsese

PD: Os adjunto la página web oficial de la Asociación. Es muy interesante, porque hay una parte en la que aparecen las puntuaciones que los críticos han dado a ciertas películas y así ver por dónde pueden ir los tiros. Tampoco hay que fiarse demasiado, porque el año pasado la mejor valorada fue "El caballero oscuro" (96 puntos sobre 100) y finalmente ganó "Slumdog Millionaire".